Ampliarán el Museo Anahuacalli, de Diego Rivera, para convertirlo en la Ciudad de las Artes

El recinto incluirá una bodega con toda la colección de arte prehispánico del artista, que se podrá visitar, así como una nueva plaza pública, salones de talleres y...

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5 septiembre,2020 9:20 am
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El recinto incluirá una bodega con toda la colección de arte prehispánico del artista, que se podrá visitar, así como una nueva plaza pública, salones de talleres y una biblioteca ampliada

Ciudad de México, 5 de septiembre de 2020. Inspirado en un sueño que Diego Rivera jamás pudo llevar a cabo, el Museo Anahuacalli emprendió un proyecto de renovación, restauración y ampliación de sus instalaciones, que ha denominado Ciudad de las Artes.

Con la idea bosquejada por el muralista como base, el recinto ahora cuenta con una extensión de 2 mil 900 metros cuadrados de espacio público que incluye una bodega con acceso al público con toda la colección de arte prehispánico de Rivera, una nueva plaza pública, salones de talleres de artes, espacio de oficinas y una biblioteca ampliada.

En un recorrido ofrecido por el arquitecto Mauricio Rocha, cuyo proyecto para el Anahuacalli fue elegido en un concurso, se reveló por primera vez la construcción del espacio que busca tener poca visibilidad desde la parte original, para no ser invasiva, pero mantenerse en línea con la estética ideada por Rivera y arquitecto Juan O’Gorman.

Si uno se encuentra en la plaza principal, con el museo de frente, la Ciudad de las Artes se erige hacia la derecha, con edificios que respetan la poética arquitectónica –compartida, entre otros, con el arquitecto Luis Barragán– de integrarse al paisaje volcánico del sur de la Ciudad de México.

“La lava se vuelve como un mar sobre el cual hay que habitar y entender”, expuso Rocha este viernes. “Hay que entender que estos edificios nuevos tenían que flotar en medio de la lava, entender y no perder este espacio que es único en México, que es esta biopsia, yo le llamaría, del paisaje del Valle de México que es El Pedregal”.

Con roca volcánica proveniente de un banco entre Querétaro e Hidalgo, Rocha y su equipo lograron que, salvo por unos detalles arquitectónicos deliberadamente contemporáneos, la integración de los nuevos edificios con el Anahuacalli histórico sea el criterio principal.

De acuerdo con Hilda Trujillo, directora del recinto, Diego Rivera dejó escritos y un croquis detallando su idea para que el museo Anahuacalli fuera apenas una pieza de un complejo mayor con talleres para artistas y espacios para las artes escénicas.

No obstante, la reivindicación mayor a la memoria de Rivera que hace este nuevo complejo es la construcción de la bodega para las más de 50 mil piezas prehispánicas que el artista coleccionó y que, a pesar de que era su deseo que pudieran admirarse, permanecieron más de 50 años en otra bodega que, incluso, ya las ponía en peligro.

“Se estaba cayendo. Un día que entré y me di cuenta que una piedra había dañado una pieza, casi lloro y dije ‘No, hay que cumplir el sueño de Diego Rivera y hacerle su bodega’”, contó Trujillo durante el recorrido.

Este nuevo almacén, con estantes a modo de vitrinas y cajones para las piezas más pequeñas, podrá ser visitado por el público, previa cita, para cumplir con los protocolos de seguridad.

En total, la Ciudad de las Artes cuenta con cuatro edificios, que incluyen la bodega, el espacio para los talleres, un espacio de Planeación y Proyección Cultural para el personal del museo y la biblioteca restaurada y ampliada, además de la nueva plaza pública que los une.

La construcción para los talleres, a su vez, cuenta con un salón de danza con duela y espejos, que puede ser dividido en dos, y salones individuales para talleres de música, artes plásticas y matemáticas.

“La idea es que este es un lugar vivo”, expuso Rocha. “Que la arquitectura sea un instrumento, una serie de recipientes, que permitan que el programa del museo, en su inventiva, logre lo que quiera”.

Todos los espacios de la Ciudad de las Artes podrán ser recorridos por el público de manera gratuita, mientras que el Museo Anahuacalli seguirá manteniendo el cobro de la entrada.

De acuerdo con Hilda Trujillo, el proyecto comenzó a fraguarse hace unos 8 años. Una cantidad inicial de recursos, de unos 25 millones de pesos, provinieron de recursos etiquetados de la Cámara de Diputados, y el resto se recabaron de manera autogestiva, aunque la directora declinó hablar del costo total.

La obra, informó Mauricio Rocha, podría ser entregada en noviembre, lista para equiparse con lo necesario para volver a recibir al público.

Texto: Francisco Morales / Agencia Reforma

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