La activista, dirigente del Colectivo Libertario Zapata Vive, suma ya 21 años y 9 meses de cárcel en dos sentencias condenatorias, y tiene otras cuatro causas penales que no se han resuelto, informa el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero que lleva su defensa
Chilpancingo, Guerrero, 12 de marzo de 2022. El juez del Tribunal de Enjuiciamiento de Ecatepec, Estado de México, dictó el jueves una segunda sentencia condenatoria de 11 años y 3 meses de prisión en contra de la dirigente del Colectivo Libertario Zapata Vive y del Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos (Molpeg), Kenia Hernández Montalván.
Apenas el 20 de febrero pasado, el juez de Control de Almoloya de Juárez dictó una sentencia por 10 años de prisión a Hernández Montalbán, por el presunto delito de robo con violencia.
Con la del jueves ya son dos sentencias condenatorias en contra de Kenia, por lo que, sumadas podría pasar 21 años y 9 meses en prisión “por un delito que no cometió”, denunció el abogado del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, Antonio Lara, quien se hace cargo de su defensa.
“Esto demuestra que el Estado mexicano y las empresas concesionarias de autopistas privadas por OHL, Aleatica, autovías mexiquenses, entre otras, son las que insisten en mantener en prisión a Kenia Hernández por ser mujer, indígena y activista social”, denunció por su parte el mismo organismo de derechos humanos en un breve comunicado.
La activista tiene al menos otras cuatro causas penales por los mismos delitos que aún no se han resuelto según informó el abogado que encabeza su defensa.
Insistió que la sentencia que le dictó el juez el pasado jueves y la del 20 de marzo, no se ajustan a derecho y que se emitieron por motivos políticos para criminalizar la protesta.
La dirigente del Colectivo Libertario Zapata Vive fue detenida el 18 de octubre de 2020 en la caseta de cobro de Amozoc, Estado de México y trasladada al penal federal de Almoloya de Juárez, pero cinco días después fue cambiada al Centro Femenil Federal de Morelos, donde cumple su condena.
Mientras tanto, el Molpeg emitió ayer un pronunciamiento por la libertad inmediata de Kenia Hernández, y, al mismo tiempo se manifestó “en contra de cualquier declaración difamatoria en su contra”.
Recordó que desde hace 16 meses, Kenia permanece presa “injustamente” en un penal de máxima seguridad, “y hemos luchado y seguiremos luchando por su libertad”.
El Molpeg reprochó ante las acciones del movimiento social por su libertad, “hay otros esfuerzos de agentes del sistema y medios de comunicación que se activan para atacarla y difamarla”.
La organización que fundó Hernández Montalbán denunció que la han acusado de infiltrada y cuestiona que entonces por qué el gobierno federal la mantiene presa, aislada y amenazada, y a menos que se declare culpable no recuperará su libertad. ¿Desde cuándo el gobierno hace eso con sus propios in filtrados?, cuestionó.
Añadió que también han dicho que no es activista ni defensora de derechos humanos, cuando existe el antecedente de que brindó la alfabetización a las mujeres indígenas de su comunidad desde sus 16 años, además de que ha gestionado pensión alimenticia a favor de mujeres indígenas de escasos recursos de su comunidad a las que defendió legalmente sin cobrar honorarios.
Argumenta, asimismo en su favor la fundación del Molpeg, “con cuyas movilizaciones logramos liberar a casi todos los presos políticos campesinos del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop).
“Es una compañera con mucho valor para denunciar sin miedo las violaciones a derechos humanos cometidas en su región Costa Chica por supuestos grupos de policía ciudadana y denunció valerosamente que (la policía ciudadana) eran un brazo armado de los caciques y del entonces gobernador”.
Además le atribuyen la denuncia constante de los feminicidios y añade que trabajó para que la Casa de Justicia de Cochoapa, municipio de Ometepec de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) “respetara el reglamento promoviendo el respeto a las asambleas comunitarias como la máxima autoridad, así como el respeto a los derechos humanos tanto colectivos como individuales.
Además refiere que estaba luchando a favor de las presas inocentes del Estado de México y que al momento de su detención había logrado liberar por lo menos a una, a Lesly, que estaba presa por defender su cuerpo de una violación sexual.
Le suman a su lucha, asimismo, la defensa de las artesanas y comerciantes, “a las que querían despojar de su derecho a trabajar y vender en las calles sus artesanías y productos del campesinado, en la Ciudad de México.
“La hemos visto ponerse al frente cuando se trata de luchar contra una injusticia y de cualquiera que fuera, simplemente a nuestro alrededor no hay más opción que seguirla, porque nos inspira su temple y valentía de mujer que no tolera las injusticias, aunque eso ahora le esté costando la libertad y parte de su vida”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Archivo
