Autoridades afganas se reúnen con los talibán en un encuentro calificado como “fructífero”

Mueren siete personas en el aeropuerto de Kabul ante la desesperación de querer huir de los milicianos. El presidente Ashraf Ghani “huyó con helicóptero lleno de dinero”. EU...

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17 agosto,2021 8:52 am
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Mueren siete personas en el aeropuerto de Kabul ante la desesperación de querer huir de los milicianos. El presidente Ashraf Ghani “huyó con helicóptero lleno de dinero”. EU abre la posibilidad de reconocer al gobierno islamista si “defiende los derechos humanos y rechaza el terrorismo”

Madrid / Kabul, 17 de agosto de 2021. El ex presidente de Afganistán, Hamid Karzai, y el negociador jefe del gobierno afgano en las conversaciones de paz con los talibán, Abdulá Abdulá, y el antiguo ‘señor de la guerra’ y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, mantuvieron ayer un encuentro con los talibán en medio de la crisis que atraviesa el país tras la toma de éstos de la capital que calificaron como “fructífero”.

En un video compartido en redes sociales, Abdulá junto con Hekmatyar informaron de esta reunión y indicaron que continúan haciendo esfuerzos para lograr una mayor calma en la ciudad de Kabul y la vuelta a la vida cotidiana”. “Si Dios quiere, estos esfuerzos darán sus frutos”, dijo.

Las autoridades afganas anunciaron este domingo la creación del llamado Consejo de Coordinación que se encargará de gestionar “una transferencia pacífica de poder” tras la llegada a Kabul de la insurgencia talibán.

“Estamos en contacto con los líderes de los insurgentes. Hemos tenido conversaciones fructíferas sobre temas importantes y continuamos con una muy buena cooperación”, añadió según recoge la CNN.

Este consejo estará formado por Karzai, Abdulá y Hekmatyar, una de las figuras ‘muyahidin’ de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta.

El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, informó ayer de que el jefe del Comando Central del país, el general Kenneth McKenzie,  mantuvieron una reunión con los talibán en la capital de Qatar, Doha, mientras ha pedido a sus ciudadanos que se refugien ante la situación de seguridad en Kabul.

Al menos siete personas murieron ayer en el aeropuerto de Kabul, la capital de Afganistán, en medio de escenas de caos y desesperación a medida que miles de personas buscan alcanzar un lugar en los vuelos para huir del país y escapar de los talibanes, según la BBC.

Desde el domingo, cuando la capital afgana cayó en manos del grupo radical islamista casi sin resistencia, las instalaciones del aeropuerto se llenaron de personas, tanto diplomáticos y contratistas como civiles afganos, que buscan escapar ante el temor a represalias.

Muchas embajadas utilizaron el aeropuerto para dar visas de emergencia, aunque el proceso demorado y los pocos vuelos disponibles llevaron a una rápida aglomeración en el único aeropuerto en operaciones en todo el país.

Miles de personas se aglomeraron frente a las terminales y algunos incluso saltaron los muros y las vallas, se adentraron en las pistas y se trataron de subir a los aviones que iban despegando.

El Pentágono confirmó que sus fuerzas mataron a dos hombres que, según dijo, estaban armados, mientras otros cinco parecen haber perdido la vida en circunstancias no esclarecidas, posiblemente al tratar de trepar a los aviones en pleno despegue.

Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo a primera hora de ayer que todo el personal de la Embajada, incluido el Embajador Ross Wilson, había sido trasladado al aeropuerto de Kabul, en su mayoría en helicóptero, para esperar la evacuación y que la bandera estadunidense había sido arriada y retirada del recinto de la Embajada.

Las naciones occidentales, entre ellas Francia, Alemania y Nueva Zelanda, dijeron que estaban trabajando para sacar a sus ciudadanos y a algunos empleados afganos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado ayer la asistencia de 500 millones de dólares para refugiados de Afganistán.

Las mujeres observan con temor el auge talibán en Afganistán

El advenimiento de un nuevo régimen talibán en Afganistán hace temer un nuevo recorte de derechos y libertades que podría afectar a las mujeres, principales beneficiadas del fin en 2001 del denominado Emirato Islámico, bajo el que no podían ni estudiar ni trabajar.

Los talibán aplicaban entonces una estricta interpretación religiosa según la cual básicamente las mujeres no podían tener ningún tipo de vida pública, ocultas a ojos de cualquiera que no fuese su marido o guardián varón. Quienes incumpliesen sus normas se arriesgaban a castigos bárbaros, incluida la lapidación pública.

El suceso se produjo en el momento en que los dirigentes talibanes declararon el fin de una guerra de 20 años y emitieron declaraciones destinadas a calmar el pánico que ha ido creciendo en Kabul a medida que los militantes, que gobernaron de 1996 a 2001, derrotaban al ejército afgano respaldado por Estados Unidos al retirarse las fuerzas extranjeras.

Mientras, el presidente Ashraf Ghani huyó el domingo de Afganistán con cuatro autos y un helicóptero lleno de efectivo, informó ayer la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti citando al vocero de Embajada de Rusia en Kabul, Nikita Ishchenko

La ONU pide crear un gobierno “inclusivo” y “representativo”

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha exigido ayer el cese de la violencia en Afganistán, así como la creación de un nuevo gobierno “inclusivo” y “representativo”, después de la meteórica reconquista de los talibán, quienes, por el contrario, ya dejaron claro a su llegada este domingo a Kabul su intención de hacerse con el “traspaso completo de poderes”.

La mayoría de los países del Consejo de Seguridad de la ONU mostraron ayer su honda preocupación por la violación de los derechos humanos en Afganistán y su temor a un eventual surgimiento del terrorismo en el país asiático tras caer en manos de los talibanes.

China y EU colaborarán ante la situación del país afgano

El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, han conversado ayer sobre la situación en Afganistán, en una llamada en la que Pekín ha reprochado la política de Washington en Kabul, si bien ambos han manifestado su intención de colaborar.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano, Ned Price ha declarado ayer que abre la posibilidad de reconocer un gobierno en Afganistán de los talibán si “defiende los Derechos Humanos y rechaza terroristas”.

“En última instancia, cuando se trata de nuestra postura hacia cualquier futuro gobierno en Afganistán, dependerá de las acciones de los talibán”, ha dicho en rueda de prensa.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha defendido ayer su decisión de sacar a las tropas estadunidenses de Afganistán y ha criticado a los políticos y soldados afganos por haber desertado y dejado el país en manos de los talibán.

Biden ha vuelto a recordar el dinero que Estados Unidos ha destinado a esta guerra.

“Gastamos más de un billón de dólares. Entrenamos una fuerza militar afgana de unos 300 mil efectivos, increíblemente bien equipada. Una fuerza mayor en tamaño que las fuerzas armadas de muchos de nuestros aliados de la OTAN. Les dimos todas las herramientas que podían necesitar. Pagamos a sus salarios, nos encargamos del mantenimiento de su fuerza aérea”, ha enumerado el presidente Biden.

Por su parte, Rusia ha establecido “contactos de trabajo” con representantes de los talibán, después de que los insurgentes hayan conquistado la capital de Afganistán, Kabul, y la mayor parte del país.

Rusia y China figuran como los únicos países hasta ahora que han mostrado un acercamiento con los talibanes a su regreso al poder en Afganistán.

El ex presidente George W Bush alabó el papel de los militares de Estados Unidos en Afganistán sin críticas a Biden.

Texto: Europa Press / Agencia Reforma

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