La movilización se hizo a las 4 de la tarde, luego del motín que se produjo al medio día en la cárcel de Acapulco por el traslado de ocho reos a otras cárceles y para exigir la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes
Acapulco, Guerrero. Choferes y taxistas bloquearon ayer tres horas las avenidas Costera, Farallón y Universidad, luego del motín que se produjo al medio día en la cárcel del Acapulco por el traslado de ocho reos a otras cárceles y para exigir la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes.
A las 4 de la tarde, ocho camiones del bloque 1 de la ruta de la Costera cerraron los carriles ambos sentido de la avenida más importante de Acapulco, en la glorieta de La Diana Cazadora y después se sumaron taxistas de la rutas urbanas, azul y blanco; choferes de las combis de las rutas que van al poniente de la ciudad, y de camionetas de las rutas alimentadoras de la parte alta de Acapulco.
El bloqueo provocó que las rutas del Acabús, Base-Cine Río-Oviedo, y Base-Farallón, dejaran de funcionar. Sobre la avenida Costera trabajadores y turistas caminaron kilómetros desde la Base Naval hasta la avenida Wilfrido Massieu y avenida Cuauhtémoc, otros subieron por Farallón, para poder abordar un taxi colectivo o el Acabús, únicos transportes que siguieron ofreciendo servicio.
Mientras en la avenida Costera las filas de los automovilistas varados llegaba hasta enfrente del Asta Bandera, en el Parque Papagayo, y en las calles alternas el avance de los automóviles era a vuelta de rueda.
Minutos antes de las 6 de la tarde unos 80 policías ministeriales y militares se apostaron en la avenida Farallón con sus armas. Ahí fue detenido el chofer de una de las combis. Sus compañeros señalaron que los policías ministeriales llegaron a golpearlos y a dañar sus carros a los que les poncharon las llantas y rompieron las ventanas y parabrisas.
La situación en el lugar se volvió tensa, debido a que los militares se apostaron y realizaron una valla en la avenida Farallón portando sus armas, cerrando el paso incluso a motociclistas de empresas repartidoras de refrescos.
Un representante de los choferes que se identificó como Martín Lobato, y quien estuvo en interlocución directa con el comandante del 56 Batallón de Infantería, José Mario Vega Hernández, denunció en declaraciones que en el reclusorio “los familiares que tenemos son agredidos, son golpeados, son torturados. Está las órdenes del señor Pedro Almazán y el comandante Gatica. Sí, nosotros estamos presionando para que nos den una solución, presenten a los familiares –presos– que ahorita no nos han dado razón”.
El representante de los choferes dijo que desconocía del motín y que no tenía ninguna información de lo acontecido en el penal, aunque en las cartulinas que portaban se leía: “Fuera Pedro Almazán y el comandante Gatica, venden droga en el Cereso, y tienen controlado el Cereso y golpean reos”.
A las 6:30 de la tarde, luego de recibir una advertencia del comandante del 56 Batallón de que se quitaran, el líder camionero afirmó que no lo harían, desafiando a la autoridad. Media hora después se fueron, luego de que el representante de los choferes recibió una llamada de los manifestantes del penal de Las Cruces, quienes le indicaron que las movilizaciones habían terminado, sin abundar en el tema.
Antes de retirarse el líder transportista dijo que hoy presentarían una denuncia penal en el Ministerio Público por la agresión a uno de los choferes y por los daños ocasionados a los carros.
Texto: Jacob Morales Antonio /Foto: Carlos Alberto Carbajal
