Acapulco, Guerrero, 24 de marzo de 2022. Desde el pasado lunes y hasta este viernes se desarrolla la Tercera Semana del Títere en Chilpancingo y que más allá de ofrecer divertimento, pretende infundir en el ánimo de la gente algunos de los valores que como sociedad se han estado perdiendo.
Así comentó el director de la compañía Autobús de los Títeres, Gustavo Santos Rendón, organizador de esta actividad, quien en charla telefónica recordó que todo surgió hace tres años de la mano de la celebración del Día Mundial del Títere (21 de marzo) y de conocer el festival de títeres y marionetas que se realiza en El Salvador.
Así, dijo, vio la posibilidad y la oportunidad de poder desarrollar un proyecto similar para Chilpancingo.
“Cuando yo regreso de ese evento en El Salvador me quedé con la idea de que nosotros también podemos realizar algo parecido aquí en Chilpancingo, una cosa que no se había hecho”, destacando la dificultad para llevar a cabo el desarrollo del proyecto ante la apatía de las autoridades y los escasos recursos para hacerlo de manera independiente.
Ahora, con tres ediciones realizadas de manera independiente, precisamente, Santos Rendón celebró que de a poco, el público responde favorablemente.
Fue el lunes cuando iniciaron las actividades de este año en la comunidad indígena Emperador Cuauhtémoc con la presentación de la obra Las aventuras en Ciudad Basura, una obra de creación propia y que está basada en la crisis de la basura por la que atraviesa Chilpancingo.
Luego, el día martes tocó el turno a la obra Sopa de rata, del grupo teatral acapulqueño La Gruta, en el barrio de San Antonio.
El festival habría de continuar ayer miércoles con el trabajo Las leyendas de mi tierra, también en el Barrio de San Antonio.
Las actividades continuarán este jueves 24 en el Taller TETLI (a un costado de la biblioteca central) con el trabajo Las leyendas de mi tierra y culminarán el viernes 25 en el salón de té Sita (sobre la avenida Ruffo Figueroa) con la presentación de la obra Cabaretíteres (títeres para adultos) que cumple ya 500 representaciones.
Santos Rendón resaltó que este tipo de actividades más allá de ofrecer diversión también pretenden infundir en el ánimo de la gente algunos de los valores que como sociedad se han estado perdiendo, “estamos viviendo un desmoronamiento de nuestra sociedad y de sus valores sociales.
“Hay una generación de niños y jóvenes con ciertos modelos de conducta que se deben abatir, se deben trabajar en conjunto como sociedad y nosotros, con nuestro trabajo, colaboramos”.
Ello, abundó, “porque es una manera de acercarnos a los niños y dirigirnos a ellos sin que lo vean como algo impuesto permitiéndonos de una manera fácil, ya sea con nuestras obras o talleres trasmitir y compartir valores”, recordando que cuando un niño se acerca a un títere siempre hay un antes y un después.
“Quizás no podamos abatir las conductas nocivas de golpe pero sí podemos empezar a modificar conciencias”, concluyó.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
