Alberga el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas, pionero en su tipo, archivo “online” de creadoras

  Ciudad de México, 11 de marzo de 2022. Sin bodegas, pasillos ni salas convencionales por las cuales deambular, un pionero recinto virtual alberga en su archivo una...

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11 marzo,2022 9:48 am
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Ciudad de México, 11 de marzo de 2022. Sin bodegas, pasillos ni salas convencionales por las cuales deambular, un pionero recinto virtual alberga en su archivo una importante memoria sobre las creadoras de este país: el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (Muma).

Un proyecto que la fotógrafa feminista Lucero González (Ciudad de México, 1947) fundó hace casi 14 años tras recibir un premio por su trayectoria y liderazgo en la defensa de los derechos de las mujeres, pensando en que no existía aquí un museo que documentara la labor de artistas visuales –pintoras, escultoras, fotógrafas, instalaciones, performanceras y videoastas–.

“Y mucho menos un archivo que diga quiénes somos, dónde estamos, en qué parte del país trabajamos”, remarca la fotógrafa en entrevista.

“Nuestro propósito es hacer visible lo que ha estado parcialmente visto por el público amplio; darnos y dar a conocer desde dónde y cómo trabajamos individual y colectivamente”.

Al descartar en un principio una posible sede física en una casa en comodato en el otrora Distrito Federal, se optó porque el Muma fuera un espacio virtual (www.museodemujeres.com), mismo que a la fecha concentra 56 exposiciones y un archivo con información de más de dos centenares de creadoras del siglo XX a la fecha.

Figuras procedentes de diferentes disciplinas y generaciones. De Lola Álvarez Bravo, Leonora Carrington, María Izquierdo y Graciela Iturbide a Teresa Margolles, Tania Candiani y Eunice Adorno, entre tantas otras de reconocida trayectoria o talento en ciernes.

“Desde artistas muy consagradas hasta aquellas que recién empiezan mostrando su obra y su talento. Tratamos que en las exposiciones sea vista esta cantidad de expresiones dentro del arte y que no sean solamente de una generación”, refrenda González.

“Decidimos que la construcción de esta memoria de este archivo iba a ser una tarea de todos los días de ir agregando nombres, formando alianzas, tejiendo con otras redes y con otras artistas en México y América Latina”, continúa. “Es un aliento también para que surjan en otras partes del mundo estas iniciativas”.

Concretan un sueño

Toda la programación del Muma, proyecto independiente y sin fines de lucro que ha sumado apoyo de instancias como Fundación Jumex y el Patronato de Arte Contemporáneo, la determina su Consejo consultivo, en el que participan artistas, curadoras, historiadoras, críticas de arte, investigadoras y periodistas, incluidas Magali Lara, Mónica Mayer, Lorena Wolffer, Tania Aedo, Carla Rippey, Marta Palau, Angélica Abelleyra y la propia González.

El resultado de su trabajo colaborativo y generoso ha sido un auténtico acervo de referencia que anualmente registra más de 350 mil visitas, y al que incluso llegan peticiones de creadoras jóvenes para ser incluidas; “eso a mí me hace sentir que el proyecto ha sido valioso, ha sido importante y, yo diría, imprescindible”, estima la fotógrafa.

“Y que ha servido para que nuevas generaciones de artistas vean todo lo que se ha hecho y que de ahí tomen lo que les sirva, lo que les provoque, lo que las impulse a seguir adelante.

“Hay muchísimas expresiones y muchísima sabiduría de mujeres como Helen Escobedo –quien también formó parte del Consejo consultivo del Muma–, de la cual aprendimos a atrevernos a perseguir nuestros sueños y hacer nuestros proyectos. Porque hoy en día, incluso en el siglo XXI, las mujeres no estamos visibles en los museos, en las galerías, en los centros culturales”, lamenta González.

Borrar la brecha

Tal como compartiera el museo en sus redes sociales, a partir de una investigación de la artista Karen Perry, de las últimas 16 exposiciones temporales en Bellas Artes, sólo una ha sido de mujeres; de 330 obras en el acervo del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), sólo 58 son de creadoras, y de las 19 piezas en la Ruta de la Amistad, únicamente el 11 por ciento son de escultoras.

“Nosotras queremos ir borrando esa brecha, cada vez tener más presencia y que se valore y se reconozca la aportación de las mujeres artistas mexicanas”, subraya la fundadora del Muma, quien se dice agradecida y contenta con lo alcanzado en estos casi 14 años del recinto virtual, que actualmente exhibe una muestra dedicada a Yani Pecanins, y a la que en abril seguirá una de la ilustradora Eréndira Derbez.

“A pesar de los pesares, de las guerras, de las injusticias, de las desigualdades, para el movimiento feminista –y nosotras como parte del mismo– es un momento de gran crecimiento y una gran oportunidad para transmitir todo lo que queremos transmitir. Y ojalá los cambios se den”.

“Las autoridades no están a la altura”

Después de cuatro años de trabajo, Lucero González y un comprometido equipo han terminado un filme documental sobre La Revuelta, icónico colectivo feminista al que perteneciera la fotógrafa y que en la década de los 70 publicara un periódico del mismo nombre.

“Al hacer un viaje de 50 años de vida feminista y de acciones en el espacio privado y en el público, es que me di a la tarea de reconstruir esta historia viendo si el feminismo nos da la posibilidad de cambiar nuestras vidas”, adelanta González, directora y guionista de la cinta independiente, que está a la espera de estrenarse en algún festival.

“Cuando la vean se van a dar cuenta de esta cadena de transmisión que tenemos desde la segunda ola del feminismo de los 70 hasta el día de hoy, con las jóvenes feministas”, agrega, enfatizando el descomunal crecimiento del movimiento, de apenas un par de docenas en los tiempos de “las revoltosas” a las más de 70 mil que, al menos en la Ciudad de México, marcharon este 8 de marzo.

Una lucha que ha ido sumando voluntades y cambiando mentalidades, celebra, y en la que si bien persiste el enorme desafío de erradicar la violencia, también se han cosechado logros.

“El hecho de ver esta expresión tan combativa y con tanta claridad sobre que los derechos de la mujer sean una realidad para todas a mí me llena de emoción y de esperanza de que ahí hemos contribuido, ahí están nuestras pequeñas o grandes aportaciones. De lo que se trata es de cambiar la sociedad; o sea, las mujeres hemos hecho un trabajo personal con cada una y político hacia afuera. Y ustedes los hombres también van a tener que hacer eso”, apunta.

“A mí me encantaría ver un movimiento de hombres que se plantan y dicen: ‘Este es un modelo impuesto también para nosotros’, y que se re-cuestionan. Porque el mundo tiene que cambiar, estamos muy mal; nuestra relación tan desigual, tan discriminatoria, tan terrible, tan terrorífica, con los feminicidios y con todo esto, no puede seguir. No puede seguir”.

–¿El Estado ha sabido estar a la altura del reclamo masivo?

–La verdad, las instituciones no están a la altura de nuestras necesidades y de nuestras demandas. ¿Que hacen algunas pequeñas cosas?, sí; ¿que intentan cambiar algunos aspectos del sistema?, también.

Pero yo creo que les llevamos mucha ventaja en el sentido de que no hay un profundo cambio de mentalidades ni en las políticas públicas ni en los recursos que se aportan para cambiar a las instituciones que deben hacer justicia, que deben hacer investigación, que deben hacer programas a la población en general para acabar con el machismo, la violencia, y de esa manera ir sentando unas bases diferentes.

–¿Por qué estamos tan enojadas las mujeres? –Porque realmente la maquinaria del Estado no se mueve.

Texto: Agencia Reforma

 

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