Texto: DPA / Foto y video: (@Antonio_Rosique)
Madrid, España, 12 de abril 2018. La Liga de Campeones es la competición de clubes más prestigiosa y admirada a nivel mundial, símbolo de organización, eficiencia y futbol de elite, pero el rechazo de la UEFA a introducir la tecnología para dirimir situaciones controvertidas como las que se vivieron en los cuartos de final está multiplicando las voces de protesta.
Si el año pasado fue el Bayern Múnich el que pidió enfáticamente la aplicación del sistema de videoarbitraje (VAR) en la Champions tras su eliminación ante el Real Madrid en cuartos, ahora es la Juventus la que insiste con la tecnología después de su despedida cargada de polémica en el Santiago Bernabéu.
“Tenemos la tecnología para evitar este tipo de situaciones. Estoy seguro de que el árbitro será la persona más decepcionada del mundo cuando vea la repetición por televisión”, dijo el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, quien es a su vez el titular de la influyente Asociación de Clubes Europeos (ECA).
El árbitro inglés Michael Oliver quedó en el ojo de la tormenta por el penal que cobró en el minuto 93 en favor del Real Madrid y que supuso la clasificación agónica del defensor del título a semifinales.
La supuesta infracción de Mehdi Benatia sobre Lucas Vázquez, que luego Cristiano Ronaldo convirtió en gol, abrió un debate a nivel mundial en el que no parece haber acuerdo: algunos medios y personalidades del futbol hablan de “robo”, otros de “justo penal”. Todo se mide según la pertenencia o simpatía que se tenga con uno u otro club.
Paradójicamente, la jugada de la polémica tal vez no hubiera sido solucionada con la presencia del VAR, ya que en caso de no haber un acuerdo unánime, el criterio es no intervenir. El sistema de videoarbitraje, que es impulsado por FIFA y en Rusia hará su debut en un Mundial, sólo se aplica a jugadas decisivas en las que el error es indiscutible.
Sí podría haber sido de gran ayuda, por ejemplo, en la serie entre el Manchester City y el Liverpool, en la que el árbitro español Mateu Lahoz anuló incorrectamente un gol del conjunto de Josep Guardiola que hubiera puesto incertidumbre al cruce que finalmente ganaron los “reds”. La posición adelantada de Leroy Sané no era tal, ya que el balón llegó de los pies de James Milner, jugador rival.
El VAR también podría haber echado luz sobre el gol anulado a Isco ante la Juventus por presunta posición adelantada, una jugada que quedó en el olvido por el terremoto desatado en el final del encuentro en Madrid.
Pese a todas las controversias, la UEFA dejó en claro que el sistema de videoarbitraje no forma parte de sus planes. En febrero, durante el Congreso en Bratislava, el presidente Aleksander Ceferin cerró la puerta al VAR al considerar que aún existe “una gran confusión” en torno a su uso. “No vamos a utilizar el asistente de video en la próxima temporada de la Champions League”, dijo el directivo entonces.
A nadie pasa inadvertido, en realidad, que el VAR es una iniciativa impulsada principalmente por la FIFA, un organismo con el que la UEFA se encuentra en una tensión casi permanente. La tecnología formó parte de eventos FIFA como el Mundial de Clubes, Copa Confederaciones y Mundiales juveniles, pero aún aguarda por su implementación en los eventos estrella de UEFA.
Sin embargo, su uso, que fue aprobado en marzo por International Football Association Board (IFAB, el organismo encargado de regular las normas del futbol), se está extendiendo por diversas confederaciones y federaciones. En Sudamérica, la Conmebol ya lo implementó en la Copa Libertadores y muchas Ligas nacionales en Europa están haciendo lo propio.
“La FIFA está siendo más innovadora que la UEFA, normalmente es al revés”, dijo recientemente con cierta ironía el jefe de la junta directiva del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge. “Es así, lamentablemente. Pero estoy seguro de que el videoarbitraje también tendrá su lugar en la Liga de Campeones (en un futuro)”, vaticinó el alemán, quien todavía recuerda las decisiones arbitrales del húngaro Viktor Kassai -en particular la polémica expulsión de Arturo Vidal- en la serie de cuartos de final que el Real Madrid ganó el Bayern en la última Champions.
Furioso, Agnelli fue un paso más allá este miércoles y pidió la renuncia de Pierluigi Collina, el jefe arbitral de la UEFA. “El cargo debería rotar cada tres o cinco años”, afirmó el directivo.
La pelota está ahora en manos de la UEFA, aunque parecería que mucho no podrá hacer de momento. Salvo un cambio imprevisto, el VAR no formará parte de la Champions al menos hasta la temporada 2019/20.
La verdad es que si pita el penalti, es un robo.
La verdad es que si no pita el penalti, es un robo.
El VAR no solucionará esto.
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En esto consiste el negocio. pic.twitter.com/BmLV5jG3Ug— Regla18 (@reglaXVIII) 11 de abril de 2018
