Ciudad de México, 5 de diciembre de 2017. No es correcto que en un país con las capacidades que tiene México haya tantas muertes maternas, lamentó Arie Hoekman, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas en México (UNFPA).
Detalló que, mientras en Noruega suceden 5 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, en México ocurren 38.
“Alcanzar 5 por 100 mil nacidos vivos requiere una inversión muy fuerte, pero alcanzar 12, es decir, un tercio de lo que estamos ahora es perfectamente factible si uno aplica políticas adecuadas”, subrayó.
Además, la salud materna no sólo debe ser atendida por medio del sistema basado en la atención clínica de los partos, precisó.
“Que abra una mayor capacidad de poder ofrecer servicios de calidad y con personalidad calificado a las mujeres que viven en zonas rurales. Estoy pensando sobre todo en el uso de parteras profesionales como una estrategia para avanzar en el tema”, destacó Hoekman.
Durante la presentación del informe del Estado de la Población Mundial 2017 Mundos aparte. La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad, publicado este lunes, la representante de la UNFPA abundó en que, aunque ha habido avances, otro tema que preocupa en México es el embarazo adolescente, especialmente entre las menores de 15 años, considerado actualmente un acto de violencia sexual.
Indicó que la tasa de fecundidad entre adolescentes en Suiza es de 2 nacimientos por cada mil mujeres entre las menores de 20 años, mientras que esta cifra se eleva a 77 en México.
“Todavía hay mucho que hacer para profundizar y avanzar en el tema. Es un tema primordial que atender para garantizar los derechos de las niñas”, añadió.
De acuerdo con el informe, las mujeres del 20 por ciento de hogares más pobres se encuentran en situaciones en las que existe poco o ningún acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Además, el acceso más reducido a los servicios de atención prenatal se registra precisamente en las mujeres más pobres.
Mencionó que el informe hace un llamado a poner el poder en las manos de las mujeres y de las adolescentes de modo que puedan reducir y controlar sus opciones sexuales y reproductivas.
Hoekman aseguró que si se hiciera una inversión en el mundo de 4.60 dólares en la salud de cada adolescente, esto se traduciría en más de 10 veces esa cantidad en beneficio de la sociedad.
Por su parte, Oriana López, directora de Balance Promoción para el Desarrollo y Juventud, dijo que los derechos reproductivos de mujeres que viven con VIH son constantemente violados.
“Ante un embarazo, si la mujer desea abortar, la obligan a continuarlo. En el momento del parto les dicen que, si no firman el consentimiento informado para hacerse la ligadura, entonces no las atenderán con cesárea para que el bebé tenga menos posibilidades de tener VIH”, agregó.
Nota: Natalia Vitela/ Agencia Reforma/ Foto: Cimac.
