El 12 de septiembre de 1954, los felinos juegan su primer partido en el circuito de ascenso, de visitantes ante Monterrey, duelo que perdieron 3-0. El equipo estaba conformado por 31 universitarios, que intercalaban sus estudios con los entrenamientos.
Ciudad de México, 12 de septiembre de 2019. Víctor Manuel González Dávila, uno de los fundadores de Pumas, alistaba el festejo del 65 aniversario de la llegada de la escuadra universitaria al futbol profesional, sin embargo, la muerte lo sorprendió el 23 de agosto, apagando la celebración, en la cual buscaba reunir a los ex jugadores que todavía estaban en pie para recordar aquel partido del 12 de septiembre de 1954, en el cual hicieron su aparición en la Segunda División.
Semanas atrás el capitán de los universitarios en el ascenso, Manuel Echávarri también se adelantó en el camino y de los 31 estudiantes que formaron parte de aquel primer equipo, solo sobreviven Juan Weber, Alfredo Lama, Carlos Quintana, Carlos Martín del Castillo. Eduardo Sanguino, Roberto Juárez Sánchez y Antonio Figueroa.
Weber recordó que fue un grupo de estudiantes de Preparatoria y de las Facultades de Ingeniería y Arquitectura los encargados de presentar a Pumas en el aquel partido contra Monterrey, de visitantes, que perdieron por 3-0.
“Nunca imaginé cómo iban a cambiar las cosas, nada quedó de aquellos estudiantes que jugaban por puro amor a la camiseta y que éramos elegibles hasta que estábamos próximos a terminar nuestras carreras. Cierras los ojos y vienen aquellas anécdotas, los años en que nos juntábamos para defender la playera y hoy es otra cosa, son profesionales 100 por ciento, pero nunca deben olvidar estos pequeños detalles que hicieron grande al equipo”, recordó.
La escuadra auriazul fue dirigida por el costarricense Rodolfo Butch, quien tuvo que sortear todo tipo de obstáculos para lograr que los futbolistas se aplicaran en los partidos, poniendo la base de un verdadero equipo.
“Estaba en la Escuela Nacional Preparatoria 1 en San Idelfonso, me metí al equipo de futbol y de pronto nos hablaron de juntarnos para formar un equipo que iban a ser los Pumas, no lo pensé dos veces y me presenté. Había otros estudiantes de la Universidad, yo era volante por el centro, le pegaba con izquierda y derecha. El equipo tenía que hacer de todo para llegar a los partidos”, recordó Weber.
Eduardo Sanguino se presentó y les dijo: “Quieren goles, aquí estoy yo”. Y luego de verlo en acción, el tico Butch le dio la entrada al equipo.
Jugadores sin sueldo
Guillermo Aguilar Álvarez fue el primer presidente de Pumas, su entusiasmo lo llevó a presidir el equipo que se había conformado para dar sus primeros pasos en la Segunda División.
Al ser un equipo de estudiantes no percibían salario alguno y el directivo les daba su “domingo”, el cual era una entrada simbólica que distribuían entre los pasajes de la semana y la “coperacha” para cuando se quedaban varados o no había cena después de algún encuentro, incluso para comprar sus tachones.
“La primera vez que nos pagaron fue en un juego en el estadio de la Ciudad de los Deportes, nos dieron 40 pesos por haber ganado el juego. Era buen dinero, fue lo primero que nos pagaban, éramos profesionales, pero no teníamos sueldo”, recordó Juan Weber, volante del equipo fundador de los universitarios.
Alfredo Echávarri, capitán del equipo de ascenso, recordó aquellos años maravillosos y todo lo que su hermano Manuel sembró para en él.
“Era un chiquillo, tenía 13 años y acompañaba en mi hermano en algunos de esos viajes, donde lo único que importaba era llegar como fuera para enfrentar a los rivales en turno, me gustaba la camaradería que existía, como salían a defender la camiseta sin importar que al otro día llegaran después de haber viajado en tren o en camión toda la noche para presentarse a su primera clase del lunes”, detalló.
Alfredo logró ascender a los Pumas ocho años después, cuando ya formaba parte del equipo.
Texto: Alejandra Benítez / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
