Colombia después de las elecciones legislativas

Gaspard Estrada- Estas elecciones legislativas fueron históricas. Por primera vez en Colombia, los guerrilleros de las FARC cambiaron los fusiles por los votos.

228 0
14 marzo,2018 6:36 am
228 0

Gaspard Estrada*
El pasado domingo se llevaron a cabo las elecciones legislativas y las primarias de la izquierda y de la derecha para las elecciones presidenciales del próximo mes de mayo. Como lo habíamos adelantado aquí hace algunas semanas, estas elecciones legislativas evidenciaron lo que las encuestas de opinión han tardado mucho en mostrar: el rechazo a la clase política establecida por un lado, y por el otro la fuerza territorial del uribismo (el grupo político del ex presidente Álvaro Uribe). Este rechazo a la acción del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, que ya había sido puesto en evidencia por la victoria del NO en el referéndum de noviembre del 2016 sobre el acuerdo firmado con las FARC, ha vuelto a cristalizarse en estas elecciones. Lo interesante es que, por el momento, este rechazo a la clase política tradicional se ha canalizado en una candidatura de izquierda, y no de derecha como en varios países de América Latina que han tenido o tendrán elecciones, como Costa Rica o Brasil, donde las expresiones de extrema derecha han ganado espacio político. En el caso colombiano, por el contrario, este rechazo ha sostenido el crecimiento de la candidatura de Gustavo Petro, ex alcalde de Bogotá, y antiguo miembro de la guerrilla del M-19. En las últimas encuestas de opinión, Petro encabeza los sondeos con poco más del 20% de los votos, y durante la elección primaria organizada el pasado domingo, el candidato del partido Colombia Humana obtuvo cerca de 3 millones de votos. Por su lado, el uribismo obtuvo poco más de 6 millones de votos durante la consulta interpartidista. El senador Iván Duque, candidato del partido Centro Democrático y delfín del ex presidente, obtuvo por sí solo más de 4 millones de votos. Por su lado, Marta Lucía Ramírez, apoyada por el partido conservador, obtuvo más de 1 millón y medio de votos, y se volverá la fórmula vicepresidencial de Iván Duque. Estos resultados confirmaron la fuerza territorial y política de las expresiones contrarias al presidente Juan Manuel Santos. Este último, por su lado, no ha dejado claro sus intenciones de cara a las elecciones presidenciales. Es decir, no se sabe al día de hoy si apoyará a algún candidato o coalición; sin embargo, es seguro que conforme se acerque la fecha de la elección, y los candidatos punteros se consoliden en las encuestas, el presidente y su gobierno tomarán posición a favor o en contra de algún candidato, en función del apoyo que este último le dé al mantenimiento de la principal prioridad del gobierno Santos: el acuerdo de paz firmado con las FARC a finales de 2016.
En este sentido, estas elecciones legislativas fueron históricas. Por primera vez en la historia de Colombia, los guerrilleros de las FARC cambiaron los fusiles por los votos. Sin embargo, el resultado electoral fue adverso para los candidatos del nuevo partido: poco más de 50 mil votos en las elecciones para el Senado en todo el país, cuando los principales líderes esperaban no menos de 100 mil votos, correspondiente al umbral mínimo para obtener un escaño. Si bien el acuerdo de paz firmado con el gobierno les garantiza durante ocho años la obtención automática de cinco escaños en el Senado y cinco en la Cámara de Diputados, queda claro que si las FARC tienen el objetivo de transformarse en una fuerza política relevante, tendrán que adoptar otro discurso. Paradójicamente, este resultado de las FARC contribuirá a hacer caer por tierra uno de los principales argumento de los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana al respecto del acuerdo de paz con las FARC: la de la llegada por las urnas de una “dictadura castro chavista” en Colombia por la vía de una victoria electoral de las FARC. Sin embargo, no se puede descartar que las fuerzas conservadores intenten hacer lo mismo con la candidatura de Gustavo Petro, que sí tiene posibilidades de llegar al Palacio de Nariño este año. La campaña electoral apenas está comenzando en Colombia, pero tiene todos los ingredientes para que fuertemente polarizada, en un momento de definiciones en toda América Latina.
 
* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en Paris
 
Twitter: @Gaspard_Estrada
 

In this article

Join the Conversation