Acapulco, Guerrero. Entre micheladas, juguetes de armas largas, cortas y carros tipo militar en miniatura pasearon los reyes magos en las calles del Centro de Acapulco para alegrar hoy sábado a los niños con los regalos que solicitaron.
Desde la mañana decenas de puestos se ubicaron en las calles Eduardo Mendoza, Francisco Javier Mina y Velázquez de León, Parián y Melchor Ocampo con carros, peluches, muñecas, aviones, dinosaurios, pelotas, ropa y calzado infantiles.
Además, fueron colocados puestos con juguetes artesanales, como trompos que costaban 50 pesos, pequeños muebles para alhajas con espejos, y cuadriláteros con luchadores, que iban de los 100 a 150 pesos por pieza.
En declaraciones el comerciante César Octavio Sosa indicó que desde hace 5 años coloca el puesto de juguetes artesanales de madera, que son muy solicitados, a pesar de la influencia de los aparatos electrónicos como celulares, tabletas, video juegos y otras nuevas tecnologías.
La señora Rosa Elizabeth Mendez Díaz dijo que para sus siete hijos y sobrinos gastaría unos 2 mil 500 pesos; entre lo solicitado están cuatro muñecos, dos muñecas y una pista de automóviles.
Afirmó que en los puestos ubicado en las calles se encuentran mejores precios que en los centros comerciales especializados donde cada muñeco cuesta hasta 300 pesos y ella ayer con esa cantidad compró tres figuras de Max Steel.
A las 7 de la noche las calles parecían una colmena, gente caminando y tropezando, y apurada preguntando en los puestos los costos más bajos. En varios de los puestos se observaron juguetes como armas largas y cortas que iban de los 100 a los 200 pesos.
Además, hubo comerciantes que en un intento de relajar a los reyes magos instalaron puestos donde vendieron cervezas mezcladas con jugo de tomate y picante en polvo, pese a la presencia de policías.
Otros instalaron puestos con material pirotécnico, que eran invisibles a los recorridos que empleados de Protección Civil y de Bomberos.
Las calles cerradas serán habilitas desde las 6 de la mañana de este sábado, una vez que los reyes se hayan ido.
Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: El Sur