El recuerdo permanece: el fenómeno Michael Schumacher 

Schumacher tuvo que trabajarse duramente sus éxitos. Era mecánico de automóviles y sus padres no eran nada ricos. Su padre trabajaba de jardinero en un circuito de karts...

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4 enero,2019 1:57 pm
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Schumacher tuvo que trabajarse duramente sus éxitos. Era mecánico de automóviles y sus padres no eran nada ricos. Su padre trabajaba de jardinero en un circuito de karts y su madre llevaba el kiosco del lugar.
El recuerdo permanece. “Lo primero que me viene a la cabeza es cuando Michael me entregó la corona de vencedor en la carrera de karts”, dice Sebastian Vettel, quien por aquel entonces era todavía un muchacho y Michael ya una gran estrella.
Michael es Michael Schmacher, el siete veces campeón del mundo y 91 veces campeón de Grandes Premios, el récordman absoluto de la Fórmula 1 y toda una superestrella. Una superestrella sin escenario que celebra sus 50 años (3 de enero) apartado de los reflectores.
Un accidente de esquí en los Alpes franceses el 29 de diciembre de 2015, hace ahora cinco años, cambió la vida de Schumacher en cuestión de un segundo. “Todavía me puedo acordar perfectamente. Yo mismo estaba esquiando también”, dice Norbert Haug en entrevista con DPA.
Aquel día hacía mal tiempo y el durante años jefe deportivo de Mercedes dejó los esquíes para seguir una competición por televisión. Fue entonces cuando se vio sorprendido por la noticia del accidente de Schumacher. Como muchos otros que conocían a Schumacher y sus cualidades como esquiador, Haug pensó en un primer momento que los periodistas exageraban. Pero la gravedad de las heridas y sus consecuencias quedaron dolorosamente claras a la mañana siguiente. La vida de Michael Schumacher no volvería a ser la misma.
Como piloto de carreras, Michael Schumacher era un auténtico fenómeno. No se conformaba con hacer las cosas bien. Siempre buscaba la perfección. “Una característica que siempre me fascinaba era la energía que dedicaba a esta profesión, a las carreras. Era asombroso, sin límites e increíble”, cuenta Nico Rosberg, quien durante tres años fue compañero de equipo de Schumacher en Mercedes.
Foto: Jens Büttner, DPA. Sebastian Vetel (izq.) y Michael Shumacher (der.).

Una de las luchas de Schumacher fue la de incrementar la seguridad de la Fórmula 1. Y es que él mismo vivió de cerca algunos de los momentos más oscuros del deporte, por ejemplo aquel 1 de mayo de 1994 en el que Ayrton Senna sufrió un accidente mortal en Imola. Aquel fin de semana también murió en un accidente el austriaco Roland Ratzenberger.
Schumacher ganó la carrera y también ganó aquel año por primera vez el Mundial. Seis años después rompió en lágrimas al superar la marca de Senna en el Gran Premio de Italia. Pocas veces se lo vio tan conmovido en público.
Pero, ¿qué es lo que caracteriza a una gran figura de la Fórmula 1? ¿Uno nace como campeón o se hace? “Uno a veces puede pensar desde afuera, un poco por error, que el mundo de las carreras es algo movido por la locura, pero justo eso es lo que no es. Consiste en mantener un dominio extremo a altísima velocidad”, dice Haug.
Un piloto de Fórmula 1 tiene presente que cada error puede tener consecuencias catastróficas. Schumacher dominaba el arte de andar sobre la cuerda floja, y eso en todos los sentidos. Adoraba los extremos y abusaba de las normas, también en lo que al comportamiento en pista se refiere. Su peor accidente de Fórmula 1 ocurrió en 1999 en Silverstone. Schumacher sufrió una fractura de tibia. Un año después comenzó su gran racha de títulos, con cinco mundiales seguidos ganados para Ferrari.
“Él estableció un estándar de dominación, aunque a veces resultaba polémico”, dice Damon Hill. El británico de 58 años fue uno de los rivales de Schumacher y sabe de lo que habla. En 1994 y 1995, Hill sucumbió a Schumacher en la lucha por el Mundial, hasta que por fin se llevó el título un año después.
“Solo gané una vez el Mundial y hubiera querido ganarlo una vez más”, reconoce Hill, quien trabaja desde hace años como comentarista para la televisión británica. “Ganar siete títulos es una locura”, afirma Hill con una sonrisa al recordar a Schumacher en Abu Dhabi, donde el alemán corrió en 2012 una de sus últimas carreras.
Schumacher tuvo que trabajarse duramente sus éxitos. Era mecánico de automóviles y sus padres no eran nada ricos. Su padre trabajaba de jardinero en un circuito de karts y su madre llevaba el kiosco del lugar. La biografía de Schumacher es la historia de la llegada a la cúspide de un muchacho sencillo de procedencia humilde que comenzó a montar karts en su Kerpen natal con apenas cuatro años. Durante toda su vida se mantuvo muy unido también a su hermano Ralf, igualmente piloto de Fórmula 1.
“Schumacher es un hombre de familia que ha encarnado una cosa: que se puede tener una familia intacta y que la familia protege”, afirma Rainer Ferling, presidente del club de fans de Schumacher en Kerpen. Ferling siguió toda la carrera de Schumacher desde 1993 y recuerda muchas de sus victorias. También recuerda con mucho detalle el día de su accidente de esquí en los Alpes.
“Aquel día una voz interior me dijo: Regresa a casa”, afirma. Y así lo hizo. A lo largo de aquel 29 de diciembre de 2013, el dramatismo fue creciendo cada vez más después de que Michael Schumacher se golpeara la cabeza contra una roca en una caída en la zona de esquí de Méribel. Ferling siguió las novedades por televisión, al igual que Haug y millones de fans.
Ferling entiende que las informaciones sobre el estado de Schumacher escaseen desde hace tiempo. “Es mejor mantener en el recuerdo momentos como el de su último título mundial en 2004 o el de su última carrera”, afirma, señalando que sólo por comprar una gorra de Michael Schumacher uno no tiene derecho a conocer su intimidad. “Tenemos que comportarnos como desea su familia”, añade.
Y al fin y al cabo son muchos los recuerdos que permanecen: Sus siete títulos mundiales, más de 300 carreras, muchos duelos legendarios, o por ejemplo aquellas veces en las que perdió los papeles, como en la final de 1997, cuando echó de la pista a su rival Jacques Villeneuve en Jerez de la Frontera. A Schumacher le quitaron todos los puntos y el Mundial se lo adjudicó Villeneuve.
Quedan en el recuerdo sus grandes carreras en el desafiante circuito de Spa-Francorchamps, pero también acciones controvertidas, como cuando el entonces jefe de Ferrari, Jean Todt, pidió al colega de Schumacher Rubens Barrichello que se dejara adelantar por Michael para que éste ganara el Mundial. Barrichelo dejó pasar a Schumacher, el absoluto animal alfa del establo y quien había llevado a Ferrari junto con Todt y el genio de la tecnología Ross Brawn a la cúspide de la Fórmula 1. Gracias a ellos, Ferrari ganó su primer título de Fórmula 1 en dos décadas.
Schumacher era el auténtico líder de equipo. “Uno llega al Club de los mejores conduciendo rápido, pero formar un equipo y reconfortarlo en la adversidad es lo que hace la diferencia entre pilotos muy buenos y muy, muy buenos”, afirma Haug.
Bernie Ecclestone opina que esa es la gran diferencia entre Schumacher y Vettel, su sucesor en Ferrari y quien está a punto de comenzar su quinta temporada con la escudería italiana. El alemán de 31 años no es un líder como Schumacher, sentenció hace pocas semanas Ecclestone, ex jefe de la Fórmula 1, hoy de 88 años.
Vettel asegura una y otra vez que echa de menos los consejos de su ídolo, y recuerda momentos junto a él como sus actuaciones conjuntas en la Race of Champions, en la que pilotos de diferentes disciplinas compiten en vehículos de diversión. “En esas carreras no teníamos obligación alguna y podíamos dedicarnos a lo que nos une, que son las carreras. Además, a diferencia de en la Fórmula 1, podíamos hablar de otras cosas”, dice Vettel a dpa. “Yo he conocido a dos Michael Schumacher. Uno, cuando yo era un niño, que conocía al mismo dios. Y después lo conocí como adulto”, añade.
Los recuerdos se intensificarán a partir de enero en Maranello, Italia. El Museo Ferrari dedica una exposición a su mejor piloto de todos los tiempos. “Schumacher ocupa un lugar especial en la historia de Ferrari”, enfatiza la escudería al anunciar el homenaje al alemán.
Jean Todt, hoy ascendido a jefe de la Fórmula 1, afirma: “Nos amamos porque hemos escrito juntos una historia increíble”. En entrevista con la revista “Auto Bild Motorsport”, el francés de 72 años asegura que su oficina y su casa están llenas de fotos de Michael Schumacher. “Siempre recordaré el tiempo con Michael como el mejor de mi vida”.
Texto: Jens Marx, DPA / Foto: DPA
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