Sospechan que los medicamentos de los hospitales públicos están siendo vendidos, de ahí la carencia.
Ciudad de México, 12 de junio de 2019. Ante la dificultad para encontrar antirretrovirales en los centros de salud, hay quienes utilizan redes sociales como Facebook y Grindr para comercializarlas en el mercado negro.
“¿Tienes Truvada?”, pregunta un usuario de Grindr, una red social dirigida a homosexuales. El otro usuario responde que sólo le quedan dos cajas, es decir, una dosis para dos meses.
El medicamento se entrega el mismo día, caduca en menos de un año y cuesta hasta tres veces menos que el precio regular.
Normalmente un frasco con 30 píldoras de Truvada, un medicamento compuesto por tenofovir y emtricitabina, oscila entre los 10 mil 800 pesos y los 15 mil, pero el hombre del otro lado de la pantalla los vende en 5 mil.
El mercado negro de antirretrovirales no es nuevo en la ciudad, según algunos pacientes, pero ante los problemas que se han presentado este año para conseguir el fármaco necesario, y los retrasos en los centros de salud del IMSS, ISSSTE y Seguro Popular, varios no tienen otra opción más que comprar a través de las redes sociales.
MURAL hizo un rastreo en las redes sociales y encontró usuarios en Grindr que se promocionan con nombres como Truv o PrePgunta, en referencia al PrEP, un tratamiento médico que puede evitar el contagio del VIH.
Para varios pacientes, los servicios de salud públicos son la única vía para conseguir su tratamiento y garantizar que no se agrave su condición de salud.
Por ejemplo, para Samuel Cedeño, si decidiera comprarlo por la vía privada su tratamiento le costaría entre 15 y 18 mil pesos mensuales para conseguir Raltegravir o Triumeq en una de las farmacias especiales que venden antirretrovirales en la ciudad únicamente con receta.
En el caso de Luis, un paciente quien prefirió el anonimato, ya lleva tres recetas que no puede surtir en el hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE porque le dicen que no hay su medicamento.
El problema inició en febrero, y de haber esperado a que surtieran hubiera estado tres meses sin medicina; sin embargo, el joven pidió ayuda a una organización civil que le consigue los medicamentos.
“Me da la impresión y tengo el temor de que el poco medicamento que haya en los hospitales públicos esté siendo vendido”, reconoció.
Texto: Agencia Reforma / Foto: Twitter
