Uno de los ejemplos más representativos fue el legado por la administración perredista de Evodio Velázquez, sólo equiparable con el que dejó en su momento el priista Manuel Añorve Baños.
Acapulco, Guerrero, 28 de diciembre de 2018. El gobierno de Acapulco encabezado por Evodio Velázquez Aguirre y que concluyó este 2018 dio, según la propia comunidad cultural, clases de incompetencia: tres años, tres directores de Cultura (Citlali Guerrero, Julio Zenón Flores Salgado, Rogelio Maciel Dorantes), cero programas reales de formación, actividades de animación de relleno como los Sábados culturales y la cancelación de la Feria Internacional del Libro de Acapulco (FILA).
Todo lo anterior es ahora parte de su legado al igual que la imposibilidad de convertir a la dirección de Cultura en instituto, lo que le permitiría una mayor solvencia económica e independencia para trabajar.
Así, sus resultados sólo se comparan a los del trienio del priista Manuel Añorve Baños (2009-2012) que entre otras cosas convirtió al Festival Internacional La Nao en una feria de pueblo.
De hecho, en su propio último informe de gobierno Velázquez Aguirre, donde nuevamente incluyó talleres de zumba o capoeira como culturales, aceptó que cumplió sólo con el 58 por ciento de las líneas de trabajo trazadas inicialmente (Tercer Informe de Gobierno, programa: 36. Cultura para el desarrollo humano, página 128).
Lo único a presumir es que mantuvieron operando a regañadientes fue la Escuela de Iniciación Artística de Acapulco, quedándole a deber el pago de sus honorarios a los maestros y administrativos en varias ocasiones.
En ese sentido, habría que recordar que este año, el 18 de septiembre, dicha escuela por primera vez en sus cuatro años de existencia suspendió actividades (El Sur, edición del 20 de septiembre, 2018).
Ello, debido a la falta de pago de la quincena por parte del ayuntamiento de Acapulco a unos 18 maestros y tres administrativos afectando a poco más de 120 niños y jóvenes a los que la escuela atiende ofreciendo educación inicial, avalada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, de Música, Teatro, Danza y Artes Plásticas y Visuales.
Anteriormente en abril de este mismo año también se atrasaron los pagos y la situación se dio a conocer en las redes sociales.
Adiós a la FILA
La Feria Internacional del Libro de Acapulco (FILA) también es un caso emblemático no sólo del año que se termina, sino de una administración que sólo le apostó a la cultura en el discurso.
Si bien se debió llevar a cabo en 2017, el entonces director de Cultura, Julio Zenón Flores Salgado, se encargó de arrastrar la esperanza de realizarla hasta este 2018 por medio de declaraciones que fueron de convertir la FILA en un festival literario itinerante (El Sur, edición del 27 de noviembre de 2017), hasta la de realizarla ahora sí en agosto de este año (El Sur, edición del 19 de junio, 2018).
Luego de que Flores Salgado abandonara el puesto de la administración perredista para sumarse a la campaña priista por la alcaldía, al respaldar la candidatura de Ricardo Taja, su sucesor Rogelio Maciel Dorantes le dio carpetazo al asunto al declarar que el Ayuntamiento le había pedido ya que “cerrara administración en cuestión económica”, desistiendo así de realizar la feria (El Sur, edición del 18 de agosto, 2018).
Del mismo modo, acababa con el tema de la conversión de la Dirección de Cultura en Instituto ya en discusión en el Cabildo, asegurando que era inviable bajo el argumento de que se tendría que contratar mayor personal, generar burocracia, lo que se traduciría en un dispendio de recursos.
Ya haciendo las investigaciones correspondientes, comentaba, “hay un documento que se le entregó al presidente municipal y que ya lo vimos (…) y pues no hay una propuesta adecuada para crear el Instituto Municipal de Cultura”.
Un escándalo aparte
Sin duda, el mayor escándalo por llamarlo de alguna manera, en el ámbito cultural fueron las protestas de un grupo de artistas y promotores encabezados por la escritora y promotora cultural Iris García Cuevas con relación al pago de decenas de adeudos de la Dirección de Cultura.
Por primera vez en mucho tiempo había unidad dentro de la comunidad cultural.
Si bien el problema inició en diciembre de 2017 con la denuncia a través de una carta que daba a conocer de la existencia de una serie de adeudos para con un grupo de personas que prestaron servicios profesionales en proyectos y programas culturales en la administración de Evodio Velázquez Aguirre, fue este año que el problema subió de tono.
El lunes 22 de enero cerca de una veintena de creadores y promotores culturales con pancarta en mano protestaban en el Ayuntamiento para exigir el pago de adeudos contraídos por el municipio por la realización de diversas actividades relacionadas con la cultura.
Dicho adeudo a la fecha rondaba el millón de pesos a distribuir entre unos 50 promotores y creadores que en su momento señalaban como responsables del problema al director de Cultura Flores Salgado así como al entonces secretario de Desarrollo Social del municipio, Octavio Olea Apátiga (El Sur, edición del 23 de diciembre, 2017).
Luego de una serie de presiones y reuniones con los funcionarios señalados y el entonces secretario de Administración y Finanzas de Acapulco, Mariano Hanzel Patricio Abarca, los adeudos comenzaron a liquidarse en febrero (El Sur, ediciones del 26 de enero y del 2 y 7 de febrero, 2018).
Finalmente puro polvo
Es de llamar la atención que a principios de año en Acapulco se anunciaba que su Dirección de Cultura ejercería para 2018 un presupuesto de 10 millones 972 mil pesos, según lo aprobado por el Cabildo (El Sur, edición del 15 de febrero, 2018). Esto es, un monto inferior a los 11 millones 550 mil pesos aprobados en el ejercicio presupuestal anterior.
A pesar de ello, finalmente nunca se reactivaron durante el trienio los extintos estudios municipales de arte y quedaron fuera partidas especiales para la operación de los centros culturales.
No obstante, sí se destinaron recursos, al igual que el año anterior, para darle continuidad al programa del Ayuntamiento llamado Sábados Culturales, al menos por un tiempo.
Dicho programa de animación sería retomado en esta nueva administración morenista con un concepto más amplio y bajo el nombre de Brigadas integrales.
Lo que se viene y vendrá
El 2 de julio de este año despertamos con la noticia de que finalmente Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de nación habían ganado la Presidencia.
Y no sólo eso, sino que en el estado y municipios había arrasado en las elecciones.
Así, en Acapulco, fue electa Adela Román Ocampo quien no tardó en designar a su nueva directora de Cultura: Malena Steiner quien de inmediato declaraba que se darían “respuestas adecuadas ante tantas responsabilidades que nos están heredando” (El Sur, edición del 23 de agosto, 2018).
No obstante, se encontró de frente con la edición XII Festival Internacional La Nao Acapulco 2018 por lo que tuvo que posponer, entre otras cosas, la realización de su plan de trabajo.
Dicho festival realizado del 10 al 17 de noviembre y cuyo costo fue de 7 millones 942 mil 678 pesos, tuvo como presentaciones principales a los músicos Celso Piña y Regina Orozco y sólo destacó por la puntualidad, el orden, la seguridad y su baja afluencia de público: 19 mil personas, según cifras de la propia Dirección de Cultura. (El Sur, edición del 12 de diciembre, 2018).
Así, fue hasta principios del mes de noviembre que en entrevista adelantara que su plan de trabajo para este trienio que viene estaría enfocado a la formación, la promoción y a la creación de públicos no obstante que sí habría actividades de animación cultural.
Además, revelaba que su propuesta de presupuesto para el próximo año estaría por los 26 millones de pesos (El Sur, edición del 1 de noviembre, 2018)
El plan de trabajo irá, decía, “principalmente a la formación, a la promoción, a la difusión, a la creación de públicos y va dirigido (el plan) a toda la población”.
Grupos étnicos, indígenas, adultos mayores, niños, gente con capacidades diferentes, etcétera, serán atendidos, agregaba.
Además, “vamos a trabajar no sólo para la zona urbana sino también para la zona sub urbana y para la zona rural”.
Mientras tanto y al cierre de este este recuento, miembros de la comunidad cultural se reunían en una mesa de trabajo con Steiner para definir siete apartados principales del nuevo plan de cultura para el municipio.
Ello, dentro de las actividades del Foro de Consulta Ciudadana Transformando Acapulco, cuyos resultados se insertarían dentro de la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021, y que se llevó a cabo el 10 de diciembre en el salón Uno del Gran Hotel, en la avenida Costera.
Dichos apartados son: 1. Patrimonio y diversidad cultural, 2, Infraestructura cultural, 3. Formación y desarrollo artístico, 4. Investigación antropológica, etnológica, arqueológica, histórica, cultural y artística, 5. Industrias culturales, 6. Públicos específicos, y 7. Cultura para la paz (El Sur, edición del 11 de diciembre, 2018).
Ante lo anterior y lo que se viene, sólo recordar que el escritor francés Anatole France dijo que el futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen. Ya se verá.
¿Y el resto del estado?
Nuevamente la falta de interés por la cultura en prácticamente todos los municipios del estado quedó en evidencia; es realmente poco lo que se hace y casi siempre, a partir de los propios creadores y promotores culturales.
A la fecha y por mencionar algo, no todos los municipios tienen su propio consejo de cultura como lo marca la ley.
A lamentar, el caso de Chilpancingo donde los problemas políticos que generó este 2018 la salida abrupta y posterior reinstalación del alcalde Marco Antonio Leyva echaron por la borda el trabajo hecho por la promotora Fabiola Olguín quien realizó diversas actividades en la medida de sus posibilidades y que fueron de la formación de públicos, capacitación cultural y hasta gestoría para proyectos culturales con ayuda de instancias como la Universidad Nacional Autónoma de México.
Del mismo modo, el caso de Taxco que con Naú Aguilera que en su momento hizo lo propio con ayuda del Centro Cultural de España en México.
En ambos casos, y a destacar, el trabajo que fue más allá de celebrar y exaltar el folclor regional y de realizar eventos sin trascendencia.
Por cierto, mientras que la nueva administración municipal de Chilpancingo designó como titular de Cultura al músico Francisco Nieves, en Taxco le dieron la oportunidad a la defenestrada ex secretaria de Cultura estatal, Alicia Sierra Navarro.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Carlos Alberto Carbajal- Archivo El Sur
Entérate más
https://devtest.suracapulco.mx/2018/12/27/marcan-el-2018-la-falta-de-politicas-culturales-y-recortes-al-presupuesto/