Cayó la venta de viviendas en la zona Diamante tras paso de “Ingrid” y “Manuel” y veto de autoridades

Propietarios de viviendas de “interés medio” que resultaron inundadas, algunos originarios de la Ciudad de México y el Estado de México las han rematado. Los precios originales de...

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18 septiembre,2017 4:45 am
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Propietarios de viviendas de “interés medio” que resultaron inundadas, algunos originarios de la Ciudad de México y el Estado de México las han rematado. Los precios originales de las mismas han bajado. El Fovissste y el Infonavit mantuvieron restricciones a los créditos. Ahora también afecta la inseguridad, dicen asesores inmobiliarios

Karla Galarce Sosa

Luego del paso del huracán Ingrid y la tormenta Manuel, asesores inmobiliarios en Acapulco difícilmente logran cerrar una venta de casas en zonas que fueron afectadas por el meteoro donde el agua y el lodo alcanzaron, en algunas zonas el metro y medio de altura o superaron los dos.

Viviendas de “interés medio” que eran vendidas en 1.5 millones de pesos en el fraccionamiento Joyas del Marqués, en la zona Diamante del puerto, ahora son “rematadas” y entregadas hasta en menos de la mitad del costo inicial.

Casos similares de depreciación en viviendas de interés social se encuentran en los fraccionamientos La Ceiba, Las Garzas y Gaviotas, donde recientemente se levantó el veto y las instituciones autorizaron que derechohabientes del IMSS o del ISSSTE ejercer sus créditos de vivienda para adquirir casas en esos fraccionamientos, cuyos costos se desplomaron considerablemente pero la demanda se reactivó.

Desde hace apenas año y medio, instituciones como el Infonavit, el Fovissste y los bancos autorizan que se ejerzan créditos en los fraccionamientos o conjuntos habitacionales afectados por la tormenta, y ya permiten escriturar a nombre de los nuevos propietarios, pues los conjuntos inundados están identificados como zona inundable en el mapa de riesgos de Protección Civil municipal, publicado en el portal de la dependencia.

En entrevista antes de su reunión mensual en el restaurante Sanborns Oceanic el pasado miércoles por la tarde, integrantes de la asociación Inmobiliarios Profesionales de Guerrero (IPG) coincidieron en que después del paso de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid en la zona Diamante “fue devastador” para el ramo inmobiliario, pues se perdió por completo el mercado y no hubo transacciones debido a los vetos que impusieron las autoridades.

Nadie quería comprar y nadie podía vender

La aplicación de seguros por daños, tanto de instituciones de interés social en vivienda como por los bancos tuvieron que ser aplicados, lo que causó muchas pérdidas a las aseguradoras y a los institutos, recordaron.

El asesor inmobiliario Alfredo Chopín Alvarado precisó que aunque el Fovissste ha levantado “el cerco”, el Infonavit “no ha levantado la contingencia” para la compra-venta en zonas donde hace seis años las casas alcanzaban precios de hasta 2 millones de pesos en Diamante, dentro de fraccionamientos edificados por casas Homex y Geo y que ofrecían casas de descanso con albercas, seguridad, áreas verdes y “la mejor zona para vivir en Acapulco”, la zona de mayor plusvalía de la ciudad y “cerca de la playa”.

Para deslindar responsabilidades e integrar el expediente que permitiera autorizar los préstamos hipotecarios o los créditos, el vendedor debe acudir a Protección Civil por un dictamen o “carta de no afectación”, trámite que se sumó a los que ya se hacían para ejercer el crédito de vivienda.

Otro fraccionamiento afectado y donde se mantiene la prohibición de ventas es el fraccionamiento Joyas del Marqués, pues la inundación alcanzó 2.10 metros en la parte más alejada del fraccionamiento desde su entrada principal, y en cuyas primeras viviendas hubo 1.5 metros de agua.

Los fraccionamientos Gaviotas, Garzas y La Marquesa son los desarrollos más buscados por los compradores, pues cuentan con albercas, áreas verdes, palapas, cajones de estacionamiento y seguridad privada.

Explicaron que los fraccionamientos que se encuentran atrás de plaza El Patio, antes Sendero, hacia el sureste del puerto y en dirección al aeropuerto, son las que adquieren los trabajadores que menos ganan.

En cambio, las residencias, villas, condominios o departamentos localizados entre los bulevares Las Palmas y Las Naciones, y a orilla de playa superan valores de 5 millones de pesos.

Graciela García Serrano, otra integrante de IPG dijo que las viviendas de interés social son las más solicitadas, dado que las propiedades cercanas a la playa y que no fueron afectadas adquieren costos “inalcanzables” para los trabajadores del sector hotelero que gana salarios mínimos.

García Serrano comentó que en la medida en que se desarrollan las ventas, las constructoras continúan con sus proyectos; no obstante con las ventas detenidas durante al menos dos años, los constructores no los continuaron.

Los desarrollos con el mayor número de viviendas vendidas, debido a los montos que alcanzan los acreditados, porque la mayoría son trabajadores del sector hotelero alcanzan créditos de 300 mil pesos, por lo que recurren a un subsidio para adquirir sus casas en Costa Dorada, Real del Palmar, Misión del Mar, La Marquesa, Gaviotas, Luis Donaldo Colosio y Rinconada del Mar.

Señalaron que en conjunto habitacional La Ceiba y Miramar “las viviendas están siendo prácticamente rematadas”.

Pusieron como ejemplo el costo de una propiedad en esos fraccionamientos de dos plantas, o con “pie de casa” que llegaron a venderse hasta en 400 mil pesos y que hoy en día alcanzan valores de 140 y 150 mil pesos, “con la reserva de que haya un comprador”, pues se ha difundido lo mucho que afectó la inundación en esos fraccionamientos.

Sin cambios en los canales ni mejoras

Coincidieron en que para los fraccionamientos La Ceiba y Miramar las autoridades o los desarrolladores no han hecho nada para mejorar las condiciones de los cauces o escorrentías, pues a pesar de un dragado que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hizo semanas después del siniestro ocurrido en septiembre de 2013, éste se azolvó nuevamente a cuatro años de lo ocurrido.

Señalaron que los afectados, actualmente “están rematando sus viviendas”, pues la mayoría son originarios de la Ciudad y del Estado de México.

Uno de los asistentes a la reunión, quién confesó haber sido capacitador para la empresa Geo en el área de ventas, dijo que los asesores inmobiliarios preguntaban “hace años” si esa zona sería inundable ante la evidente reducción de los canales; no obstante el desarrollador sostuvo siempre que no habría ningún problema.

“Era evidente que los canales de tres metros serían insuficientes para los desarrollos de 3 mil o 4 mil viviendas ante una inundación”, criticó.

Los asesores inmobiliarios entrevistados señalaron que algunos propietarios no han mejorado las condiciones de sus viviendas a cuatro años de la inundación, pues temen que otra inundación ocurra y saben que costará mucho trabajo vender esa propiedad que adquirieron como “una casa para descanso”.

La inseguridad afecta tanto como una inundación

Lejos de que la inundación de hace cuatro años haya afectado una parte de la zona residencial en Diamante, el mercado de exclusivos condominios que se rigen sobre bulevar Las Palmas, no son vendidos como las casas de interés social debido a la inseguridad.

“Mucha gente ya no compra por la inseguridad. Ahora en el bulevar Las Palmas no hay movimientos porque la gente que tiene recursos para ese tipo de propiedades ya no las quiere comprar, pero confiamos en que después de diciembre se recupere este segmento”, comentó entusiasta otra de las asistentes a la junta, quien solicitó la omisión de su nombre.

Hicieron referencia que con las Lluvias del mes pasado, a pesar de que no hubo grandes volúmenes de agua, se volvió a inundar el acceso de Rinconada del Mar, La Marquesita, así como los accesos de Joyas del Marqués y Gaviotas.

“Siempre va a estar el problema y Sedatu quedó de hacer algo por que hablaron de reubicación la gente, hubo protestas y movilizaciones, pero las autoridades no hicieron nada, e incluso hablaron de modificar las cañerías el drenaje pero no se hizo”, señaló.

Con un discurso optimista, los vendedores destacaron que a los clientes poco a poco “se le ha olvidado lo del Manuel y el Ingrid” por lo que se dijeron confiados en que serán resueltos los problemas de inundaciones con las medidas de mitigación adoptadas por las autoridades.

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