Texto: Fernanda Carapia/ Agencia Reforma/ Foto: UdeG (Twitter)
Ciudad de México, 1 de julio de 2018. Tuvieron que pasar años para que Alfonso Islas Rodríguez viera “crecer” a su bebé: la ranamicina.
Luego de que el investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) le entregara los derechos de patente a la Universidad de Guadalajara (UdeG) de su antibiótico hecho a base de piel de rana, la casa de estudios iniciará, de inmediato, las acciones para producirlo y comercializarlo.
“Nuestra responsabilidad como Corporativo (de Empresas Universitarias), a partir de hoy, será lograr el mejor plan de negocios que nos permita la producción y comercialización de la ranamicina para generar los mejores dividendos para nuestra Universidad y el inventor”, aseguró el secretario de Vinculación y Desarrollo Empresarial del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Andrés López Díaz.
Islas Rodríguez recibió la patente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en 2017; su antibiótico –usado para tratar la mastitis bovina– también posee su patente internacional, en Suiza, y está en trámites para su registro en Brasil.
El investigador destacó que, a diferencia de los antibióticos comerciales, la ranamicina es un compuesto natural, por lo que los bovinos que lo reciben no generan resistencia.
“Este antibiótico natural cura, en una semana, la mastitis bovina (que es la inflamación de las ubres de las vacas lecheras), y regenera el tejido con la ventaja de que no deja residuos que al ser tomados por el humano le cause resistencia”, comentó.
Otro beneficio es que el productor no pierde dinero, puesto que la vaca no se retira de la ordeña, como ocurre cuando se le aplica penicilina.
En compañía con López Díaz, el investigador ya ha tenido reuniones con empresas del ramos farmacéutico veterinario para iniciar con los procesos de producción y comercialización del producto.
La Universidad de Guadalajara tiene vigentes 20 títulos de patente concedidos por alguna oficina de patentes en el mundo, sin contar la de la ranamicina, que se incluirá una vez que se haga el trámite ante el IMPI.
