Acapulco, Guerrero. Un grupo de ballenas jorobadas fue visto ayer cerca de la playa en Pie de la Cuesta.
El avistamiento ocurrió cerca del mediodía para sorpresa de algunos turistas que disfrutaban del sol en ese balneario, y que las observaron por unos 20 minutos.
El biólogo marino y fotógrafo Juan Barnard explicó que desde hace tres años no se tenían las aguas tan frescas frente a las costas guerrerenses.
“Las ballenas jorobadas nadan en pequeños grupos y en alguna etapa de la migración ya nacieron sus ballenatos o están apunto de nacer”, dijo respecto al grupo de cetáceos.
Turistas y locales grabaron ayer en la mañana muy cerca de la zona de rompiente, en la costa, a los mamíferos que emergían del agua y aleteaban entre las olas.
Barnard comentó que uno de los lugares con mayor avistamiento son las islas de Revillagigedo, no obstante que en todo el Pacífico mexicano se registran también, incluida la costa de Guerrero.
Indicó que las hembras de las ballenas de esa especie son más grandes que los machos y su período de gestación es de unos 11 meses.
“Los ballenatos alcanzan cuatro metros de longitud cuando nacen y las madres suelen mostrarse agresivas después del alumbramiento, aunque generalmente son muy sociables con los humanos”, dijo.
Dada la cercanía de los cetáceos mantuvieron ayer en la franja costera, descartó que agredan a los humanos, pues más que un riesgo representan un espectáculo de la naturaleza.
Para actividades como el buceo, mencionó que debido a que el sonido viaja cuatro veces más rápido bajo el agua que en el aire, quienes practican actividades subacuáticas, al escuchar la comunicación entre las ballenas, éstas se localizan al menos a cuatro kilómetros de distancia de donde se encuentran los humanos.
Éstas ballenas, continuó, son filtradoras y carecen de dentaduras, pues el tamaño que alcanzan es por lo que comen, que son organismos pequeños.
Texto: Karla Galarce Sosa / Foto: El Sur
