La conflagración consumió 600 hectáreas de bosque y pastizal de tres ejidos, dos surten de agua a la ciudad de Chilpancingo, además afectó cinco manantiales, informa el comisariado.
Chilpancingo, Guerrero, 15 de abril de 2021. El fuego si lo descuidas un momento puede consumir todo un bosque, así es esto, reflexionaba el brigadista Marcos Marcos López mientras escapaba de las llamas en la batea de una camioneta, junto al resto de los voluntarios que combatían un incendio forestal en esta comunidad.
Al cierre de edición se sabía que la lumbre consumió 600 hectáreas de bosque y pastizal de tres ejidos: El Calvario, Llanos de Tepoxtepec y El Tejocote, los primeros dos surten de agua a la ciudad de Chilpancingo, además, afectó cinco manantiales, entre ellos el de Plan de Tigre, Ojo de Agua, y el de la iglesia vieja.
Una mañana despejada se convirtió en un instante en una zona apocalíptica, llovían cenizas mientras ejidatarios, vecinos y ciudadanos solidarios gritaban a otros que salieran de la vegetación porque el incendio avanzaba velozmente.
El cielo se cubrió de humo provocando que el sol se viera rojo cuando recién pasaba el cenit.
A las 7 de la mañana de ayer el maestro mezcalero Luis García informó mediante una llamada telefónica, “estoy llame y llame a los bomberos, a Protección Civil y a Capach pero nadie viene a ayudarnos con el fuego”.
Dos horas después, ya en la comunidad, se observó que las labores de combate que empezaron a las 5 de la mañana continuaban, 120 hombres y mujeres hacían guardarrayas de unos 3 metros, principalmente eran vecinos de la zona, pero también acudieron 11 integrantes del Colectivo Salamandra y 11 rescatistas de Protección Civil estatal.
El presidente del Comisariado Ejidal, Juan Calixto García, a la 1 de la tarde, relató, sentado en medio del bosque, que el fuego había consumido a esa hora unas 300 hectáreas, que inició alrededor de las 5 de la tarde de este martes porque “se les escapó” a campesinos del poblado vecino El Tejocote, y que desde esa hora lo combatían.
En el momento en el que se le consultaba miraba al cielo y pensaba en voz alta, “hay mucho viento, a ver si no se brinca las guardarrayas”, y así sucedió a la 1:15 de la tarde.
A la 1:20 un joven, agilísimo, corría cerro abajo gritando, “ya se brincó, ya se brincó, va para el manantial”. La cuadrilla de unos 20 vecinos descansaba, se quejaba del hambre, contaba cómo escapó de un cerco de lumbre, cuando escucharon la alerta, y cual resorte se levantaron y corrieron a corroborar la nueva información.
Mientras, abajo, otro grupo seguía trabajando sin saber lo que se venía.
A la 1:30 de la tarde caían hojas y ramas pequeñas, algunas carbonizadas, otras aún ardiendo.
Rápido, el apacible momento se rompió, todos corrían, recibían o daban indicaciones y acordaron montarse en las camionetas para “cerrarle el paso” al incendio que se creía controlado.
Ya en los vehículos, observaban la gigantesca humareda, y hacia ella se dirigieron.
Los brigadistas a gran velocidad recorrieron un par de kilómetros para ir a enfrentar el fuego, lo encontraron mucho más cerca de lo que esperaban, ya encaminándose al vecino poblado de Llanos de Tepoxtepec.
Uno de los vecinos portaba un radio de comunicación, del que se escuchaban gritos como, “ya les dije que se salgan de ahí, esto ya valió madre, sálganse”.
Zanjas, guardarrayas y el extenuante trabajo de los voluntarios sirvieron de poco, tuvieron que abandonar la zona ante la ferocidad del elemento natural.
Piden ayuda del gobierno
Ya resguardados en la comunidad El Calvario, los combatientes se organizaron para seguir en la pelea, acordaron tomar la caseta de la Autopista del Sol para hacerse de recursos para comprar gasolina, principalmente, y enviaron un mensaje a las autoridades, “necesitamos de su ayuda”.
El comisariado Juan Calixto llamó a los gobiernos del estado y federal a apoyarlos, “que traigan los helicópteros porque el fuego ya consumió mil hectáreas”.
La brigadista Sarahí Toribio explicó que es una zona de importantísimo valor ecológico, porque hay especies que sólo ahí viven, no se encuentran en ninguna otra parte del planeta, además de que es gran productora de oxígeno y agua.
Terminaban de grabar sus mensajes en video y llegó al lugar la candidata del Partido Verde Ecologista de México para el distrito local 02, Lilibeth Nájera, quien llevó agua potable, cubrebocas y playeras, además informó a los ahí presentes que insistentemente marcó a Bomberos y Protección Civil estatal para que acudieran en apoyo, pero le respondieron que la comunidad El Calvario ni siquiera la tienen registrada.
Tras cargar con gasolina sus automóviles, comer galletas saladas y tomar refresco, los voluntarios partieron rumbo a Llanos de Tepoxtepec, para seguir combatiendo el fuego que parecía imparable.
A las 10 de la noche Juan Calixto informó que tampoco en Llanos pudieron pararlo, “se brincó la lumbre”, dijo, y se lamentó, “no pudimos hacer nada”.
Hoy seguirán las labores, mientras tanto, colectivos y otros grupos organizados juntan herramientas, víveres y convocan a voluntarios para acudir a la zona. Dos de los puntos de acopio en Chilpancingo son en calle Quintana Roo #26 colonia Centro y Plaza Luna en avenida Lázaro Cárdenas #37, colonia La Haciendita local 18.
Texto y foto: Rosendo Betancourt Radilla
