Barcelona, España, 24 de febrero de 2018. Fue un suspiro para el Girona. Anotó su gol al minuto 2 y los hizo soñar. Pero fue eso, un suspiro porque los Luis Suárez, los Lionel Messi, los Gerard Piqué, los Phillippe Coutinho y los Jordi Alba fueron demasiado, hasta tomar la cancha para un Barcelona que se despachó con la cuchara grande y goleó 6-1 para mantenerse como líder muy solitario.
Fueron 6, pero pudieron haber sido más. Acomodados en la cancha, con la adrenalina de haber recibido un gol, y ganas de ganar, los culé se fueron al frente, se le echaron encima al rival y, apenas dos minutos después (al 4), el uruguayo Suárez regresó las cosas a su lugar. Y al 29, no podía ser otro, el argentino Messi metió orden con un gol que amenazaba para más.
Y fueron más, hasta que Suárez completó sus tres, Messi anotaría uno más. Coutinho los escoltaría para completar los seis. El Girona no sintió lo duro sino lo tupido. Barcelona jugó a placer.
Así fue el partido
Después de varios partidos de juego obtuso y marcadores raquíticos, el genio de Messi liberó a los azulgrana para, en la vigesimoquinta fecha, llevarse el primer duelo regional ante los gerundenses en la historia de Liga española con goles y fases de juego espectacular.
Ni el tempranero tanto del español Portu, a los tres minutos de juego, generó dudas en un Barcelona que replicó en el minuto cinco a través de Luis Suárez; amplió su ventaja a los 30 y 36 minutos con dos goles de Messi, y sentenció definitivamente el encuentro antes de la pausa (a los 44 minutos) con un nuevo gol del uruguayo, que también firmó el sexto en el minuto 76. El quinto, del brasileño Philippe Coutinho en el minuto 66, puso la preciosa guinda al pastel.
Así, y ante el equipo revelación de la Liga, los dirigidos por Ernesto Valverde mantuvieron su invicto en un campeonato, que lideran con 65 puntos.
A diez de distancia durmió hoy el Atlético de Madrid, que mañana visitará la cancha del Sevilla, el único equipo que consiguió derrotar a los rojiblancos en 2018.
Los azulgrana podrán contemplar el choque estrella del domingo y a su rival en dos jornadas -el Atlético- con la tranquilidad de trabajo hecho. Y bien hecho.
Más allá del fallo del francés Samuel Umtiti, que recibió como un regalo Portu para anotar el primer gol del Girona en el Camp Nou, pocos reproches caben a un Barcelona que, al dictado de Messi, dominó todas las facetas del juego.
Después de tres fechas sin marcar en Liga, el astro argentino dio un auténtico recital, que inició con la asistencia a su amigo Suárez en el primer tanto; continuó con sus dos goles; y prosiguió con su intervención en el cuarto y en todo un ramillete de jugadas que, de milagro, no acabaron en la red.
El doblete de Messi ilustró, un partido más, la amplitud de su inagotable repertorio. En el primero y tras recibir de Suárez, el cinco veces Balón de Oro superó a los tres contrarios que le salieron al paso, se fabricó un espacio donde no existía y, con un zurdazo pegado al palo, superó a Yassine Bounou.
Quizá pudo hacer algo más en esa acción el arquero marroquí del Girona, que seis minutos más tarde vio cómo el genio argentino burlaba a toda su barrera en un lanzamiento de falta a lo Ronaldinho.
Como el ya legendario ex delantero del Barcelona, Messi esperó a que el muro humano saltara para disparar raso al palo largo.
No contento con eso, y mientras el francés Ousmane Dembélé acumulaba fallos, el 10 azulgrana participó también en el cuarto gol del Barcelona, una fantástica jugada que arrancó Messi por su carril y culminó Suárez llegando desde atrás, tras asistencia de Coutinho.
Casi inocuo hasta ese momento, el brasileño fue creciendo en el partido hasta firmar un espectacular gol de rosca, ya en la segunda parte, que arrancó un sonoro “¡Ohhhh!” del Camp Nou.
Para entonces, el astro argentino se había tomado un pequeño respiro, que no le impidió seguir amenazando el arco del totalmente superado y rendido Girona.
Sorprendentemente fabulosos en lo que va de campeonato -son novenos con 34 puntos-, los dirigidos por Pablo Machín no veían la hora de que concluyera el partido, aunque en el tiempo añadido, de no ser por el brazo de Ter Stegen, pudieron firmar su segundo gol.
Suárez y Thomas Vermaelen, que sustituyó al tocado Gerard Piqué, firmaron aún otros dos palos. Y Nelson Semedo, con una lesión muscular, se retiró.
En el primer “derby catalán”, como erróneamente rezaba una pancarta, el Barcelona siguió a su líder y, pensando también en la próxima del Chelsea en la Liga de Campeones europea, se dio un atracón.
Texto: Redacción / DPA / Foto: EFE
