Los investigadores aseguran que no son peligrosas, pero alertaron que si continúa la movilidad y no hay vacunación, podrían mutar más rápido y volverse dañinas
Chilpancingo, Guerrero, 23 de marzo de 2021. En investigaciones que ha realizado el Laboratorio de Diagnóstico e Investigación en Salud (Labdis), de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), especialistas informaron que en el estado detectaron tres variantes del virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, pero que no son peligrosas.
En una videoconferencia, los universitarios, entre ellos la directora de Investigación, Berenice Illades; y el director de la Facultad de Ciencias Químicas y encargado del laboratorio, Óscar del Moral Hernández, alertaron que si continúa la movilidad y no hay vacunación, las variantes podrían mutar más rápido y ser peligrosas.
Indicaron que las variantes fueron detectadas en siete pacientes originarios de Acapulco, Chilpancingo e Iguala, quienes formaron parte de una investigación realizada con universitarios especializados en el tema.
Aclararon que no se tratan de variantes como las cepas británicas, sudafricanas o brasileñas, que se caracterizan por su carácter “agresivo y contagioso”, explicaron los universitarios.
Óscar del Moral detalló que los virus, de manera natural, van introduciendo cambios en su material genético cada vez que se van multiplicando, “los virus hacen eso todo el tiempo y el SARS-CoV-2 no es la excepción”.
El virus tiene aproximadamente 30 mil letras en su secuencia genética, “y cada vez que se va haciendo una copia, se puede ir cambiando una letra o se puede ir perdiendo, y de manera natural aparecen cambios, conforme se va esparciendo”, explicó el especialista.
Desde octubre de 2020 se reportaron esos primeros cambios, considerados importantes, los cuales no van a tener un efecto ni para el virus ni para el humano, pero algunos sí, “desafortunadamente”.
Al enterarse de las cepas sudafricana, la brasileña y la británica, los investigadores consideraron muy importante conocer cuáles de estas variantes circulaban en Guerrero; sin embargo, la tecnología que se utiliza para detectarlas no es fácil conseguirla y es costosa.
Por lo anterior, Óscar del Moral dijo que afortunadamente para la UAG y para el estado, en el Labdis se tiene a este personal y así se buscó apoyo con otras instituciones, para que les ayudaran a secuenciar las letras y después traer la tecnología para realizar los estudios.
Destacó que las siete muestras analizadas, con ayuda del Instituto de Tecnología Genómica, se encontraron tres diferentes variantes, que pertenecen al mismo linaje: B.1, otra en la variante B.1.189 y también uno en la B.1.243.
“Lo más importante de este descubrimiento es que en siete muestras analizadas, encontramos tres versiones diferentes de esas 30 mil letras, que hay cambios”, y celebró que afortunadamente no es ninguna de las variantes de las cuales se ha hablado: la británica, sudafricana o brasileña.
Sin embargo, debido al descubrimiento, Óscar del Moral consideró que es importante comenzar con un programa de vigilancia epidemiológica molecular, para saber cuáles están circulando y continuar ubicando cada mes las variantes que circulen del virus.
Precisó que para Guerrero existen 71 muestras analizadas, siete son del Labdis y que la variante más común es la B.1.222, que es la que han reportado los institutos de Salud, pero no es la que encontraron mayoritariamente.
“Tenemos que adelantarnos al virus, porque si no lo hacemos es muy probable que sigan apareciendo más variantes, y en algún momento ni las vacunas serán efectivas”, enfatizó el especialista.
Contó que una de las variantes fue encontrada en enero, “cuando encontramos el código, de 30 mil letras, solamente estaba reportado en Tijuana, Baja California. Investigando, supimos de un paciente que convivió con familiares provenientes de esa región en Estados Unidos y haciendo la investigación, se informó que varios resultaron contagiados”.
Expuso que ese es un ejemplo de cómo las variantes llegan de otras áreas geográficas a Guerrero, “así es justamente como las variantes llegan a otros lugares y como se introduce una nueva”.
Por su parte, Berenice Illades dijo que se debe frenar el virus, primero con los cuidados sanitarios y luego con la vacuna, porque si se propaga de manera natural muta más rápido.
Además, informó el Labdis está trabajando en un proyecto conjunto con la Secretaría de Salud estatal y el hospital general Raymundo Abarca Alarcón, en donde se está desarrollando un análisis de la respuesta a la vacuna que está teniendo el personal de salud, que recibió la vacuna Pfizer, “para conocer el nivel de respuesta y de inmunidad que están desarrollando”.
Recordó que el laboratorio donde se realizan pruebas de detección de Covid-19 está por cumplir un año, el próximo abril, y que desde esa fecha han realizado 14 mil pruebas, de éstas, dió positivo el 41.7 por ciento. En junio, el 46 por ciento de los pacientes que se realizaron la prueba fueron positivos y en enero el 51 por ciento.
La universitaria añadió que hasta este lunes, más de 500 brigadistas en las diferentes áreas, han apoyado a la vacunación de adultos mayores.
Texto: María Avilez Rodríguez / Foto: José Luis de la Cruz
