El multilateralismo en el mundo está en peligro: António Guterres

“Los principios democráticos están bajo asedio. El Estado de derecho se debilita. La impunidad cobra auge, pues dirigentes y Estados ponen a prueba sus límites, tanto internamente como...

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25 septiembre,2018 12:08 pm
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“Los principios democráticos están bajo asedio. El Estado de derecho se debilita. La impunidad cobra auge, pues dirigentes y Estados ponen a prueba sus límites, tanto internamente como en el ámbito internacional”, señala el secretario general de la ONU.

Texto: Apro / Foto: Twitter @ONU_es
Naciones Unidas, 25 de septiembre de 2018. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, aseguró que el mundo “sufre en la actualidad un trastorno por déficit de confianza” lo que pone en peligro al multilateralismo.
El multilateralismo es el trabajo concertado entre varios países para solucionar problemas que afectan a las naciones.
Durante su discurso de apertura del periodo 73 de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Guterres justificó su dictamen al afirmar que “las personas están preocupadas y se sienten inseguras. La confianza está a punto de quebrantarse. La confianza en las instituciones nacionales.  La confianza entre los Estados. La confianza en un orden mundial basado en normas”.
Denunció un crecimiento de la polarización y también el ascenso del populismo.
“Los principios democráticos están bajo asedio. El Estado de derecho se debilita. La impunidad cobra auge, pues dirigentes y Estados ponen a prueba sus límites, tanto internamente como en el ámbito internacional”, dijo.
Mencionó que el cambio climático y los nuevos riesgos asociados a los avances de la tecnología han cobrado una urgencia extrema durante el último año.
“El cambio climático avanza más rápido que nosotros, a un ritmo desenfrenado que ha hecho saltar las alarmas en todo el mundo” advirtió.
También recordó que “la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha alcanzado el nivel más alto en tres millones de años, y no deja de aumentar”.
Entre las soluciones que propuso para combatir el cambio climático destacó una mayor ambición y actuar con un mayor sentido de la urgencia, garantizar la aplicación del Acuerdo de París y, por ello, calificó como decisiva la próxima Conferencia de las Partes, que se realizará durante diciembre en Polonia.
Instó a los gobiernos a tomar una serie específica de medidas: dejar de gastar miles de millones de dólares para subvencionar el consumo de combustibles fósiles; fijar un precio justo para el carbono; dejar de invertir en infraestructuras insostenibles que mantienen prácticas nocivas durante decenios.
Respecto a las nuevas tecnologías remarcó que los avances científicos han contribuido a curar enfermedades mortales, a impulsar el crecimiento económico y la capacidad de conectar a empresas, comunidades y personas de todo el mundo.
Como elementos negativos resaltó la desestabilización que pueden ejercer estas tecnologías en los mercados laborales con el cambio o desaparición de los empleos tradicionales, que podrían llegar a forzar a los gobiernos a establecer programas de protección social más amplios, entre ellos, posiblemente, el establecimiento de una renta básica universal.
La ciberdelincuencia, que llega a recaudar 1.5 billones de dólares al año; las campañas de desinformación, que polarizan a las comunidades y disminuyen la confianza entre los Estados o la brecha de género en el acceso a la tecnología digital fueron otros aspectos negativos tratados por Guterres.
En este apartado, destacó que su “creciente preocupación” por la adaptación de la inteligencia artificial con fines militares.
Autocrítica a 12 meses
El secretario general de la ONU hizo un ejercicio de autocrítica al destacar que no pudo resolver ninguno de los siete desafíos que destacó durante su discurso del año pasado.
“Suscita indignación nuestra incapacidad de poner fin a las guerras en Siria, Yemen y en otros lugares. Los rohinyás permanecen en el exilio, traumatizados y en la miseria, y siguen anhelando seguridad y justicia.  Los palestinos y los israelíes siguen atrapados en un conflicto interminable, y la solución de los dos Estados se aleja cada vez más”, remarcó.
La extensión de la amenaza terrorista, la amenaza nuclear, el uso de armas químicas pese a su prohibición, las desigualdades que socavan la fe en el contrato social o la discriminación que padecen los migrantes fueron el resto de las expectativas no cumplidas durante el último año, reconoció.
Pese a este panorama de caos y confusión mundial, Guterres percibió que “soplan vientos de esperanza en distintas partes del planeta”.
Como ejemplo mencionó el reciente acuerdo de paz entre Etiopía y Eritrea, la esperanza de una posible desnuclearización “total y verificable” de la península de Corea, o el fuerte compromiso del pueblo colombiano con la paz, confirmado por su presidente Iván Duque.
La aprobación de los pactos sobre los refugiados y la migración representó otra señal de esperanza, junto a los centenares de millones de personas que han salido de la pobreza extrema en los últimos tres decenios y el creciente impulso hacia la igualdad de género.
También rememoró la figura del ex secretario general, Kofi Annan, quien falleció en agosto pasado.
Guterres concluyó su participación con un diagnóstico de esperanza en el futuro “debemos recomponer la confianza perdida. Debemos revitalizar nuestro proyecto multilateral. Y debemos defender la dignidad para todos sin excepción”.

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