Boris Johnson dimite como primer ministro de Reino Unido tras meses de escándalos

El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat, se postula como candidato a sustituirlo. El primer ministro de Irlanda ve la...

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8 julio,2022 8:52 am
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El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat, se postula como candidato a sustituirlo. El primer ministro de Irlanda ve la renuncia como una “oportunidad” para una “verdadera alianza”

Madrid / Washington, 8 de julio de 2022. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha asumido ayer que “claramente” sus propios compañeros creen que “el Partido Conservador debería tener un nuevo líder” y, por tanto, el país “un nuevo primer ministro”, en el anuncio de una dimisión que queda a expensas del calendario para elegir a su sucesor, que se conocerá la próxima semana.

“Nadie es indispensable en política”, ha dicho Johnson, en un discurso ante la puerta de Downing Street en el que ha justificado que, si durante semanas se ha aferrado al cargo, es porque entendía que era su “obligación” y que de esta forma respondía al mandato obtenido en las urnas a finales de 2019.

En este sentido, ha explicado que durante semanas se afanó en defender que era un “error” cambiar al gobierno en un periodo marcado por la incertidumbre económica y la guerra de Ucrania, entre otros desafíos de unos tiempos que ha catalogado de “complicados”.

Johnson ha sido el líder del Gobierno que se ha visto abocado a lidiar con la pandemia de Covid-19, no sin polémica también por este frente. Inicialmente, el primer ministro sugirió una estrategia que prácticamente implicaba asumir la convivencia con el virus, pero su ingreso en la unidad de cuidados intensivos supuso un punto de inflexión.

Del hospital salió un nuevo Johnson, partidario de medidas de confinamiento equiparables a las de otros países de su entorno, pero su estrategia ha terminado empañada por el escaso compromiso de los miembros del gobierno con las políticas que reclamaba para el conjunto de la ciudadanía.

La celebración de varias fiestas en dependencias públicas, algunas de ellas en Downing Street y con presencia de Johnson, saltaron en noviembre de 2021 como una bomba mediática contra la línea de flotación del Ejecutivo. El ‘Partygate’ dibujaba una doble vara de medir en los momentos más duros de la pandemia.

El primer ministro negó inicialmente haber incurrido en irregularidades, pero su versión se fue modulando a golpe de hechos contrastados. Un informe oficial cuestionó la actuación del gobierno y Scotland Yard terminó imponiendo decenas de multas a los asistentes a las polémicas fiestas, entre ellas el propio Johnson.

El ‘Partygate’, que ya venía precedido de las dudas suscitadas por una reforma del piso de Johnson, fue la gota que colmó el vaso para un sector crítico dentro de los ‘tories’ que cada vez parecía más amplio. El primer ministro, sin embargo, se limitaba a unas tímidas disculpas dejando claro que no dimitiría por propia voluntad.

Con Johnson atrincherado en su propio discurso, sus compañeros lograron sumar las firmas necesarias para que el 6 de junio, hace apenas un mes, se celebrase una moción de censura interna, una táctica que ya se había utilizado contra Theresa May y que, si hubiese prosperado, implicaba la caída del ‘premier’ por fuego amigo.

El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat, ha anunciado ayer su candidatura para sustituir a Boris Johnson como primer ministro británico y líder del Partido Conservador.

Tugendhat ha publicado un artículo en el diario Telegraph en el que asegura que, de ser elegido, garantizará ucomienzo limpio” e impulsará una “coalición amplia de compañeros” para dar “nueva energía e ideas al gobierno” y “cerrar la brecha del Brexit”.

Entre las líneas generales del flamante aspirante destaca su visión de los impuestos, los cuales considera “demasiado altos” y aboga porque “las personas trabajadoras y los empleadores se queden con más de su dinero”, según recoge la radiotelevisión británica BBC.

Tugendhat es el primer político del Partido Conservador que ha dado el paso de postularse como posible sustituto de Johnson, que ayer ha anunciado su dimisión, quedando ahora a expensas del calendario para elegir a su sucesor, que se conocerá la próxima semana.

Hasta el momento, otros presumibles aspirantes como el viceprimer ministro británico, Dominic Raab o el exministro de Sanidad Matt Hancock han rechazado postulares, si bien el cargo sí parece tentar al ministro de Transporte, Gran Shapps, al que la cadena Sky News sitúa ya entre quienes tienen en mente presentarse a la votación interna.

El primer ministro de Irlanda, Micheal Martin, ha subrayado ayer que la dimisión del primer ministro británico, Boris Johnson, supone una “oportunidad” para una “verdadera alianza” entre los dos países.

“Ahora tenemos la oportunidad de volver al verdadero espíritu de alianza y respeto mutuo que se necesita para apoyar los logros del Acuerdo de Viernes Santo”, ha aseverado, según un comunicado del gobierno irlandés.

Así, señaló que aunque ambos han cooperado ampliamente, “no siempre han estado de acuerdo” y ha indicado que, en ocasiones, las relaciones entre los gobiernos han sido “tensas y complicadas”.

“Esto es más importante hoy que nunca, y quiero instar otra vez a evitar cualquier tipo de acción unilateral, ya sea a la hora de lidiar con el pasado como con el Protocolo de Irlanda del Norte”, ha dicho en relación al Brexit.

No obstante, ha reconocido que Johnson ha liderado el país en un momento “especialmente desafiante” debido a la pandemia de coronavirus y a la guerra en Ucrania. “Desde un punto de vista personal, soy consciente de que han sido semanas difíciles y le deseo todo lo mejor a él y su familia de cara al futuro”, ha manifestado después de que Johnson anunciara su dimisión a la espera de que el Partido Conservador elija a su sucesor.

Zelenski agradece a Johnson su apoyo a Ucrania

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha agradecido al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, el “decidido apoyo” brindado en los últimos meses a las autoridades y el pueblo ucranianos para hacer frente a la invasión rusa y se ha mostrado “apenado” por su dimisión.

Ambos líderes han mantenido una conversación telefónica el mismo día en que Johnson ha anunciado que dimitirá como primer ministro de Reino Unido y líder del Partido Conservador. “Eres un héroe, todo el mundo te quiere”, le ha dicho Johnson a Zelenski, según Downing Street.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió ayer, tras la dimisión del primer ministro británico, Boris Johnson, que seguirá trabajando de cerca con el gobierno del Reino Unido porque es su “amigo y aliado más cercano”.

“La relación especial entre nuestros pueblos sigue siendo fuerte y duradera. Espero seguir estrechando nuestra cooperación con el Gobierno del Reino Unido”, dijo Biden en un breve comunicado.

Downing Street suma una nueva salida por la puerta de atrás con la dimisión del conservador

Entrar en Downing Street como primer ministro no garantiza culminar el mandato sin contratiempos en un Reino Unido que ha terminado por acostumbrarse en el siglo XXI a las sucesivas dimisiones de sus jefes de gobierno, el último de ellos el conservador Boris Johnson.

Reino Unido entró en el siglo actual de la mano del laborista Tony Blair, bajo cuyas riendas el país vivió una de sus etapas políticas más estables de la historia reciente. Estuvo más de diez años en el poder hasta que dimitió en 2007, momento en el que dio el salto a la escena internacional como enviado del Cuarteto de Paz para Oriente Próximo.

La dimisión de Blair abrió el camino al entonces ministro de Finanzas, Gordon Brown, que asumió el poder a mitad de legislatura con el reto de aguantar el envite conservador. En las elecciones de 2010, sin embargo, no logró una mayoría.

Tras asumir su incapacidad para formar gobierno, presentó su dimisión ante la reina, Isabel II, y cedió el sitio al ‘tory’ David Cameron, al frente de un inédito Ejecutivo de coalición en el que el Partido Conservador se alió con el Partido Liberal Demócrata para poder gobernar.

Cameron revalidó su mandato en las elecciones de 2015, ya al frente de un gobierno en solitario y con promesas bajo el brazo como la convocatoria de un referéndum para que los británicos pudiesen decidir si querían salirse de la Unión Europea.

La consulta del Brexit finalmente se celebró el 23 de junio de 2016 y, un día después del triunfo de los partidarios de la ruptura, Cameron presentó su dimisión, tras reconocer que no había sido capaz de convencer a la ciudadanía que la mejor opción pasaba por seguir dentro de la UE.

La salida de Cameron supuso el ascenso de Theresa May, que logró una victoria conservadora en los comicios generales de 2017 pero terminó siendo víctima del mismo fuego amigo que ya le había costado el puesto a su predecesor.

Las discrepancias internas sobre las negociaciones del Brexit derivaron en una moción de censura promovida por los propios ‘tories’ y, aunque May aguantó en un primer momento, en mayo de 2019 hizo efectiva su dimisión tras meses de incesante presión.

Con May fuera de juego, llegó el momento del exalcalde de Londres y exministro de Exteriores Boris Johnson, principal rostro de la campaña en favor del Brexit y una de las personalidades políticas más populares de Reino Unido. En diciembre de 2019, consolidó su liderazgo con una sólida victoria en las urnas.

Sin embargo, Johnson ha terminado corriendo la misma suerte que sus predecesores, asediado por los escándalos y por un Brexit que aún colea a día de hoy. Sus propios compañeros le han pedido abiertamente la dimisión y, tras resistirse durante meses, ha dado el paso tras quedar cada vez más solo.

Texto: Europa Press / Sputnik

 

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