Si el país no tiene políticas para migrantes, enfrentará aumento de población de otros países como EU: reporte

A largo plazo, indican, podría padecer una situación similar a la que enfrenta actualmente Estados Unidos en el tema migratorio.

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18 marzo,2018 7:19 am
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Indocumentados en EE.UU. se movilizarán por un estatus legal sin militarización Una estudiante de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) sostiene un cartel en el que se lee "Soy una soñadora, tu no puedes deportar los ideales", durante una protesta en contra del presidente Donald Trump el 18 de septiembre de 2017, en Nueva York (EE.UU.). EFE/Archivo

Texto: Silvia Garduño/ Agencia Reforma/ Foto: EFE
 Ciudad de México, 18 de marzo de 2018. Si el gobierno mexicano no asume una política que favorezca la inmigración legal, corre el riesgo de tener una población indocumentada de tamaño considerable en algunos años, indica un reporte del Migration Policy Institute.
A largo plazo, indican, podría padecer una situación similar a la que enfrenta actualmente Estados Unidos en el tema migratorio.
“Si el sistema de México reduce las vías para ingresar legalmente, genera retrasos burocráticos y restringe el acceso a la ciudadanía, corre el riesgo de reproducir la situación de Estados Unidos”, señala el documento escrito por los académicos de El Colegio de México, Claudia Masferrer, Víctor García-Guerrero y Silvia Giorguli.
Los investigadores plantean que Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Honduras y El Salvador son parte de un sistema migratorio que anteriormente se caracterizaba por la migración sur-norte.
Sin embargo, advierten que el panorama ha cambiado y desde 2009, es más la gente que transita del norte hacia el sur, que viceversa.
El fenómeno, destacan, en gran medida se explica por las deportaciones y los retornos voluntarios hacia México desde Estados Unidos.
Asimismo, advierten que la actual política migratoria de Donald Trump, que incluye el fin de DACA y del programa de protección temporal a salvadoreños, hondureños y haitianos, podría derivar en que esta población se mueva, y no hacia sus países de origen, sino hacia México o Canadá.
“La Ley de Migración de 2011 se centra en la gestión de los ingresos, pero no dice nada sobre posibles vías de integración para los recién llegados y los repatriados. México enfrenta el desafío de pasar de un enfoque reactivo a una estrategia más asertiva, enfocada en aprovechar los beneficios potenciales de la inmigración”, señala el reporte.
Los académicos indican que entre 2010 y 2015, alrededor de un millón de personas que nacieron en Estados Unidos emigraron hacia el sur, sobre todo hacia México.
La gran mayoría eran de origen mexicano y representan el flujo norte-sur más grande en el mundo.
Los especialistas indican que México se transformó de un país de emigración a uno de creciente inmigración; no sólo como lugar de retorno, sino como destino para nacionales americanos y centroamericanos.
 
Cambio demográfico
Los expertos aseguran que hacia 2050, los seis países que integran este sistema migratorio tendrán tasas de fertilidad por debajo del nivel de reemplazo requerido para sostener el crecimiento de la población.
Ese cambio junto al del envejecimiento de la población, que implica una mayor expectativa de vida, provocará que haya una menor tendencia a emigrar.
No obstante, en el estudio se menciona que según la evidencia empírica, tanto México como los países del Triángulo Norte de Centroamérica no convergerán a una mayor esperanza de vida.
El incremento, desde 2006, en los homicidios de personas que oscilan entre los 15 y los 50 años será un factor decisivo para que la esperanza de vida no se eleve.
“Esto implicaría una aceleración del proceso de envejecimiento: a medida que aumentan las muertes en este grupo de edad, también aumenta el tamaño relativo de la población de edad avanzada”, explican.
“Las razones de dependencia, definidas como el número de niños dependientes y ancianos por cada 100 personas en edad laboral, también aumentan en el corto plazo”, desglosan los autores en el texto.
Según el estudio, pese a los retos del cambio demográfico, ni Estados Unidos ni México reflejan en sus políticas un reconocimiento a los cambios anunciados.
Y al contrario, ambos países, señalan, son omisos al presentar ideas claras sobre cómo aprovechar la migración y abordar las necesidades futuras.
Las deportaciones de Estados Unidos, la incertidumbre por el fin del programa que cobijaba a quienes fueron llevados a ese país durante la infancia y los programas de ayuda temporal son las principales causas de que México haya dejado de ser un país de emigración para convertirse en uno de creciente inmigración.
Los extranjeros que llegan al país son menores de edad, que no hablan bien el español, y el gobierno mexicano no tiene un programa para atender sus necesidades educativas.
Según datos oficiales, la población extranjera en México se duplicó entre 2000 y 2010, y por ello hay necesidad de crear políticas que aprovechen los beneficios potenciales de la inmigración.

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