Barrales ningunea a Sheinbaum: El enemigo a vencer es “Andrés”

El plan de la ex líder de azafatas comenzó a hilvanarse el 16 de julio de 2016, cuando renunció a la Secretaría de Educación del gobierno capitalino, e...

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21 enero,2018 5:59 am
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Alejandra Barrales, precandidata de Por México al Frente al gobierno de la Ciudad de México, minimiza los escándalos recientes por sus propiedades de lujo y reafirma su pertenencia al PRD, un partido que, sostiene, supo reinventarse aunque en el camino tuvo que establecer una alianza con su enemigo histórico: el PAN y con Movimiento Ciudadano. En entrevista con Proceso, expone los resabios de su antigua cercanía con López Obrador –el actual contrincante a vencer, según ella–, y respecto de Claudia Sheinbaum, que busca también gobernar la capital pero bajo el emblema de Morena, prácticamente ni la menciona

Sara Pantoja / Agencia Proceso
Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México. A diferencia de 2012 –cuando buscó por primera vez la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y fracasó, por amplio margen, ante Miguel Ángel Mancera Espinosa–, Alejandra Barrales tejió fino para posicionarse, incluso sacrificó los principios del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y se alió con su enemigo histórico: el PAN.

El plan de la ex líder de azafatas comenzó a hilvanarse el 16 de julio de 2016, cuando renunció a la Secretaría de Educación del gobierno capitalino, e impulsada por el propio Mancera fue elegida presidenta nacional del PRD.

En su primer discurso como dirigente, Barrales llamó a “recuperar el orgullo perredista” y, de cara a las elecciones de 2018, pidió “no ir a buscar a nadie, no ir a colocarnos a la cola de nadie, porque igual daño nos hace ser la cola de cualquier izquierda que ser la cola de cualquier derecha”.

Sin embargo, las desavenencias de muchos perredistas con su gestión y el crecimiento de Morena a nivel nacional provocaron una desbandada de fundadores y otrora líderes de las corrientes que integran su partido, como Pablo Gómez, René Bejarano y Dolores Padierna. La mayoría de ellos se sumó al partido de Andrés Manuel López Obrador.

La entronización

En la mutación de la presidencia perredista, Barrales acordó con Ricardo Anaya destapar la posibilidad de un “frente opositor al PRI” para las elecciones de 2018. Pronto se les unió Dante Delgado, su homólogo de Movimiento Ciudadano. Los tres dijeron que la alianza tendría carácter “ciudadano” y sería un proyecto “transexenal para transformar a México”. Para octubre, los tres avalaron la alianza.

El 8 de diciembre, los artífices de la negociación registraron la coalición Por México al Frente ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y revelaron el acuerdo: la candidatura presidencial se definiría bajo las reglas del PAN; la jefatura de gobierno de la CDMX, con los ordenamientos del PRD.

A primera hora del 9 de diciembre, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera –quien semanas atrás fue arropado por distintas corrientes perredistas y la misma Barrales para ser su candidato presidencial–, se bajó de la contienda y rechazó el premio de consolación que ella le propuso: coordinar la campaña del panista Anaya.

La tarde de ese mismo día, la todavía senadora dejó la presidencia nacional del PRD –como se lo ordenó el TEPJF– y de inmediato dijo que quería gobernar la Ciudad de México. El 10 de diciembre por la mañana se registró como precandidata en la sede local del PRD. Luego hicieron lo propio Armando Ahued y Salomón Chertorivsky, quienes horas antes renunciaron a las secretarías de Salud (Sedesa) y de Desarrollo Económico (Sedeco) del gabinete mancerista, respectivamente. Un mero formalismo.

El miércoles 17, un día antes de lo anunciado, se difundieron los resultados sin sorpresas: Barrales fue la más conocida, con 128 puntos, Chertorivsky, con 89, y Ahued, con 59.

“No le debo nada a nadie”

La primera vez que intentó ser candidata a jefa de gobierno, en enero de 2012, Barrales perdió la encuesta frente a Mancera –su expareja sentimental–, quien tenía la anuencia de Marcelo Ebrard y López Obrador. Cuando se anunciaron los resultados, ni siquiera se presentó al acto, pero sí criticó la metodología del estudio.

Seis años después, sin ocultar la satisfacción de lograr la candidatura, asegura en entrevista con Proceso que ésta es “un asunto de convicción, de congruencia de trabajar en la ciudad, en las buenas y en las malas, con cargo o sin cargo”. Se debe, reitera, a “la suma de muchos factores. Siempre mi convicción ha sido sumar a todos, a los diferentes liderazgos y corrientes (del PRD)”.

Sin embargo, niega que esté atada a intereses partidistas o que, incluso, le deba algún favor a Mancera por impulsarla en su plan: “El apoyo del jefe de gobierno ha sido primordial. Efectivamente, su impulso para llegar al partido. Pero esto no hubiera sido posible sin el apoyo de las expresiones. Lo más importante es el compromiso que yo he tenido con el proyecto, con el partido, y que no pasa por un tema de compromisos personales”.

Con Mancera, acota, “hay una buena relación política que hemos construido y que se basa en el trabajo de equipo. Compartimos un proyecto de ciudad, el proyecto del partido y, ahora, el proyecto del Frente”.

Barrales defiende los resultados “contundentes” de la “selección interna real” del PRD capitalino. Afirma que la disputa fue equitativa y que los resultados respondieron a la trayectoria y liderazgo de cada participante. “Cada uno echamos mano de lo que teníamos a nuestro alcance. Pero lo positivo es que esto le ayuda al proyecto del Frente”, insiste.

Respecto de las dudas sobre cómo gobernar con ideologías tan diferentes como las del otrora eterno rival perredista, el PAN, dice: “La única forma de no perderte entre las incongruencias es poniendo por delante un proyecto”.

“Cuando creí en Andrés”

Alejandra Barrales inició su carrera política en el PRD capitalino como legisladora local en 2003, bajo la guía y respaldo de Andrés Manuel López Obrador. Ahora, 15 años después, considera que seguir los pasos del fundador de Morena no fue una de las mejores decisiones de su vida.

“Yo he reconocido, sin arrepentirme, que el haber acompañado un proyecto en el cual entregas toda tu confianza a una sola persona, como cuando acompañamos a Andrés, no es lo que resuelve los problemas del país, por lo menos hoy no”, afirma.

Confiada, hace a un lado a la virtual candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, y alardea que contra quien realmente competirá en las próximas elecciones será el mismo López Obrador.

“No le resto méritos a nadie. Simplemente hablo de lo que conozco, lo que he visto. Cuando Andrés Manuel ve que sus candidatos no prenden, no avanzan, él es el que asume las candidaturas. Lo vimos en el Estado de México.”

La ex lopezobradorista reconoce la fuerza de Morena en la ciudad y prevé una “competencia real”, pero evita mencionar a Sheinbaum. “Estoy convencida de que en esta candidatura me va a ir bien. No solamente vamos a remontar, vamos a ir adelante y cuando él (López Obrador) vea que vamos ganando, va venir a hacer campaña. Eso ya lo sabemos”.

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