Con la asistencia de unas mil 300 personas, se presenta la destacada artista en el Parque de la Reina, pero tuvo una interrupción por los fuegos artificiales que tronaron cuando aún estaba cantando y cuyos fragmentos cayeron sobre la gente
Acapulco, Guerrero, 14 de noviembre de 2022. En medio del desorden y con una asistencia apenas por arriba de las mil 300 personas, la noche del sábado se inauguró en al Parque de la Reina una edición más, la XVI, del Festival Internacional La Nao Acapulco 2022, que hizo una grosería a su artista principal, la cantante de folclor afroperuano y triple ganadora del Gramy, Susana Baca, al hacer estallar una serie de fuegos artificiales en medio de su actuación que, además de que debió detenerla, hizo correr a decenas de personas ante la caída de fragmentos de pirotecnia.
Encima, también se llevó a cabo algo que ninguna administración municipal anterior, ni la priista de Manuel Añorve Baños (2009-2012) que destacó por organizar las peores ediciones del festival, había hecho: colocar un corral cerrado con vallas metálicas frente al escenario para dividir al público general de los invitados especiales, funcionarios, sus familias y prensa, quienes sólo pudieron acceder si estaban en las listas del servicio de edecanía del Ayuntamiento.
Mientras tanto y en su discurso inaugural, la alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez, indicó que “la diversidad cultural es tesoro invaluable de la humanidad, por ello convencida que todo gobierno responsable, democrático, debe promover entre sus habitantes el hábito de escuchar, comprender, sentir y disfrutar de las expresiones artísticas que enriquecen el alma y nos proporcionan una identidad multicultural”.
Tras recordar el papel del puerto de Acapulco durante el Virreinato, sirviendo como punto de enlace y encuentro con Oriente, añadió que el festival es una muestra de dicho intercambio y reiteró que la cultura es un eje importante de su gobierno e invitó a la gente a acercarse a las actividades del festival que se desarrollarán a lo largo de la semana.
Así, y tras la declaratoria de inauguración oficial, se dirigió a una convivencia con sus invitados especiales y colaboradores en el buque escuela Cuauhtémoc de la Armada de México, anclado a un costado del parque, para disfrutar en medio de su propia música una primera tanda de fuegos artificiales al tiempo que el festival, despojado de su sede original –el Fuerte de San Diego– y careciendo de una representación oficial por parte del gobierno federal de Perú –país invitado–, arrancó ahora e incluso sin una línea curatorial –este año no se nombró director artístico– convirtiéndose con un presupuesto oficial de 7 millones de pesos en agencia de colocación para artistas locales y foráneos sin importar la calidad.
Muestra de ello, la apenas visible actuación de un pequeño dragón chino antes del acto protocolario y que entretuvo a quienes llegaron temprano en varios camiones de trasporte público –y con pancartas de apoyo al gobierno municipal– al parque para ocupar las alrededor de mil sillas que se montaron.
Fue a las 7:30 de la noche que un llamado Ensamble Acapulco, origen y tradición, compuesto por decenas de personas se subió al escenario para ofrecer una serie de números musicales y de baile que buscaron mostrar un poco de la historia del puerto, desde sus orígenes prehispánicos hasta sus épocas doradas de los años 60 y 70, con personajes como Germán Valdés Tin-Tán y hasta José de Jesús Sansores Pech, Mayambe, popular travesti de esas épocas para lo cual incluso montaron al fondo una escenografía apenas visible entre los instrumentos musicales instalados, y ubicar al espectador en el popular centro nocturno Afrocasino.
Luego tocó el turno a la peruana Susana Baca, ganadora de tres premios Grammy, quien abrió su presentación con Canterurias, original de la letrista, cantautora y folclorista peruana Chabuca Granda, ganándose los aplausos del público que esperó a verla.
No obstante durante su segunda interpretación, La herida oscura también de Chabuca Granda, poco después de que la alcaldesa López Rodríguez y sus invitados regresaran de su convivencia en el buque escuela, se hizo estallar una segunda tanda de fuegos artificiales, haciendo que la cantante detuviera por un momento su presentación mientras se tapaba los oídos.
“Esperamos un poquito porque no podemos cantar con esto”, dijo nerviosa, entre risas, mientras decenas de personas corrían ante la caída de fragmentos de pirotecnia originalmente montada entre el parque y el muelle, a unos 50 metros del escenario principal.
Unos minutos después, la cantante, que además es compositora, investigadora de música, educadora de profesión y ex ministra de Cultura de su país, continuó su espectáculo.
Canciones como Juana Azurduy, Coco y Forro o Cambalache, propias del folclor andino, fueron interpretadas en medio de vivas a México, Acapulco y Perú.
Milonga de mis amores, Molino molero y María Landó, fueron canciones que le dieron continuidad a la presentación estelar del festival que concluyó ya entrada la noche con Caras lindas ante poco menos de mil personas que finalmente se quedaron ncluso a ver cómo recibió su reconocimiento, una estatuilla elaborada por el escultor Jorge Alfaro, de manos de la alcaldesa.
Esta edición XVI del Festival Internacional La Nao continuará hasta el próximo sábado 19 de noviembre ofreciendo más de 100 actividades artísticas y culturales en sus diferentes 15 sedes distribuidas por todo Acapulco.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
