Con ayuda de biólogos de la UAG, mezcaleros de El Calvario buscan recuperar la producción perdida por los incendios

Este año la comunidad tiene aún 600 litros para obtener recursos de su principal actividad, el próximo cosecharán el maguey que no se quemó, pero ya no tendrán...

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27 mayo,2019 4:12 pm
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Este año la comunidad tiene aún 600 litros para obtener recursos de su principal actividad, el próximo cosecharán el maguey que no se quemó, pero ya no tendrán de qué sobrevivir en 2021.
El Calvario, Chilpancingo, 25 de mayo de 2019. Con las primeras aunque tenues lluvias de este viernes y sábado en Chilpancingo concluye la temporada de incendios, pero se mantiene la incertidumbre para los vecinos de esta comunidad que perdieron 280 hectáreas de magueyal y palma de la que subsisten mediante la producción de mezcal y artesanías.


El presidente del Comisariado Ejidal, Juan Calixto García se dijo preocupado porque para este año aún tienen 600 litros de mezcal y siguen produciendo, para el siguiente cosecharán el maguey que no fue incinerado pero ya no tendrán más para el 2021.
El tiempo apremia, por eso este sábado sembraron agave pero tendrán que esperar de 6 a 8 años a que germine, crezca y madure.
Biólogos, un ingeniero agrónomo y una química acudieron al lugar a dar talleres sobre compostaje, cultivo de agave en vivero y de levaduras del mosto del mezcal para acelerar el crecimiento de las plantas y disminuir el tiempo del proceso de elaboración de la bebida alcohólica.
Con la ayuda de los biólogos del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Sarahí Toribio Jiménez, Ariana Barreto Romero, Eduardo Yeshua Nava Barrera, Alan David Morga Garibo y la química Cecilia Getzemany Nava Faustino escogieron semilla y la pusieron a germinar en un terreno justo a un lado de la fábrica de mezcal.
Antes, Nava Faustino y Barreto Romero dieron en la Comisaría la parte teórica para la germinación de semillas para el cultivo de agave Cupreata, donde expusieron que se puede inocular la semilla con microorganismos para acelerar su crecimiento, ofrecieron conseguir semilleros con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), y dijeron que se puede acelerar el proceso de fermentación integrando levaduras propias del maguey.
A pesar de las afectaciones a la zona no han recibido ayuda de las autoridades municipales, estatales ni federales, se han apoyado de los jóvenes profesionistas y del Frente de Colonias de Chilpancingo, con quienes declararon zona de conservación las 840 hectáreas del ejido el 13 de mayo.
Un verdadero calvario
La historia de esta comunidad es una sucesión de adversidaddes que han sabido sortear, son na’savi originarios de San Agustín ahora municipio de Cochoapa el Grande pero antes pertenecía a Metlatónoc, en la región de La Montaña, en las colindancias con Oaxaca.
El señor Mario Calixto Bravo relató que en 1974 cayó una tromba en su comunidad que destruyó la zona y se quedaron sin tierras de labor, y el gobernador Rubén Figueroa Figueroa los reubicó en Llanos de Tepoxtepec, la mayoría tiene familia en aquel municipio.
La mayoría se dedicaba a la siembra de milpa y al llegar a esta pedregosa zona intentaron hacer lo mismo, pero sin éxito, “no se puede sembrar grande, todo se tiene que hacer con pico, no se puede usar la yunta”.
En su lugar de origen no producían mezcal porque no hay el tipo de maguey necesario, sino para pulque “del más grande, mis familiares siguen haciendo pulque en Tierra Blanquita”.
La comunidad El Calvario se fundó en 1999, eran parte de Llanos de Tepoxtepec pero por diferencias culturales y conflictos agrarios se dividió.
Ya instalados y con la esperanza de progresar siguieron intentando vivir de la milpa, hasta que aprenden a elaborar la bebida espirituosa.
“Empezamos hace 15 años con Filiberto Saldaña de Mazatlán, tenía dos fábricas, “con él nos pegamos de peones, llevábamos las cabezas de maguey a las fábricas”, relató.

Por su parte el suplente del comisario y maestro mezcalero, José Calixto informó que su producción de mezcal anual es de 60 mil litros que venden principalmente en la zona Centro, pero también venden el maguey crudo.
Relató que se dieron cuenta de que no podrían sobrevivir de la milpa, y a pesar de la poca demanda de mezcal se arriesgaron y prosperaron con este negocio, “en años pasados el mezcal no tenía tanta demanda como ahorita, ahorita se vende muchísimo en las quemas, para fiestas. Realmente somos nuevos mezcaleros, creo que nos falta saber algunas cosas, estamos en proceso de mejorarlo, porque sabemos que si hacemos algo muy bien aún así siempre se puede mejorar”.
De la venta de mezcal obtuvieron buenas ganancias que les permitieron pavimentar algunos tramos de la carretera y llevar una vida un tanto cómoda, pero llegó el masivo incendio que comenzó el sábado 4 de mayo y fue controlado hasta el miércoles siguiente y que según los datos oficiales consumió en esa zona unas mil 200 hectáreas, y ahora el futuro de los 130 habitantes de esta comunidad de 35 familias es incierto.
Tejen redes ante el abandono de las autoridades
La comunidad está a unos 40 minutos de la ciudad de Chilpancingo en la parte alta del municipio, tiene una superficie de 840 hectáreas de las cuales la mayoría son de bosque, y según los expertos que los han acompañado está en excelentes condiciones.
En el lugar hay una tubería de la que deberían obtener agua pero está inconclusa, aunque en papel la obra se presenta como terminada. Le faltan mil 200 metros para llegar al poblado.
El 8 de mayo acudieron a la zona siniestrada tres regidores del Ayuntamiento sin ningún tipo de proyecto o asistencia, el mismo día subieron los jóvenes profesionistas que les llevaron agua, naranjas, cubrebocas, vitaminas, medicamentos, herramientas e ideas de cómo enfrentar la contingencia.

Con los biólogos y el Frente de Colonias de Chilpancingo tejieron redes para impulsar su desarrollo, se está haciendo un diagnóstico de la salud del bosque para buscar alternativas de producción.
En lo inmediato tienen planeado hacer lo que hacen decenas de comunidades mezcaleras que han acabado con su maguey: comprar a otras comunidades.
A mediano plazo el plan es reforestar su zona magueyera y la del bosque que fue arrasada por el fuego con más agave, explotar el vivero que comenzaron a construir este sábado mediante la venta de plantas jóvenes, “como nos dijo la bióloga (Sarahí Toribio), tenemos que ver esto como una nueva oportunidad, ya estamos trabajando”, externó el suplente del comisario.
Al largo plazo quieren hacer una zona ecoturística para aprovechar los tranquilos y bellísimos paisajes con los que cuentan, en donde podrían ofrecer la deliciosísima comida que preparan y su mezcal que es dulce y ligero, lo preparan de 40 grados de alcohol y según dicen, “no te pone borracho, te pone mágico”.
Texto, foto y videos: Rosendo Betancourt Radilla

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