Condenan la discriminación; la crisis migratoria que sufre la región centra en buena medida el arranque de la sesión principal de trabajo de los 15 jefes de Estado y de Gobierno congregados.
Antigua, Guatemala, 16 de noviembre de 2018. Con el fenómeno de la migración en el centro del debate empezó hoy en esta ciudad guatemalteca la reunión de jefes de Estado y Gobierno de la XXVI Cumbre Iberoamericana, en la que el boliviano Evo Morales es el único presidente bolivariano.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, canceló su asistencia en el último momento, después de que grupos de nicaragüenses protestaran contra su Gobierno en las calles de Antigua. Tampoco acudieron al cónclave el venezolano Nicolás Maduro ni el cubano Miguel Díaz-Canel.
La crisis migratoria que sufre la región centró en buena medida el arranque de la sesión principal de trabajo de los 15 jefes de Estado y de Gobierno congregados.
El primero en hacer referencia a ella fue el presidente del país anfitrión, Jimmy Morales, quien consideró que el fenómeno muestra una “tendencia atípica” en la región, donde en las últimas semanas miles de centroamericanos dejaron sus países huyendo de la pobreza y la violencia.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que la “profunda crisis migratoria a nivel mundial” es “un reflejo de que el sistema ha fracasado” y reclamó a los países iberoamericanos “abordar la migración desde un enfoque centrado en los derechos”. “Los migrantes no pueden ser considerados ilegales, no existen seres humanos ilegales”, señaló.
Enrique Peña Nieto, de México, exhortó a respetar a los migrantes, aunque señaló que si bien estos tienen derechos, también tienen responsabilidades con los países por los que transitan, como mantener “el orden público, conforme al derecho internacional”.
Peña Nieto, al que le quedan dos semanas de mandato, pidió a los demás países sumarse al Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular y dijo que la “mejor forma de evitar la migración” es impulsar “el desarrollo interno” en los países de la región.
México es uno de los países más afectados por las tres caravanas de migrantes que tratan de llegar a Estados Unidos desde Centroamérica. Entre las miles de personas que recorren cientos de kilómetros a pie, aunque suelen pedir ayuda a los camiones y vehículos que encuentran en las carreteras, hay mujeres y niños.
Ante esta situación, el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, destacó la necesidad de “marcos regulatorios” para garantizar una “migración ordenada y garantista” y recordó que retos como la migración “exigen de respuestas de ámbito regional coordinadas”.
Los mandatarios también condenaron la discriminación hacia los migrantes. El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, dijo que se han visto “expresiones de racismo y xenofobia” y detalló la experiencia de su país ante el fenómeno migratorio. “Aun frente a la presión económica y frente a voces de odio, hemos respondido de una manera ordenada, responsable y solidaria”, señaló.
También fueron varios los mandatarios que advirtieron sobre la polarización de la región y abogaron por el “multilateralismo”, entre ellos el español Pedro Sánchez y el boliviano Morales.
Sánchez señaló que ante “la construcción de muros, de discursos xenófobos y ultranacionalistas, nuestra comunidad iberoamericana ofrece una alternativa de esperanza, basada en valores como el respeto a la diversidad, la solidaridad y el encuentro entre diferentes frente al autoritarismo”.
El presidente de Guatemala también hizo referencia a los “muros” en América Latina. “No podemos continuar hablando de muros entre fronteras, sino de propósitos para que las personas no se sientan obligadas a migrar”, señaló.
La migración centroamericana se enfrenta a la advertencias de Donald Trump en Estados Unidos. El mandatario, que insiste en construir un muro en su frontera con México, llegó a decir que había “criminales” en la caravana y endureció sus políticas migratorias para frenarla.
Otro de los grandes temas esperados en esta cumbre es la situación en Nicaragua y Venezuela, aunque solo el presidente de Costa Rica hizo referencia a ello públicamente. Sobre Nicaragua, pidió un “diálogo franco y sincero” para resolver la crisis, que ha provocado al menos 200 muertos, según cifras oficiales, y 535 según ONG de derechos humanos, por la violenta represión policial a protestas sociales.
En cuanto a Venezuela, Carlos Alvarado rechazó “las reiteradas violaciones a los derechos humanos en ese país” y pidió una salida basada “en el derecho internacional”.
Ni el presidente de Nicaragua ni el de Venezuela acudieron al cónclave de Antigua, que tiene como lema oficial “Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible”. Ortega, uno de los más esperados ya que había confirmado su asistencia, canceló a última hora.
Sin su presencia, los mandatarios iberoamericanos hablaron también de la importancia de la inclusión, de la lucha contra la corrupción, así como de la equidad de género. “Nuestra comunidad no se puede entender sin las mujeres, pues somos un todo sin limitaciones ni exclusiones”, dijo el rey español Felipe VI, el primero en intervenir.
Algunos de los temas citados, como la migración y la igualdad de género, estarán presentes en la declaración final de la cumbre, que será aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno. También ratificarán una veintena de comunicados especiales.
Texto: Ana Lázaro y Carmen Peña / DPA
Foto: Morena Perez Joachin / DPA