Empresarios de aquella entidad vienen a comprar maguey criollo, lo que ha ocasionado que los locales no tengan producto para elaborar la bebida, se queja uno de los afectados de la zona Norte.
Iguala, Guerrero, 5 de agosto 2019. Productores de mezcal de la zona Norte denunciaron que empresarios de Jalisco compran grandes cantidades de maguey criollo y que eso le quita mercado a su producto, además de que se enfrentan a revendedores y a quienes ofrecen alcohol de caña con sabores como si fuera mezcal.
Por cuarto año, el gobierno municipal de Iguala convocó a la Feria del Queso y el Mezcal a productores de la zona Norte, actividad de exposición y venta de estos productos en los que participan ganaderos y mezcaleros de municipios como Atenango del Río, Apaxtla, Teloloapan, Ixcateopan, Taxco, Cocula, Iguala, Buenavista de Cuéllar y Huitzuco.
Invitados por la regiduría de comercio de su municipio, Refugio Castrejón Castro, productor de mezcal de la comunidad de Coahuilotla, en Huitzuco, un poblado en el que la principal actividad comercial de su gente es la producción de esta bebida, es la primera vez que asiste a este evento y en todo el día apenas logró vender tres botellas de mezcal de 750 mililitros, con un valor de 180 pesos cada una.
El productor cuenta muchas anécdotas durante la plática, una de ellas sobre sus inicios en la venta del mezcal cuando tenían que salir con sus hijos o amigos a ofrecerlo en los pueblos vecinos, pero como a la gente se le hacía caro el litro lo terminaba dando en 80 pesos o menos, pues tenían que comer.
En la expo, en la que participaron unos 80 productores y en su mayoría revendedores de mezcal, el precio dice mucho de la calidad del mezcal y se encuentran desde 100 pesos el litro, hasta los de mejor calidad que cuestan entre 200 y 250 pesos, éstos últimos con certificación, como los de Cuetzala del mezcal Chicharra, que es uno de los tres certificados en la zona Norte.
Refugio Castrejón Castro, un campesino de la comunidad de Coahuilotla, que por tres generaciones su familia ha estado produciendo mezcal artesanal, contó que en su pueblo unas 30 personas se dedican a elaborarlo.
Contó que hace poco más de un año empezó a escasear la materia prima, que es el maguey criollo y que se da de manera natural en los cerros, por ello muchos de ellos han tenido que cultivar el maguey de la región.
De enero a mayo es la fecha de la cosecha del mezcal, contó, y dijo que en su caso cada año produce hasta dos mil 500 litros que vende en 180 pesos el litro.
Denunció que un fenómeno al que recientemente se empezaron a enfrentar es a la “competencia desleal” de “Los Jaliscos”, como ubican a los empresarios de Tequila, Jalisco.
Refugio contó que mientras ellos compraban las piñas o pencas del maguey, que llegan a pesar en su etapa madura entre 50 y hasta 100 kilogramos, entre 6 y 8 pesos, los empresarios de Jalisco ofrecen a los campesinos que las cortan en los cerros hasta 12 pesos por kilo, por lo que éstos prefieren venderle a los empresarios.
Señaló que ante la escasez de maguey criollo se empezó a cultivar en enormes parcelas, pero que “los Jaliscos” han llegado a éstas a comprarlas completas, “inclusive metiendo maquinaria retroexcavadora”.
Indicó que hace días, los empresarios de Jalisco le ofrecieron a un vecino de su comunidad comprarle las más de seis mil plantas de maguey que tiene en sus tierras, por las cuales le ofrecieron 2 millones de pesos, es decir unos 333 pesos por cada penca.
Los mezcaleros de Huitzuco y de Cuetzala del Progreso –éstos últimos hace tres años vendieron 40 toneladas de maguey a “los Jaliscos”– dijeron que la versión que a ellos les dieron es que le había caído una plaga al agave azul, con el que producen el tequila, y que además la demanda de esta bebida era demasiada, por lo que tenían que venir a comprar el maguey de Guerrero.
En ambos casos un productor sin certificación y otro que cuenta con ella estimaron la posibilidad de que los empresarios del tequila compren el maguey de Guerrero para bajar su producción, porque esta bebida, el mezcal, le quita mercado al tequila.
Además que los productores de mezcal, como en el caso de la marca Chicharra, se tuvieron que involucrar en el mercado de mezcales de sabor como maracuyá, jamaica y nanche, ante la competencia “desleal” que representa la venta de alcohol de caña con licores de sabor que van desde fresa, tamarindo, café, coco, mamey, cappuccino y galleta, que cada vez tiene más apogeo principalmente entre los más jóvenes.
Texto y foto: Alejandro Guerrero
