En Fresnillo, Zacatecas, el porcentaje es de 97.2, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana
Ciudad de México, 20 de julio de 2022. En junio pasado 67.4 por ciento de la población de 18 años y más residente en 75 ciudades importantes del país consideró que es inseguro vivir en su entorno.
La cifra representa un aumento en relación al porcentaje registrado en marzo de 2022, que fue de 66.2 por ciento y un incremento respecto a junio de 2021, que fue 66.6 por ciento.
En la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en el segundo trimestre de 2022, en 14 ciudades y demarcaciones se reportaron incrementos en la percepción de inseguridad.
Por ejemplo, Fresnillo, Zacatecas, Ciudad Obregón, Irapuato, Cuautitlán Izcalli y Colima con 97.2, 90.4, 89.7, 89.7, 89.0 y 87.5 por ciento, respectivamente.
Fresnillo, el municipio con mayor percepción de inseguridad, es gobernado desde 2018 por el morenista Saúl Monreal, hermano del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal.
Zacatecas, Sonora, Colima y no han dejado de figurar en los primeros lugares de inseguridad. En esos estados actualmente se reportan pugnas del crimen organizado, aún con los constantes refuerzos de las fuerzas federales.
En junio de 2022, 72.9 por ciento de las mujeres y 60.9 por ciento de los hombres encuestados consideraron que vivir en su ciudad es inseguro.
“Esta (encuesta) mide la sensación de inseguridad, las expectativas sobre la tendencia del delito, la atestiguación de conductas delictivas o antisociales, el cambio de rutinas por temor a ser víctima del delito, la percepción del desempeño de las autoridades de seguridad pública, los conflictos y conductas antisociales, el desempeño gubernamental, la frecuencia de movilidad, los hogares víctima o con algún integrante víctima, las personas víctimas de actos de corrupción por autoridades de seguridad pública, así como el acoso personal y violencia sexual “, puntualizó el reporte. “
Baja a 81.3% la confianza en las fuerzas armadas, informa la ENSU
La confianza ciudadana en las Fuerzas Armadas, incluida la recién creada Guardia Nacional, bajó este año a 81.3 por ciento, reveló la ENSU.
En 2018, en medio de acusaciones contra militares por violaciones a derechos humanos, la confianza se ubicó en 80.7 por ciento, y con el inicio de la actual Administración federal, la cifra ascendió a 84.3 por ciento en 2019.
En el primer trimestre de 2021, la confianza llegó a 84.9 por ciento, pero cerró ese año en 82.8 por ciento y a junio pasado cayó otra vez para quedar en 81.3 por ciento.
Según la encuesta, la población consultada identificó a las diversas autoridades de seguridad pública en su desempeño como “muy o algo efectivo “.
Aunque la Marina resultó mejor calificada, la confianza en la dependencia también cayó de 87.5 por ciento que logró a inicios de 2021, a 84.2 por ciento en junio pasado.
La Guardia Nacional, que entró en operaciones en 2019, alcanzó su porcentaje máximo de aceptación a inicios de 2021, con un 75.1 por ciento. No obstante, desde esa fecha ha venido a la baja para cerrar con 70 por ciento.
Las Policías Estatales también registran un declive: En 2021 reportaron un 53.8 por ciento de aceptación por parte de la ciudadanía, y ahora registran 48.5 por ciento. Las Policías Municipales pasaron en el mismo periodo de 47.5 por ciento, a 42.9 por ciento.
La violencia sexual contra mujeres repuntó en un 25% durante el primer semestre del año
Una de cuatro mujeres sufrió acoso sexual durante el primer semestre de este año, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
En ese periodo casi 25 de 100 mujeres de 18 años y más fue víctima en zonas urbanas de al menos un tipo de acoso personal y/ o violencia sexual en lugares públicos, refiere el estudio.
Mientras que el segundo semestre de 2021 cerró con un 20 por ciento en ese rubro y un 24.7 por ciento de mujeres denunció esa situación en los primeros seis meses del año.
De acuerdo con el estudio, un 12.4 por ciento de las víctimas asegura que recibieron piropos groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo que le molestaron u ofendieron. Un 4.6 por ciento acusó que recibieron mensajes o publicaciones con insinuaciones sexuales e insultos y un 4.2 por ciento que les enviaron fotos, videos o publicaciones con ofensas sexuales o amenazantes.
Las víctimas aseguraron que personas las manosearon, tocaron, besaron, se les “arrimaron “ o recargaron con fines sexuales sin su consentimiento.
También refieren que les ofrecieron dinero, regalos u otro tipo de bienes con la finalidad de algún intercambio sexual, lo que les pareció ofensivo u humillante.
Aunque en menor medida, alertaron que intentaron obligarlas, usando la fuerza física, o chantajes, a tener relaciones sexuales sin su consentimiento o en contra de su voluntad.
Texto: Benito Jiménez / Agencia Reforma
