El Ejército y la Guardia Nacional arrestan a otros nueve vecinos que participaron en la protesta y finalmente los dejan libres. El alcalde explica que acudió para calmar a los manifestantes a petición del jefe militar y denuncia que soldados le tomaron fotos y trataron de vincularlo al amotinamiento
Ciudad Altamirano, Guerrero, 24 de febrero de 2020. El Ejército y la Guardia Nacional detuvieron en dos eventos en Zirándaro a 18 personas presuntamente ligados al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el pasado viernes, pero un grupo de pobladores intentó recuperarlos en medio de protestas, por lo que tuvieron que llevárselos por aire.
El alcalde Gregorio Portillo Mendoza, del partido Morena, intervino para calmar a los pobladores, y después arremetió contra los militares en un comunicado, en donde reclamó que lo exhibieron en fotos y además lo relacionaron con un detenido que llevaba su número telefónico.
En un boletín la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz informa que elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policía del Estado aseguraron el viernes, en dos eventos distintos en el municipio de Zirándaro, a 18 hombres que portaban armas, varios vehículos y un camión blindado que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
El primer evento ocurrió cuando personal militar y policías estatales repelieron una agresión de civiles armados cerca de las 15:00 horas en la localidad de La Calera, Zirándaro y detuvieron a nueve hombres con 12 armas largas, compuestas por once rifles AK-47 y uno AR-15.
Además, se les aseguraron cargadores, fornituras y cartuchos de distintos calibres, así como un vehículo con blindaje artesanal, llamado comúnmente “monstruo”.
El segundo evento, que fue a consecuencia del primero, ocurrió cuando personal de la Guardia Nacional al realizar reconocimientos terrestres observaron a distancia a un grupo de civiles armados.
La Guardia Nacional procedió al aseguramiento de nueve personas que portaban diversas armas y que se encontraban en un campamento.
El arsenal consistió en 13 armas largas, un arma corta, 103 cargadores, 4 mil 330 cartuchos de diferentes calibres, una granada de gas lacrimógeno y dos camionetas Pick Up.
En los dos eventos, la Guardia Nacional otorgó cobertura aérea con un helicóptero para dar seguridad a las instituciones policiales y protección a la población.
Las 18 personas, armas de fuego, cargadores, cartuchos, fornituras y vehículos asegurados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
Los chalecos y el vehículo tenían distintivos del CJNG.
De estos dos casos, se reportó que mientras se realizaban los trámites, unas 80 personas, entre mujeres y niños, llegaron a protestar a la base que tiene el Ejército en Zirándaro para exigir su liberación. Al lugar también llegó el presidente municipal, quien posteriormente dijo que iba a petición de los mismos militares como intermediario para calmar a la gente.
Se pudo conocer entre los asistentes, que habían detenido a nueve personas más. Que eran de las que protestaban airadamente y encararon a militares pero que finalmente los liberaron y no los relacionaron con el caso, sin embargo de esto no hay reporte oficial.
Los detenidos fueron trasladados por aire durante toda la tarde y parte de la noche a Chilpancingo para ponernos a disposición de la FGR.
Sin embargo el alcalde dijo que está molesto por la acción y las formas en las que ocurrió el problema de tal forma que en un comunicado que difundió en sus redes sociales oficiales aclaró 8 puntos del caso.
“Niego categóricamente que haya acudido a dicho sitio a confrontar al Ejército sino todo lo contrario, acudí a petición expresa mediante llamada telefónica del comandante del 34 Batallón de Infantería, el coronel Corona. Quien me pidió el apoyo en ir a tratar de calmar a la población que se encontraba amotinada a las afueras de sus instalaciones en la plaza del pueblo”.
Pero su inconformidad fue porque presuntamente el mismo Ejército difundió unas fotos. “Me preocupa muchísimo la muy malintencionada difusión de esas fotografías por parte de elementos del Ejército ya que fueron ellos los únicos que tomaron fotografías pues solicitaron a los civiles no grabar”.
“En un momento de la discusión entre los pobladores y el Ejército un elemento me reclamó frente a la población el que uno de los detenidos tenía registrado mi número de teléfono. Asomando ya toda la intención de vincularme para generar descrédito en mis denuncias”, dijo el alcalde.
“En mi participación nunca agredí a las fuerzas armadas sino todo lo contrario. Ratifique mi solicitud de que se instalen los tres puntos de seguridad en la cabecera, La Calera y Cuatro Caminos que bien nos podrían evitar más confrontaciones”.
Dijo: “Sigo afirmando que la estrategia de seguridad del espurio Calderón fracasó porque sencillamente nunca existió. Degradó a nuestras heroicas fuerzas federales convirtiendo al Ejército en un vil grupo de sicarios que se dedicaron a exterminar a los grupos contrarios al cártel de Sinaloa (léase caso García Luna)”.
“Más de 20 años de narcogobierno dejó consecuencias indiscutiblemente, cientos ¿o miles? de mandos corrompidos que sirvieron estos años a intereses oscuros. Confío plenamente en el presidente AMLO. Sé que en su debido momento ha de destapar la cloaca que dejó a su paso el narco gobierno”.
“Yo no soy ni seré esclavo de intereses de nadie. Si hay presidentes municipales que más que colaboradores del crimen son sometidos y obligados ceder poder (realidad de la que hasta hoy casi nadie habla en Guerrero y/o Tierra Caliente), yo no soy uno de ellos. Conmigo no se equivoquen, ni gobiernos titubeantes ni pseudo periodistas. Aquí carecemos de todo pero lo que nos sobra hasta para regalar a otros municipios es mucha dignidad”, finalizó el comunicado.
Texto y foto: Israel Flores
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