Sobre la entrada de un nuevo cártel al estado –que advirtió la semana pasada– y si tiene que ver con el repunte de violencia, el prelado católico insiste que hay intereses de otros grupos delictivos de apoderarse de Guerrero.
Chilapa, Guerrero, 10 de febrero de 2019. El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dio su voto de confianza a las acciones anunciadas el martes por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, contra la violencia en 17 regiones con más delitos, entre las que se encuentran zonas de Guerrero.
En declaraciones en Chilapa, confió en que la operación de despliegue federal (que contempla Acapulco, Chilpancingo y la sierra) ayude a disminuir el grave problema de la inseguridad, pero insistió en que la militarización no ha resuelto el problema.
Expresó que ojalá las personas que llegaron de Tlacotepec a la sierra de Chichihualco respetaran la presencia de las fuerzas federales y que los desplazados de ocho comunidades puedan regresar a sus casas.
Rangel Mendoza opinó que Chilapa no tiene problemas como la sierra y en el municipio las cosas se han calmado mucho, que hay menos asesinatos y más orden. Dijo que además hay soldados en las entradas, aunque pidió una rotación de los efectivos.
Sobre la entrada de un nuevo cártel al estado –que advirtió la semana pasada- y si tiene que ver con el repunte de violencia, el prelado católico insistió que hay intereses de otros grupos delictivos de apoderarse de Guerrero y que la entidad siempre ha estado en manos del narcotráfico, desde antes del período del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Por otra parte, aplaudió la medida de López Obrador anunciada en Iguala de dar protección a quien informe del caso Ayotzinapa porque, dijo, “hay muchas cosas escondidas”.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
