Texto: Redacción/ Foto: Instagram
Buenos Aires, Argentina, 3 de junio de 2018. Una feria de arte en Argentina fue el foco de atención en las redes este fin de semana al presentar un particular bocadillo como objeto artístico: un pastel con la figura de Jesucristo en tamaño real, con todo y sangre.
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Se trata de la Feria de Arte Contemporáneo Argentina (FACA) donde, como parte de la muestra “Jesúscake”, los espectadores pudieron cortar y degustar una rebanada del “cuerpo” de Jesús.
Sin embargo la foto que más conmocionó a las redes fue la del ministro de Cultura de Argentina quien fue captado rebanando y comiendo de buena gana una porción del “brazo” de Jesús, lo que provocó severas críticas, incluso hubo quienes pidieron su renuncia.
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“No basta con disculparse. Por respeto a todos los que ofendiste, RENUNCIA YA”, escribió una mujer en el muro del ministro.
“Todo mi repudio a vos y tu falta de respeto a todos los católicos. La perversidad de comerse la torta del Hombre mas excelso de la creación, todo torturado, herido, crucificado, y comerse entre risas su cuerpo, es aberrante. Queremos que renuncies y te lo diremos en cada lugar donde te veamos. Nos ofendiste en nuestras mas sensibles creencias religiosas y eso no tiene arreglo”, le reclamó una usuaria.
“Despreciable tu actitud de la torta! Por qué no haces una con tu abuelita muerta o alguien a quien hayas querido a ver si te parece gracioso? Hiriendo los sentimientos de tantos cristianos no serás más popular ni obtendrás más votos para tu partido. Lamentable!”, continuó el repudio.
Tanta fue la presión que el ministro se vio obligado a pedir disculpas a los ofendidos católicos que vieron en su actitud un acto de transgresión e irreverencia
“Quiero disculparme”, escribió en su página de Facebook, para posteriormente recalcar que “el lugar del arte es muchas veces precisamente el de incomodarnos y sacudirnos”, y añadió que es responsable de sus intervenciones y reiteró las disculpas.
Dicha muestra fue creada por Pool Paolini y Marianella Perellidos, dos artistas rosarinos que son reconocidos en el mundo del arte por sus obras transgresoras que mezclan imágenes religiosas con personajes del mundo infantil, bautizado por los artistas como “Kidstianismo”.
Su obra, además del polémico pastel, incluye una exposición con muñecos de peluche y yeso crucificados que busca imaginar cómo serían los ídolos católicos desde la percepción de niños de 11 años.
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