Para los norteños, que México haya perdido territorio ayudó al desarrollo: investigador

A 170 años de haberse firmado el Tratado de Guadalupe Hidalgo, el cambio más radical de la extensión territorial del país, hoy en día despierta reacciones distintas de...

252 0
3 febrero,2018 7:30 am
252 0

Ciudad de México, 3 de febrero de 2018. A 170 años de haberse firmado el Tratado de Guadalupe Hidalgo, el cambio más radical de la extensión territorial del país, hoy en día despierta reacciones distintas de los mexicanos, según su región.

Signado el 2 de febrero de 1848 como acuerdo de paz para terminar la guerra entre México y Estados Unidos, y ratificado el 30 de mayo, el tratado cedió a esa nación más de 2.3 millones de kilómetros cuadrados de territorio mexicano.

Aunque esta pérdida aún despierta en el centro y sur del país algo de resentimiento hacia Estados Unidos, en el norte la opinión es diferente, pues el cambio del límite nacional creó la cultura fronteriza actual, expresa el historiador Ahmed Valtier.

“Para Nuevo León y para la región en general fue benéfico, de gran importancia, porque se conformó la geografía casi como es actualmente”, señala.

“Eso llevó a Monterrey a estar a 200 kilómetros de la frontera, y cuando llegó la paz, los tiempos del porfiriato y la llegada del ferrocarril, el mayor contacto con los vecinos ayudó a que hubiera un mayor desarrollo económico”.

El documento estableció que México cedería los territorios de California, buena parte de Arizona, Nuevo México, Nevada y Utah, y parte de Colorado y Wyoming.

El tratado también estableció la frontera con Texas en el río Bravo, aunque la pérdida de este territorio ya había sucedido antes, recuerda el historiador Esaú García.

“Recordemos que Texas ya había durado nueve años independiente, y cuando se anexó en 1845 ya se veía venir la guerra”, comparte el experto.

Aunque comúnmente se culpa al general Antonio López de Santa Anna por la pérdida de este territorio, añade, en realidad él en ese momento no era presidente. Ese cargo lo ocupaba como interino Manuel de la Peña y Peña.

El resentimiento, afirma García, aún llegó a manifestarse en los años 30, donde en México había una corriente de pensamiento que, si bien no simpatizaba con la Alemania nazi, sí aplaudía la existencia de una potencia capaz de enfrentar a Estados Unidos.

Texto: Luis López / Agencia Reforma/ Foto: Especial.

In this article

Join the Conversation