El Presidente y su antecesor Felipe Calderón recibieron “cientos de millones” de dólares en sobornos de Ismael El Mayo Zambada, señala el abogado defensor. Falsas las acusaciones, responden Peña y el ex presidente.
Nueva York, 14 de noviembre de 2018. El juicio contra Joaquín Guzmán Loera (El Chapo Guzmán) arrancó fuerte este martes en Nueva York: la defensa del capo sinaloense acusó al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a su antecesor, el panista Felipe Calderón Hinojosa, de aceptar sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa.
Jeffrey Lichtman, uno de los dos abogados principales de Guzmán, soltó la bomba retórica en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, en el barrio de Brooklyn, durante los argumentos de apertura del mayor proceso por narcotráfico de las últimas décadas en Estados Unidos.
El juicio, que durará entre tres y cuatro meses, puede acabar con El Chapo Guzmán en la cárcel de por vida.
Los presidentes Peña Nieto y Calderón recibieron “cientos de millones” de dólares en sobornos de Ismael El Mayo Zambada, dijo Lichtman.
Detrás está el intento de situar a El Mayo como el verdadero jefe de la organización y presentar a El Chapo como un mando intermedio al que el líder supremo habría tendido una trampa.
El Mayo Zambada y El Chapo han sido considerados siempre cofundadores del Cártel de Sinaloa en 1989.
El Mayo es prófugo de la Justicia mexicana y tiene también una acusación abierta contra él en Estados Unidos. Uno de sus hijos, Vicente Zambada, está preso en una cárcel estadunidense tras haberse declarado culpable de varios cargos de narcotráfico en 2014.
Podría ser uno de los testigos cooperadores de la fiscalía que testificarán contra El Chapo a cambio de ver reducidas sus condenas. Narcos mexicanos y colombianos que antaño fueron socios de Guzmán y algunos hasta amigos son la gran baza de los fiscales y se espera a 16.
Sus identidades, de momento, son secretas.
Acusado de 11 cargos de narcotráfico, conspiración y lavado de dinero, Guzmán, de 61 años de edad, puede ser condenado a cadena perpetua solo con ser declarado culpable en uno de ellos. El principal es el de manejo de organización criminal. Sus abogados confían en que desmontarlo podría tener un efecto dominó sobre el resto.
La acusación de la defensa de El Chapo tuvo respuesta inmediata en México. El gobierno de Peña Nieto “persiguió, capturó y extraditó al criminal Joaquín Guzmán Loera. Las afirmaciones atribuidas a su abogado son completamente falsas y difamatorias”, aseguró en Twitter el portavoz presidencial, Eduardo Sánchez.
“Absolutamente falsas y temerarias” fueron las palabras empleadas por su parte por el ex presidente Calderón (2006-2012). “Ni él, ni el cártel de Sinaloa ni ningún otro realizó pagos a mi persona”, escribió también en la red social.
El Chapo fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017, la noche previa a la toma de posesión del presidente Donald Trump. La exclusión de la pena de muerte fue la condición que puso México para entregarlo.
Su destino está en manos de un jurado de 12 personas, seleccionado la semana pasada, que es anónimo y está protegido por agentes armados para evitar que sufra coacciones del entorno de El Chapo.
Hoy hubo que sustituir a dos de sus miembros: uno por ansiedad y otro porque como autoempleado que es no podía permitirse la pérdida de dinero que le supondría no trabajar durante meses. La sustitución hizo que el inicio en sí del proceso se retrasara.
La fiscalía presentó a Guzmán como responsable de una “sangrienta guerra” sobre su “vasto imperio de tráfico de narcóticos”.
Cientos de personas estuvieron implicadas en las operaciones que El Chapo llevó a cabo durante tres décadas, pero él fue el líder “activo”, aseguró el fiscal Adam Fels. Ordenó a sus sicarios matar a aquellos que se interpusieron en su camino, pero él mismo también apretó el gatillo, dijo.
Entre los 11 cargos contra El Chapo no hay un solo delito de sangre, pero los fiscales pretenden presentar ante el jurado varios asesinatos de los que acusan a Guzmán para argumentar su liderazgo.
Las autoridades de Estados Unidos se han incautado de tanta cocaína del Cártel de Sinaloa como para que toque una raya a cada uno de los ciudadanos del país, que son más de 300 millones, ejemplificó Fels.
El juicio contra Guzmán arrancó bajo fuertes medidas de seguridad tanto en el interior de la corte como en los alrededores. El narco compareció con un traje azul oscuro. Su mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel, con la que tiene dos hijas gemelas de siete años, estuvo sentada en las filas del público.
Desde su entrega, Guzmán ha estado en una cárcel de máxima seguridad de Manhattan en régimen de estricto aislamiento para evitar una fuga como las dos que llevó a cabo en México y para impedir que siguiera dirigiendo sus negocios tras las rejas.
La huída de la cárcel que protagonizó en 2015 a través de un túnel de 1,5 kilómetros cavado bajo la ducha de su celda fue una de las mayores humillaciones para el gobierno de Peña Nieto.
México concedió su extradición algo más de cuatro meses después de su captura, en enero de 2016, aunque la entrega no llegó hasta un año después por los recursos judiciales de Guzmán contra ella.
Texto: Sara Barderas y Helen Corbett / DPA
Foto: Archivo El Sur-Cuartoscuro
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