Critican la inoperancia del gobierno de Acapulco en su política cultural

Señalan que la carencia de estrategias de formación artística condenan al municipio al atraso.

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2 marzo,2018 8:12 am
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Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano/ Foto: El Sur
 
El trienio del alcalde Evodio Velázquez Aguirre entra en su recta final sin haber realizado alguna actividad importante y trascendente relacionada con la formación cultural; mientras que la reapertura de los estudios municipales de arte fue rechazada por tercer año consecutivo al no asignárseles presupuesto este año y la Escuela de Iniciación Artística de Acapulco aún no forma parte del organigrama oficial del ayuntamiento.
Del mismo modo, no se sabe nada de la reposición del Centro Municipal de Artes y Oficios de Petaquillas, derribado en 2015 por el gobierno federal para dar paso a un corredor cultural que conduce al Museo Histórico Fuerte de San Diego y que se inauguró el pasado sábado 27 de enero.
Fue en el trienio de Luis Walton Aburto (2012-2015) que desde la Dirección de Cultura se aplicó el Programa Permanente de Formación Artística de Acapulco, que dio paso a la creación de los estudios municipales de arte, impartiéndose literatura, artes plásticas, danza y teatro.
Asimismo, y con financiamieento directo del municipio, se ofrecieron talleres no secuenciados, de los llamados no formales, impartidos principalmente por artistas y promotores culturales del país y miembros del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA).
Al mismo tiempo, y con recursos del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred) se edificó durante el segundo semestre de 2014 el Centro Municipal de Artes y Oficios ubicado en la calle Hornitos, en el barrio de Petaquillas.
No obstante, mientras el Programa Permanente de Formación Artística culminaba en junio de 2015, dicho centro municipal fue demolido junto con las oficinas de la Dirección de Cultura en enero de ese mismo año, para dar paso a la construcción del corredor cultural que va desde el Museo Histórico Fuerte de San Diego hasta la calle Morelos.
Según el proyecto original, anunciado el 20 de junio de 2014 por el presidente Enrique Peña Nieto, ambos edificios serían repuestos al municipio pero no ocurrió así.
Mientras tanto, si bien en septiembre de 2013 se cristalizó el proyecto de una Escuela de Iniciación Artística en Acapulco avalada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), es la fecha en que ésta aún no se ha incorporado al organigrama del ayuntamiento de Acapulco, careciendo de certidumbre jurídica para su operación.
 
Políticas incompletas y fallidas, critican.
 
Ante lo anterior, el consejero general de Cultura de Acapulco, Jesús Carranza, advirtió que por esta situación se podría perder al menos una generación de artistas así como de su público respectivo al tiempo que destacó el silencio de las autoridades municipales sobre la reposición del Centro Municipal de Artes y Oficios de Petaquillas y de las oficinas de la Dirección de Cultura.
Tras recordar que en el gobierno anterior, el de Walton Aburto, se ejercieron recursos millonarios para cultura, después de eso “llevamos años sin talleres, aunado al edificio que tiraron que ya estaba construido”, en referencia al Centro de Artes y Oficios.
“Por supuesto que hace falta la educación no formal, no sólo la escuelita para formar artistas”, aseguró indicando que se debería reorientar el presupuesto para que se lleven a cabo talleres pues de lo contrario “estamos perdiendo”.
Así, y a nombre del Consejo, Carranza exigió a las autoridades la realización de talleres, clínicas, simposios para actualizar a los artistas y formar público puesto que “una sociedad que no se forma, no se educa culturalmente, se atrasa (…) y es feo estar en el rezago; mientras los pueblos de los lados evolucionan nosotros no evolucionamos”.
Hacer peticiones formales por escrito o hasta manifestaciones públicas en el ayuntamiento son algunas de las propuestas que puso el consejero general en la mesa; “si nos apoyamos todos podemos llevar a cabo esos talleres que llevamos años que no tenemos”, reiteró.
Por su parte, el escritor y especialista en políticas culturales, Javier Reyes Martínez, comentó que “una política cultural sin una línea consistente de formación, es una política incompleta y fallida”.
“La animación cultural es un elemento de la trama de servicios culturales, que implican poco involucramiento de los sujetos dada su temporalidad y alcances; los procesos de formación artística pretenden transformar y sobre esa transformación, construir nuevos públicos, formar a nuevos creadores, promover los lazos sociales, creación de nuevos y mejores contenidos, provocar el diálogo”.
“Vaya, la formación artística tiene diversos matices que no pueden ser ignorados; añade una dimensión más profunda a la construcción de ciudadanía e identidad. Reitero, una política cultural que no contemple una formación seria, formal, profesionalizante, poco puede aportar a esas dimensiones”.
Ya anteriormente y sobre el tema el gestor cultural especialista en el desarrollo de los conocidos Faros (Fábricas de Artes y Oficios) en el país, Benjamín González Pérez, declaraba: “debe haber formación artística no formal; tenemos que pensar que el que estudia arte no sólo es aquel que lo quiere hacer de forma profesional y por lo tanto no necesariamente deben hacerse escuelas de carácter oficial; debemos tener una red informal de escuelas donde el que quiera y va a tomar teatro, por ejemplo, no lo haga por una calificación sino que lo haga por el gusto de expresar cosas”.
En entrevista para El Sur en noviembre de 2016, decía: “si tú ya tienes esa red de espacios con infraestructura básica para teatro, cine, baile, literatura y después ya tienes una política de formación pues tienes que hacer que esos espacios dialoguen entre ellos y se encuentren con otros”.
Esto es, “una política de intercambio, de red, que permita que lo que está sucediendo en el barrio, en el núcleo, se dé a conocer en otro lado con las mismas preocupaciones, los mismos problemas, de la mano del arte y la cultura”.
Si lo anterior sucede, “estaríamos combatiendo muchos problemas, desde ausencia de conocimientos hasta de inseguridad (…)”.
 
(Imagen de archivo de la inauguración del Centro Municipal de Artes y Oficios, que fue derribado para construir el Corredor Cultural, pero que ya no se repuso).

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