Derriba prejuicios… de residente a directora del Hospital Magdalena de las Salinas

A sus 53 años de edad Fryda Medina Rodríguez, se convirtió en la primera mujer en dirigir un hospital de tercer nivel de ortopedia y trauma.

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14 julio,2019 7:15 am
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A sus 53 años de edad Fryda Medina Rodríguez, se convirtió en la primera mujer en dirigir un hospital de tercer nivel de ortopedia y trauma.
Ciudad de México, 14 de julio de 2019. Corría 1988, Fryda Medina Rodríguez era una de las dos mujeres residentes de la especialidad en traumatología y ortopedia, de la que cursaba el primer año en el Hospital Magdalena de las Salinas del IMSS.
“¿Tú vas a operar? ¿A ti te mandaron?”, cuestionó el cirujano titular a la joven médica cuando la vio llegar y la mandó a lavarse para entrar al quirófano.
“Me fui a lavar, pero en la contrapared del lavabo estaba el teléfono y el doctor habla y le dice al jefe de guardia: ‘te pedí un residente, no una vieja'”, rememora quien ahora dirige el hospital.
Entonces, agrega, todavía se creía que las mujeres no podían operar un fémur o reducir una fractura porque no tenían la “fuerza” o “rudeza” necesarias para jalar y acomodar huesos tan grandes.
“Me dije: ‘no pasa nada, yo le voy a demostrar que una vieja también sabe operar'”. Y no desistió, aun cuando le propusieron que mejor estudiara ortopedia pediátrica. Sin pelear, con trabajo, dice, probó que la técnica se aprende y ahora es experta en politrauma –las lesiones más graves– y en salvar extremidades en riesgo de amputación.
“Pasó el tiempo y ese doctor me presentó con su esposa y le dijo: ‘mis respetos para la doctora Medina'”, narra.
En 2017, fue designada directora de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, mejor conocida como Hospital de Magdalena de las Salinas.
A sus 53 años, se convirtió en la primera mujer en dirigir un hospital de tercer nivel de ortopedia y trauma.
El IMSS tiene 25 de estas unidades, 4 de ellas exclusivas para traumatología y sólo una de éstas tiene a la cabeza a una mujer. Del total, apenas seis son dirigidas por mujeres.
La especialista indica que su amor por los huesos se remonta a su adolescencia, cuando iba a la preparatoria, practicaba atletismo y le interesaban las lesiones deportivas. Después, estudió medicina en la UNAM.
Tras terminar la especialidad en el IMSS, fue cirujana de base durante 20 años y, estima, realizó alrededor de 5 mil cirugías. Los médicos que atendían los traumas se dividían en dos bandos, recuerda, los técnicos y los rudos.
“Yo fui de los rudos, fui 20 años tropa. A mí me gustan los huesos largos, el politrauma, siempre me ha gustado lo difícil. A lo mejor soy medio ‘rambesca'”, sostiene Medina, esbelta, alta, con vestido floreado, tacones rojos y su impecable bata blanca.
Actualmente, considera, las mujeres son aceptadas en traumatología, pero su inclusión va a paso lento. En 2019, sólo ocho mujeres estudian la especialidad en el Magdalena de las Salinas.
“Antes sí nos veían como bicho raro, a ver en qué momento nos desmayábamos o decíamos: ‘ay, no puedo’. Ahora, tenemos mesas de fracturas que nos ayudan a traccionar, a posicionar al paciente, herramientas tecnológicas que no teníamos hace 30 años”, destaca.
Medina sigue siendo de las pocas mujeres que exponen sus técnicas quirúrgicas en foros internacionales, pero confía en que más colegas irán ganando terreno.
Y si alguno duda todavía de su capacidad, ella responde: “Soy tan ortopedista como tú, soy tan médico como tú, aunque no sea hombre”.
Texto: Dulce Soto / Agencia Reforma
Foto: Iván Serna Ruiz / Agencia Reforma
 

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