Abre la pandemia oportunidades de negocio para quienes se quedaron sin trabajo

Ante el desabasto de cubrebocas vecinos de Acapulco los producen a la par de máscaras de plástico para ganarse la vida y proteger la de otros

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25 abril,2020 5:13 am
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Ante el desabasto de cubrebocas vecinos de Acapulco los producen a la par de máscaras de plástico para ganarse la vida y proteger la de otros

Acapulco, Guerrero, 25 de abril de 2020. Como una oportunidad de negocio o una para ayudar a los demás en medio de la pandemia por el Covid-19, desde hace un par de semanas circulan en el puerto lo mismo máscaras plásticas que cubrebocas caseros.

Materiales como el acetato de oficina, telas empleadas para uniformes médicos y pegamento dan cuenta del ingenio del mexicano para enfrentar y resolver dificultades.

Todo ello concatenado con el hecho de que tanto en farmacias, tiendas de equipos médicos e incluso ferreterías el desabasto de estos productos es notorio.

Así y como ejemplo, el joven Gerardo, quien atiende una papelería en la colonia Progreso, comentó que “hay que hacerle de todo para comer”, añadiendo que como ya tiene los materiales sólo fue un poco de ingenio el utilizado para fabricar los productos que en su caso son las máscaras plásticas.

Elaboradas con láminas de acetato para impresión, dichas máscaras cuestan entre los 50 y 70 pesos según los detalles añadidos como bandas elásticas, cintas de colores o algún refuerzo de algodón.

Además, también vende sueltas las láminas por si cabe la posibilidad de que uno mismo en casa quiera elaborar su propia máscara.

En cualquier caso, dijo, la gente está comprando.

Por su parte, para la señora Blanca Elena, comerciante de material para papelerías y oficinas, la necesidad de buscar una oportunidad de negocios en medio de la cuarentena fue motor suficiente para idearse la manera de desarrollar también máscaras plásticas.

Así y desde su bodega ubicada en la colonia Progreso desde hace un par de semanas y luego de un proceso de prueba y error, es que al momento ya las ofrece con un precio base de 50 pesos, y celebra que se han estado vendiendo.

En el caso de los cubrebocas la situación es la misma: el empleo de telas de algodón o poliéster muestran el ingenio del mexicano.

Distribuidos a lo largo y ancho del puerto es posible ver decenas de comerciantes ambulantes ofreciendo cubrebocas de tela en colores lisos o estampados.

Con precios que parten desde los 10 pesos, están elaborados con mezclas de algodón, poliéster, spandex y seda artificial en diferentes porcentajes y que le dan diferentes propiedades y características.

Frente a la clínica 9 del Seguro Social que está sobre la céntrica avenida Cuauhtémoc se ubican la mayoría de quienes comercian este tipo de productos.

Más adelante, cerca de la popular parada de El Vaquero próxima a la papelería El Partenón –donde también venden cubrebocas y máscaras– hay algunos vendedores ambulantes, uno en especial que tiene un puesto de cinturones, que también los ofrece con el lema de que son reutilizables porque son lavables.

“Como todo, depende de cómo los utilizas”, argumenta mientras te muestra los distintos modelos y te recomienda que los laves bien con agua tibia y unas gotitas de Pinol.

Es más, a un lado de Galerías Acapulco esquina con Wilfrido Ruiz Massieu un joven ofrece el paquete completo de máscara –un poco más elaborada–, cubrebocas y gel antibacterial a un precio que va por arriba de los cien pesos.

Sólo por ayudar

Por otro lado, también están aquellos que sin ver las posibilidades de negocio ponen el ingenio al servicio de los demás.

Tal es el caso de la activista ecológica Mariana Menchaca que en los primeros días de abril elaboró máscaras plásticas para regalar a los vendedores ambulantes de las playas.

“Hay que hacer algo para ayudar”, declaraba a diferentes medios –e incluso en sus redes sociales– cuando relataba que con ayuda de su familia y botellas de Pet elaboraron poco más de un centenar para gente que tiene que seguir saliendo a la calle para conseguir comida para sus familias.

“Apoyarlos aunque sea un poquito de verdad, que llena bien cañón el alma”, agregó al tiempo que llamaba a donar botellas de plástico de preferencia tamaño grande para seguir haciendo más.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Carlos Alberto Carbajal

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