Ciudad de México, 29 de enero de 2018. La Catedral Metropolitana recibe atención según las urgencias que se presenten, en lugar de tener un cuidado permanente, indicó José de Jesús Aguilar Valdés, director de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México.
El inmueble histórico resultó dañado con el sismo del 19 de septiembre, que derribó la cruz de un campanario y La Esperanza, escultura de Manuel Tolsá, y expuso, también, la ausencia de intervenciones periódicas en el recinto, dice.
“Y me refiero al trabajo preventivo no solamente en las esculturas: todo lo demás no ha tenido una restauración constante como otras catedrales que cada determinado tiempo se van restaurando; acá se va respondiendo por urgencias”, explica el sacerdote, quien documentó en video el deterioro del monumento, no sólo por la desatención y los efectos del tiempo, sino también por el desorden. Lo tituló Me dueles, Catedral.
“Cierto que el tiempo destruye todo, incluso la piedra más dura, pero: Me dueles Catedral, porque también en estas hermosas esculturas se pueden ver vestigios de descuido y la falta de restauración oportuna por parte de las autoridades federales, responsables del patrimonio de la nación”, indica en el video, compartido en redes el pasado 1 de diciembre.
Consultado por Reforma, afirma que esta denuncia surgió del hartazgo por la situación de Catedral, desprovista de un plan maestro, como el que funcionó a principios del 2000, cuando trabajaron en conjunto los gobiernos federal y local, la Iglesia y ciudadanos congregados en la Asociación de Amigos de la Catedral Metropolitana de México para la revitalización integral del monumento.
En aquella época, avanzados ya los trabajos para corregir el hundimiento del recinto, Aguilar Valdés se desempeñaba como sacristán mayor del recinto.
“Lamentablemente terminó el sexenio, terminaron los periodos de gobierno y no se dio seguimiento a cosas que deberían tenerlo, por ejemplo el Plan de Protección Civil, porque es un edificio en el que no solamente hay que proteger el acervo artístico, sino también a la gente. ¿Qué pasa si hay un incendio? Hubo uno en 1967. ¿Qué pasa si hay un terremoto u otra cosa?
“En aquel tiempo implementamos el programa, se capacitó a todo el personal de Catedral para que hubiera brigadas de primeros auxilios, brigadas de evacuación, brigadas anti incendios, etcétera, y todo eso desapareció. Ahorita Catedral no tiene un programa de protección civil. En el terremoto último no lo había”.
Recuerda el caso del padre Miguel Ángel Machorro, apuñalado el 15 de mayo de 2017 tras oficiar misa en la Catedral. Falleció el 3 de agosto del mismo año. No hubo cámaras que documentaran el hecho porque los deterioros en el sistema de cableado obligó a desconectarlas, dice.
En el video muestra los extinguidores del templo con marcas (de mantenimiento) del 2016, pero no del 2017 y durante la entrevista previene sobre el riesgo que representan las veladoras.
“Cuando estuve al frente de Catedral quitamos las veladores porque las veladoras no solamente pueden ser un peligro cerca de las rejas de madera, sino que también contaminan: tenemos gran humo de veladoras: se regresó nuevamente al sistema de veladoras, por falta de un plan, un protocolo, un manual de procedimientos en este tipo de cosas”, insiste.
Texto: Yanireth Israde / Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma.
