La cobertura aumentó 20.3%, pero la pobreza de este grupo sólo bajó 2.6%, lo que demuestra la poca efectividad de estos programas, dice el organismo que mide el impacto de la política social
Chilpancingo, Guerrero, 1 de septiembre de 2020. La cobertura de la pensión a adultos mayores aumentó en Guerrero 20.3 por ciento de 2008 a 2018, pero la pobreza en la que vive este grupo de edad sólo bajó 2.6 por ciento, lo que demuestra la “poca efectividad” del programa federal, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sólo el 12.7 por ciento de la población de 65 o más años recibe una pensión procedente de su etapa laboral, hecho que lo convierte en una de las razones por las que el 64.5 por ciento de este grupo poblacional vive en situación de pobreza, detalla el organismo en el documento Pobreza y personas mayores en México.
Publicado el viernes pasado a propósito del Día de la población adulta mayor, el reporte aplaude que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador duplicó el monto de la pensión, pero “aún es inferior a la línea de pobreza por ingresos”.
Entre 2008 y 2018 la pobreza (con al menos una carencia social en salud, educación, vivienda, e ingresos insuficientes para la canasta alimentaria y no alimentaria) de este grupo poblacional disminuyó 3.8 por ciento a nivel nacional, que a su vez fue acompañado del aumento de 20.1 por ciento de población beneficiada por una pensión de programa social.
Son 24 entidades que experimentaron la misma tendencia, pero el Coneval resalta las reducciones de 20.2 por ciento de pobreza en Tlaxcala, 16.9 en Querétaro y 16 por ciento en Hidalgo. En el otro extremo Guerrero tuvo la segunda menor reducción de pobreza en el mismo periodo, fue de 2.6 por ciento, con un aumento de 20.3 por ciento de la cobertura de la pensión. Sólo se encuentra por debajo San Luis Potosí con una reducción de 2.5 por ciento y una ampliación de la pensión de 20.3 por ciento.
El 43.2 por ciento de los adultos de 65 años o más del país tenían la pensión social en 2018, en el caso de Guerrero era cerca del 55 por ciento, donde el 64.5 por ciento de este grupo se encuentra en situación de pobreza, porcentaje ligeramente menor al 66.7 de toda la sociedad del estado.
La alta incidencia de pobreza que prevalece en el estado a pesar de la alta cobertura, lo mismo que en Chiapas y Oaxaca, demuestra que “la cobertura de programas sociales para esta población estaba dirigida a los espacios en los que era más necesaria, sin embargo, la permanencia de la pobreza en estas entidades ha sido muestra de la poca efectividad de estos programas”, dice el Coneval.
Detalla que la pensión por programa social en 2018 era de 550 pesos por persona al mes, menor a los 5 mil 399 que recibía el 12 por ciento en remuneraciones por trabajo subordinado y aún más bajo que los 5 mil 878 que representan el promedio de las pensiones contributivas (producto de prestaciones) que reciben sólo tres de cada diez personas dentro de este rango de edad.
Señala que la mayoría de los municipios que tuvieron porcentajes por encima del 80 por ciento de población adulta mayor en situación de pobreza se encuentran en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, localidades que “tienen características físicas y geográficas similares, por ejemplo, se ubican en zonas de relieve accidentado, en la Sierra Madre Occidental, Sierra Madre Oriental y en la Sierra Madre del Sur, por tal motivo, la accesibilidad geográfica es baja o muy baja”.
Son 3.2 millones de adultos mayores que reciben por pensión derivada de su situación laboral, es decir, el 30.9 por ciento de los 10.4 millones que conforman este grupo poblacional. Chiapas es el que menos reporta población con este tipo de pensión, sólo el 8.1 por ciento, le sigue Oaxaca con 11.4 y Guerrero con 12.7 por ciento.
Esto “es resultado de las características del mercado laboral y la política que rigió en décadas anteriores” y las reformas de 1997 o 2007 dificultaron que la población joven alcance una pensión y la que sí “percibirán pensiones inferiores (en términos reales) a las que percibe la población de 65 años o más en la actualidad”, advierte el Coneval.
En total son 7.2 millones de personas que reciben alguna pensión, por prestación o por un programa social. Aun así, destaca el organismo público, el 38.3 por ciento del total de esta población se encuentra en pobreza, el 47.6 por ciento no cuenta con ingresos suficientes para satisfaces sus necesidades básicas y el 17.7 por ciento no le alcanza para adquirir la canasta alimentaria.
Una de cada tres personas adulta mayor, es decir, 3.5 millones, trabaja o busca trabajar, situación que no le ayuda a salir de la pobreza porque las actividades que realiza “se caracterizan por ofrecer sueldos bajos y muy frecuentemente no otorgan las prestaciones necesarias para que la población cuente con acceso a la seguridad social, entre estas se encuentran las agrícolas o ganaderas”, además de trabajo doméstico y en comercios establecidos.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Archivo
