Buenos Aires, Argentina, 20 de noviembre 2017. Hugo Herrera es oficial electricista y Fernando Mendoza, el jefe de máquinas. Los dos, junto a otros 42 tripulantes, se encuentran a bordo del submarino “San Juan”, desaparecido desde el miércoles en el Atlántico Sur y cuya suerte tiene en vilo a los argentinos.
Son algunos de “los 44”, como comienzan a ser llamados los submarinistas que emitieron su última comunicación hace cinco días cuando regresaban desde Ushuaia, en el extremo sur del pais.
Así como en 2010 fueron “los 33” mineros chilenos, que estuvieron sepultados durante 70 días en la mina San José, en la comuna de la Caldera, en las afueras de Copiapó, los marinos argentinos también empiezan a ser reconocidos por un número.
Con el paso de los días Argentina también comienza a sentir la angustia e incertidumbre de los familiares de los marinos, que en su mayoría se encuentran desde el viernes en la Base Naval de Mar del Plata, a unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Allí debió haber amarrado este domingo el submarino “San Juan”, pero todavía no lo hizo. Sus familiares miran fijo hacia el horizonte esperando detectar a lo lejos la figura de la nave pintada de negro y avanzando hacia la orilla. Pero todavía no hay novedades del destino del “San Juan” y su tripulación.
Las familias vieron “una luz de esperanza” el sábado último, cuando el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, anunció que se habían recibido siete comunicaciones satelitales que podrían haber sido emitidas desde el submarino.
La Armada argentina negó hoy aquella versión y así, con la desmentida, causó desesperanza en los familiares de los marinos.
“Estamos con mucha incertidumbre porque no sabemos nada”, comentó Jorge Villarreal, padre de Fernando, jefe de Operaciones del submarino.
Mientras espera novedades, la familia de Hugo Herrera viajará mañana a Mar del Plata desde Jujuy, la provincia situada a 1.700 kilómetros al norte del país. “Mi deseo es volver a ver a mi hijo y saber cómo está”, comentó.
Juan Carlos, padre de Fernando Mendoza, está en la Base Naval de Mar del Plata junto a su esposa y otro de sus hijos. “Cuando escuché la noticia en la radio no podía creerlo. Pensamos que era algo pasajero, pero los días pasan y no hay novedades. “No sé cuántas veces rezamos por día”, dijo a la prensa.
Los familiares que se encuentran en la Base Naval de Mar del Plata son contenidos por médicos psicólogos y psiquiátricos. Uno de ellos, Enrique Stein, indicó que uno de los objetivos de la atención es “tratar de fortalecer el ánimo”, aunque admitió que “la tarea no es sencilla”.
Enrique Balbi, que es portavoz de la Armada argentina, se desempeñó durante cinco años como submarinista en el “San Juan”. “Conozco a la mitad de la dotación, así que me siento preocupado como todos, pero no perdemos esperanzas”.
La Iglesia argentina pidió hoy a los habitantes del país “unirse” en una oración religiosa “para acompañar la angustia que se está viviendo por la situación del submarino, y especialmente el momento que están pasando las familias de los 44 marinos”.
Durante el fin de semana el papa Francisco dijo que reza por los tripulantes del “San Juan”, sus familias y quienes participan de la búsqueda del submarino.
Detectan un ruido en la ruta recorrida por el submarino argentino
Dos barcos de la Armada argentina detectaron este lunes “un ruido constante” en aguas del Atlántico Sur, a 360 kilómetros de la costa y en la misma ruta que recorría el submarino “San Juan”, que se encuentra desaparecido desde el miércoles, informó a la prensa el portavoz de la fuerza militar, Enrique Balbi.
Texto:DPA/Foto:EFE
