Alemania regresa a casa en medio del escarnio público

Catástrofe, desgracia histórica, final bochornoso, pesadilla: la prensa alemana no se ha quedado corta al calificar la actuación de su selección de futbol en el Mundial de Rusia...

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27 junio,2018 6:50 pm
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Texto: Noelia Román, DPA y EFE / Foto: EFE

Si una imagen vale más que mil palabras, como dicen, la del banco alemán hoy, minutos antes de que la vigente campeona dijera adiós a Rusia 2018, fue reveladora: futbolistas mal sentados en el banco, con la mirada perdida, resignados a una suerte que Joachim Löw intentaba aún cambiar, voz en grito, mandando a los suyos al ataque.
Ni un gesto de ánimo, ni un vamos colectivo ni siquiera un intento de provocar desde fuera de la cancha lo que no sucedía dentro salió del banquillo germano, como si los campeones del mundo hubieran perdido repentinamente la fe.
Joachim Löw, director técnico de la selección alemana.

Las noticias que les llegaban de Ekaterimburgo eran malas, muy malas. El tiempo de reacción en el Arena de Kazán, escaso. Y el milagro ante la infatigable Corea del Sur, imprescindible. Pero tan sorprendente como todo eso fue su reacción: nada.
Los bravos alemanes que se rebelaron contra Suecia en la segunda fecha para no despedirse ya del campeonato desaparecieron, engullidos por un estupor paralizante.
La garra teutona, el espíritu competitivo y las ganas de salvar al menos el honor con una victoria pírrica frente a los asiáticos se esfumaron.
Tampoco se vieron lágrimas ni jugadores tendidos en el césped tapándose el rostro mientras los surcoreanos festejaban como locos antes de echarse a llorar.
Sólo cuando el árbitro señaló el final del decisivo choque por el Grupo F, supieron los incansables hombres de Taeyong Shin que sus dos goles en el tiempo de descuento y su histórico triunfo sólo les habían servido para despedirse con el honor intacto.
“Nosotros jugamos por la gente coreana y sólo después de que acabó el partido, supimos el resultado de Suecia. Por eso lloramos, nos decepcionó”, confesó un lacónico Hyenowoo Jo, con su pelo amarillo revuelto, después de ser elegido el mejor jugador del partido.
Lo hicieron juntos, en la misma ronda con la que se habían conjurado antes de iniciar el choque y de reanudarlo, mientras los jugadores alemanes desfilaban raudos hacia un vestuario que debió de ser como un funeral.
En las gradas del Kazan Arena, la numerosa hinchada germana se mostró comprensible, generosa. Y, en shock, respondió con aplausos al pobre espectáculo de los suyos sobre la cancha y a su eliminación.
Los futbolistas, conmocionados, ni siquiera tuvieron el gesto de juntarse para agradecer el apoyo y el calor.
El portero alemán Manuel Neuer reacciona ante el final del partido Alemania vs. Corea, en el que fueron eliminados del Mundial Rusia 2018, 2-0.

“Hay una enorme decepción, un silencio sepulcral. Nadie está en condiciones de decir algo ahora, pero tenemos que aceptarlo”, intentó justificarlos el sobrio Joachim Löw minutos más tarde.
“Es muy difícil explicarlo, pero no nos merecíamos avanzar. Los jugadores han luchado, no hay nada que echarles en cara, pero no logramos dominar el juego”, continuó el seleccionador germano en la sala de prensa del Arena de Kazán, sin que su rostro dejara entrever la decepción que confesaba.
También él pareció desconcertado; incapaz de explicar por qué a su todopoderoso equipo le había sucedido lo mismo que a Francia, Italia y España, otras campeonas del mundo que no lograron superar la fase de grupos en el siguiente Mundial a la consagración.
“Creo que el último buen partido que jugamos fue en otoño (boreal) de 2017, ya hace mucho tiempo”, acertó a decir Matts Hummels, ya en la zona mixta del estadio donde se consumó el gran fiasco de la Mannschaft.
Los músculos de su cara estaban tensos. Sus ojos despedían rabia. Su continuo movimiento denotaba prisa por escapar del lugar. Pero demoró minutos explicándose antes de marchar.
A sus espaldas, Mesut Özil pasó como exhalación, casi fantasmal. Escondido bajo una gorra, con la mirada clavada en el teléfono y unos grandes auriculares adornando sus hombros. El mediocampista del Arsenal no escuchaba música ni los reclamos de los periodistas.
Ni él ni Marc André Ter Stegen que, inédito en el campeonato, lanzó una mirada casi de desprecio cuando una reportera intentó, en español, que contara cómo se sentía.
El arquero del Barcelona ni siquiera hizo el amago de pararse en su veloz camino hacia el autobús de Alemania que debía llevarlos al aeropuerto de la capital tártara.
Tras él, Mario Gómez tampoco quiso hablar de la debacle en español. Pero al menos dejó una unas cuantas palabras y una tímida sonrisa a los periodistas alemanes, que no podían permitirse ser víctimas también de la sorpresa generalizada.
Mientras, los coreanos, como sus futbolistas, no sabían si quedarse con la asombrosa victoria propia o con la eliminación ajena.

Los medios alemanes recogen la “desgracia histórica” de su selección
Catástrofe, desgracia histórica, final bochornoso, pesadilla: la prensa alemana no se ha quedado corta al calificar la actuación de su selección de futbol en el Mundial de Rusia tras quedar por primera vez eliminada en la primera fase.
Alemania quedó cuarta de su grupo al sumar a su derrota frente a México (2-0) y su victoria contra Suecia (2-1), otra derrota por 2-0 contra Corea del Sur en su último partido de la fase de grupos, en el que se jugaba su pase a la siguiente ronda.
Kicker, el principal diario deportivo del país, titula en internet: “¡Eliminación histórica! La campeona Alemania queda fuera”, la televisión pública ARD lamenta el “desastre histórico” y la versión digital del semanario Der Spiegel habla de “desgracia histórica” en su portada.
“Por primera vez en la historia de la Copa del Mundo el equipo nacional alemán fracasa en la fase previa. En un partido flojo, la selección perdió 2-0 contra Corea del Sur”, dice el primer párrafo de la información del Der Spiegel.
El Tagesspiegel habla en la red social Twitter de un auténtico “drama” para la selección, el Süddeutsche Zeitung describe el “colapso” alemán y el rotativo Bild titula “¡Fuera! Nuestra pesadilla mundial se ha hecho realidad”.
“¡Ésta es la mayor desgracia de la historia de Alemania en los mundiales! Por primera vez fracasa nuestro equipo en una fase previa. El 2-0 contra Corea del Sur es un final bochornoso a una fase de grupos catastrófica. Una pesadilla”, señala el arranque de su crónica.
El Ministerio de Interior, con la competencia de Deportes, lamentó en Twitter el fin del “milagro de Sochi”. “El Ministerio de Deportes está tan triste como todos ustedes”, destacó.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, también recurrió a la red social para mostrarse “triste” porque Alemania no revalide su título: “Vendrán otros torneos en los que celebraremos”.
 

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