Texto: Redacción El Sur y EFE / Foto: Misael Valtierra, Caurtoscuro
Nuevo León, Monterrey, 7 de mayo de 2018. Acompañado por su equipo de empresarios, Alfonso Romo y Esteban Moctezuma, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, agitó un pañuelo blanco para enviar una señal de paz a la comunidad de la iniciativa privada y cerrar el capítulo de confrontación que tuvo lugar la semana pasada con ese sector.
Unos minutos antes, en la cabecera del municipio priista de Guadalupe, AMLO afirmó que las cámaras empresariales tuvieron una reunión hace unos días en Valle de Bravo, Estado de México, y ordenaron a las organizaciones industriales firmar un desplegado en su contra que se publicó hoy.
“Se reunieron hace unos días en Valle de Bravo, los de mero arriba, asociados, casi todos, con Carlos Salinas de Gortari, y dieron la orden para que organizaciones empresariales firmen un desplegado en contra de nosotros (la coalición Juntos Haremos Historia).
“Que se serenen los de la mafia en el poder, no va a pasar nada, lo único que va a suceder es que los vamos a hacer a un lado sin testerearlos mucho; los vamos a tratar con sutileza, nada más que se va a acabar el bandidaje oficial”, declaró.
Desde hace al menos dos días el candidato tabasqueño venía anunciando este ataque en su contra que fue publicado hoy en diversos medios de circulación nacional.
Aclaró que no está en contra de la iniciativa privada, y sacó de su bolsillo un pañuelo blanco, lo agitó en el aire para decirles a los empresarios “amor y paz. Yo le digo a los abajo firmantes y a los empresarios que nosotros no estamos en contra de la iniciativa privada o de los empresarios de México; para ellos mi reconocimiento, amor y paz, y aquí de pura casualidad traigo un pañuelito blanco”.
Con este gesto, Andrés Manuel intentó cerrar el episodio de confrontación que comenzó en Zongolica, Veracruz, el pasado 1 de mayo, cuando aseveró que los empresarios Alberto Bailléres, Germán Larrea, Eduardo Tricio, Claudio X. González Laporte y Alejandro Ramírez, presuntamente financian la guerra sucia mediática en su contra y que trabajan para que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, dé su respaldo a Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente.
“Cerrado, cerrado, quise ser muy claro; comencé mi intervención con eso porque, como dicen los jóvenes, ‘zafo’. Y con los empresarios, pañuelito blanco”.
Agregó que mantendrá el diálogo abierto con los hombres de empresa, porque “no todos piensan lo mismo y sólo es un grupo que promueve que no haya un cambio y no quieren dejar de robar”.
Después de una pausa, sumó que con la mafia en el poder esperará a ver cómo reaccionan para actuar.
Criticó a Ricardo Anaya por su propuesta de bajar el precio de los combustibles. “Es populista”, aseveró. “aprobó el gasolinazo y ahora está planteando que va a bajar el precio de las gasolinas. No cabe duda que está muy desesperado”, agregó el candidato presidencial.
Empresarios piden un “liderazgo” que no divida rumbo a elecciones
Cerca de 400 organismos empresariales mexicanos pidieron hoy un “liderazgo” que lleve a la “unidad, no a la división”, en medio de una disputa con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
“El país que todos queremos requiere de un liderazgo que convoque a la unidad, no a la división, que reconozca el México diverso que somos, que esté dispuesto a escuchar todas las voces y no genere encono”, apuntaron en el texto “Trabajamos por México” (ver desplegado aquí), firmado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y varios centenares de organismos, y publicado en los principales periódicos del país.
En el mensaje, el empresariado señala que hay que trabajar juntos para seguir “construyendo” la nación mexicana, y que hay miles de empleadores mexicanos que “ayudan a sacar el país adelante”.
“Creemos en un México abierto al mundo, competitivo, próspero e incluyente”, agrega.
En este desplegado de cuatro páginas, los empresarios apuestan por la “libertad” de expresión, de asociación y, sobre todo, “para disentir y pensar diferente”.
Reconocen que aún hay “muchos retos por delante” como la inseguridad o la pobreza.
“Pero responsabilizar a las empresas de ser las causantes de la mayoría de los males que aquejan al país es no entender la naturaleza del sector productivo, que arriesga y genera 9 de cada 10 empleos”, remarcan.
Finalmente, consideran que las empresas son “parte de la solución, no las causantes del problema” y pide un “diálogo respetuoso”.
“Estamos dispuestos a construir con los Gobiernos legítimamente electos, también a levantar la voz, señalar y disentir cuando se necesario”, puntualizan.
El pasado 1 de mayo, López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aseguró que Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), se había reunido con importantes empresarios como Alberto Baillères, de Grupo Bal; Germán Larrea, de Grupo México, y Alejandro Ramírez, de Cinépolis.
Ello para pedirles que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, apoyara su candidatura y forzara al candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, a declinar en favor del aspirante del PAN.
Esta afirmación llevó al CCE a desmentir un día después cualquier complot o confabulación en favor de algún candidato, y al Consejo Mexicano de Negocios (CMN) a condenar “ataques personales” y “descalificaciones infundadas” del líder en los sondeos.
Finalmente, el propio Peña Nieto negó cualquier acercamiento. “Nadie negocia conmigo, yo soy presidente”, dijo a la prensa.
No obstante, el 3 de mayo, López Obrador arreció su disputa con empresarios al acusar a miembros del CMN de apoyar el supuesto fraude electoral de 2006 y denunció una “guerra sucia” en su contra.
En respuesta, el CCE emitió este lunes su texto “Trabajamos por México”, con amplia difusión.
Tras la publicación de este desplegado, López Obrador quiso rebajar la tensión con el empresariado.
“Nos vamos a entender bien, tuve muy buena relación con empresarios (cuando era jefe de Gobierno en Ciudad de México, de 2000 a 2005). No tuve problema con nadie. Pude rehabilitar Paseo de la Reforma y el Centro Histórico con la participación e inversión de los empresarios”, dijo en su participación en el Foro Nacional de Turismo.
“Va a ser lo mismo a nivel federal; nos vamos a entender muy bien”, añadió.
López Obrador revisará aeropuerto mexicano en lugar de cancelarlo
El candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador afirmó hoy que de ganar los comicios del 1 de julio revisará el proyecto del nuevo aeropuerto mexicano y evaluará opciones, negando así que vaya a cancelar la obra de inmediato.
“Vamos a que se dialogue con los empresarios, con los contratistas, y con todos los que intervienen. E inclusive respaldando inversiones a quienes han invertido en bonos, para revisar cuál es la mejor opción”, dijo López Obrador durante su participación en el Foro Nacional de Turismo.
De esta manera, López Obrador matizó sus palabras de oposición al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), una magna obra de unos 13 mil millones de dólares que arrancó en la actual administración y que el candidato había propuesto cancelar.
López Obrador se ha mostrado en contra de la construcción del nuevo aeropuerto –a su entender “una obra faraónica costosísima”–, y ha propuesto en su lugar ampliar el aeropuerto militar de Santa Lucía, también en el Estado de México, aledaño a la capital.
Aunque hoy ha mantenido que su mejor opción es renovar el aeropuerto de Santa Lucía, ha rebajado la tensión afirmando que se evaluarán opciones.
“Quiero hablar con el presidente (Enrique Peña Nieto) para tratar el aeropuerto, y que de inmediato se conformen equipo para revisión y análisis de lo que más conviene”, señaló López Obrador, recibiendo los aplausos de los representantes de turismo presentes en el foro.
Remarcó que, de vencer en los comicios, no quiere “cancelar la posibilidad de resolver la saturación del actual aeropuerto” capitalino. Pero ello debe pasar “sin gasto de inversión excesiva y sin corrupción”.
Afirmó además que su negativa al nuevo aeropuerto se magnificó, pues ha habido una “manipulación” en campaña. “Muy maniqueo todo”, remarcó.
A su parecer, convertir el aeropuerto militar en una nueva terminal para pasajeros conllevará una inversión de entre 50 mil y 70 mil millones de pesos (2 mil 606 a 3 mil 650 millones de dólares). Estas mismas cantidades son las que se han usado ya para rellenar el Lago de Texcoco, donde se sitúa el aeropuerto en construcción, agregó.
“No es cerrarnos de ninguna manera, es buscar lo que más conviene a México”, apuntó el líder en los sondeos, y añadió que buscará lo que sea “más conveniente, eficaz y técnicamente más adecuado”.
El magnate Carlos Slim, cuyo grupo industrial Carso forma parte del consorcio que construye el edificio terminal del aeropuerto, alertó el pasado 16 de abril que frenar la obra impactaría en el crecimiento económico del país.
“Cuando salió Carlos Slim a decir que era un gran negocio, pues adelante. ¿Por qué no lo hace con su dinero?”, indicó este lunes López Obrador, que dijo ver con buenos ojos una concesión para esta nueva obra, en lugar de inversión público-privada.
El próximo 1 de julio, los mexicanos acudirán a las urnas para renovar más de 3.400 cargos, entre ellos los de presidente, diputados y senadores, ocho gobernadores y el jefe del Gobierno de Ciudad de México.
López Obrador, de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), compite por la Presidencia contra Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y José Antonio Meade, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
También participarán como independientes la ex primera dama Margarita Zavala y el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
