En 2019 no se vieron las mejoras en cultura que se esperaban con el cambio de gobierno

Sobresalió en el año que termina el desdén de creadores y autoridades por la integración de los consejos de cultura y las irregularidades en la bienal de pintura...

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27 diciembre,2019 6:28 am
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Sobresalió en el año que termina el desdén de creadores y autoridades por la integración de los consejos de cultura y las irregularidades en la bienal de pintura y grabado que organiza la UAG.

Segunda parte

Acapulco, Guerrero, 27 de diciembre de 2019. A pesar de las altas expectativas que se tenían en el ámbito cultural por el cambio de gobierno que se dio en 2018, cuando Morena arrasó en las elecciones, en Guerrero, durante 2019, esas esperanzas no se concretaron.

Si bien en lugares como Acapulco, Chilpancingo o Taxco se ve algo de trabajo, el resto de la entidad aún conserva esquemas culturales arcaicos tales como la falta de una dirección dedicada a la actividad cultural y artística, dejando ese trabajo en algún regidor que normalmente es ajeno al tema.

Así, mientras en Taxco, bajo la conducción del actor y director teatral Pedro Acevedo las cosas salen a cuentagotas, en Chilpancingo el músico Francisco Nieves hace lo propio.

Curiosamente, en ambos municipios no gobierna Morena.

En el caso de Acapulco, donde sí llegó la llamada Cuarta Transformación, las expectativas fueron muchas pero éstas y al paso de los meses se fueron diluyendo; el apoyo prometido a la cultura por la alcaldesa Adela Román Ocampo se limitó al discurso, al igual que como lo hizo su antecesor Evodio Velázquez Aguirre.

De hecho, fue la propia directora de Cultura, Malena Steiner, quien aceptaba que este primer año de trabajo había sido difícil en virtud de dos cosas: que la administración anterior dejó una dirección desordenada y la falta de recursos.

En entrevista ofrecida a El Sur y publicada en su edición del 20 de septiembre, revelaba que fue hasta mayo que se autorizó el presupuesto y se empezó a trabajar en sí en el quehacer cultural, destacando la reapertura del Estudio Municipal de Artes Plásticas de Acapulco y del taller literario Red de Letras, así como algunas actividades en los centros culturales.

El cambio en las reglas de operación con el gobierno federal también afectó a la administración local.

“En el tema del presupuesto las cosas no han sido fáciles pues hay una problemática administrativa con la que se tiene que trabajar; los presupuestos antes eran de un programa, ahora de otro y hay que ver la nueva normatividad, checar las nuevas reglas y todo eso de alguna manera nos ha atrasado”.

Además, añadía que “nos encontramos con que tenemos equipos de oficina obsoletos; nos tuvimos que traer nuestras computadoras (…) No tenemos aire acondicionado, estamos amontonados, el espacio es muy pequeño, inadecuado, y así hemos empezado a trabajar”.

En la parte administrativa, decía, “hemos empezado a revisar pagos pendientes y hemos estado, con el apoyo de la Contraloría, recuperando equipos que tenía la Dirección en comodato”.

Por lo anterior, no es de extrañarse que el pasado Festival Internacional La Nao, realizado en la segunda quincena de octubre, fuera uno de los menos concurridos de su historia ante la falta de promoción pese a la calidad de algunos de sus espectáculos como el de la legendaria cantante cubana Omara Portuondo y la artista Regina Orozco en la inauguración en el Museo Histórico Fuerte de San Diego que además –como anécdota– se atrasó debido a una fuerte lluvia (El Sur, edición del 21 de octubre, 2019).

Del mismo modo, que la Feria del Libro Internacional de Acapulco –organizada desde la sindicatura de Javier Solorio y cuya segunda edición se celebrara en marzo– vaya en lo futuro a sustituir la otrora Feria Internacional del Libro de Acapulco (FILA) que este año tampoco se llevó a cabo.

A esperar entonces, si se le da continuidad a lo poco que se ha hecho –incluyendo los Sábados Culturales que no aportan en nada más allá de la animación por un día – y no se cierran por ejemplo el Estudio Municipal de Artes Plásticas y el taller Red de Letras.

Los consejos de Cultura, un pendiente

No es menor el tema de la conformación de los consejos de cultura tanto estatal como de los municipios ya que se trata de una herramienta que tienen los artistas, intérpretes, gestores y promotores culturales para participar en la vida política de sus comunidades.

No obstante, no parece importarle a las mismas comunidades y menos a las autoridades.

Así, mencionar que en Chilpancingo la formación a principios de septiembre del nuevo Consejo de Cultura incumplió tanto con su propia convocatoria como con la Ley 239 para el Fomento y Desarrollo de la Cultura y las Artes del Estado de Guerrero.

Lo anterior, luego de que se seleccionaron más consejeros que los señalados en dicha convocatoria (seis), incluso uno más que lo que marca la Ley de Cultura en su artículo 38 (cinco).

Además, los consejeros debieron ser elegidos por la comunidad cultural y no seleccionados por las mismas autoridades de cultura del municipio, tal y como ocurrió (El Sur, edición del 5 de septiembre. 2019).

Asimismo, que en el estado tampoco se ha renovado el consejo, mismo que dejó de operar a principios de este 2019 y es el cierre de año y no se ha sacado la convocatoria respectiva.

Mientras tanto, en Acapulco a un año y meses de la actual administración, la conformación del Consejo no ocurre ya que el proceso de elección fue impugnado en el primer trimestre del año –también por irregularidades en relación con la Ley 239 para el Fomento y Desarrollo de la Cultura y las Artes del Estado de Guerrero– y repuesto con malos resultados el pasado 29 de octubre: sólo un par de miembros de la comunidad cultural y tres representantes del Ayuntamiento habían llegado a las instalaciones del teatro Domingo Soler que además estaban cerradas. (El Sur, edición del 30 de octubre, 2019).

La UAG, cantidad sobre calidad

Si algo se puede aplaudir de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) es que en el tema de arte y cultura le gusta hacer muchas cosas; encuentros musicales, presentaciones teatrales, de danza, talleres de capacitación, cursos y diplomados son una muestra de la actividad ofrecida tanto para sus alumnos como para el público en general.

No obstante, no siempre las hace bien y para muestra un par de botones que dieron la nota en el segundo semestre de este 2019.

El miércoles 4 de diciembre se anunció que el pintor Daniel Orbe Silva y al grabador Jesús Orlando Martínez Velázquez resultaron ganadores de la XI Bienal el Pacífico de Pintura y Grabado Javier Mariano 2019.

No obstante, unos días después se dio a conocer que muchos de los trabajos participantes, incluso uno de los ganadores, no habían cumplido siquiera con la convocatoria para participar.

De entrada, la pieza ganadora en la categoría Grabado, La Raíz Obscura de Jesús Orlando Martínez Velázquez, fue elaborada en el 2015 y mostrada en su blog personal en abril de 2016 además de expuesta al año siguiente en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), con lo que contravino el punto 4 de la convocatoria  que marca que las obras debieron ser elaboradas en este 2019 y no ser exhibidas ni física ni virtualmente.

En ese sentido, varias obras finalistas no cumplieron con dichos requisitos y tampoco con especificaciones técnicas como el tamaño; cada artista podrá someter a consideración del jurado un máximo de tres obras de acuerdo al siguiente formato: “Bidimensional, formato individual mínimo de 80 cm. y máximo de 130 cm. en cada uno de sus lados”, decía la convocatoria y en este caso, al menos ocho piezas no cumplieron el tamaño permitido.

Todo lo anterior, señalado por el artista plástico Miguel Jesús Escalona Bernal, EscaBernal, quien además exigió el retiro de su obra ante la falta de seriedad de la organización de la Bienal y el jurado de la misma: Olivia González Zamarrón, Luis Juventino Garzón Chapa y Rafael Charco Portillo. (El Sur, edición del 12 de diciembre, 2019).

Antes, en octubre, alrededor de 80 trabajos, tanto de pintura, serigrafía como fotografía, se mostraron con gran descuido en la Gran Galería del Centro Cultural Acapulco –la más importante del centro– como parte de la exposición Séptimo salón de plástica contemporánea México-Perú 2019.

Dicha exposición, curada y organizada por la propia UAG, fue una de las más descuidadas que la galería haya presentado en los últimos tiempos: trabajos, algunos enmarcados, otros no, y otros incluso clavados sobre la pared maltratando con ello el lienzo, fichas de identificación elaboradas a mano y en al menos un par de casos copias a color en papel, haciéndose pasar por trabajos en acrílico sobre tela (El Sur, edición del 19 de octubre, 2019).

Para ambos botones, se trató de contactar al responsable del Museo Contemporáneo de la universidad y organizador de ambas actividades, Fortunato Juárez Ríos, sin éxito.

El trabajo independiente y una comunidad pasiva

Muchas de las situaciones mencionadas anteriormente tienen que ver con la pasividad de las comunidades artísticas y culturales para con su entorno.

El atraso en los pagos, las malas condiciones de trabajo, contratos leoninos y eventos de mala calidad, son parte de las prácticas utilizadas por las instituciones culturales, de gobierno y privadas, ante dicha pasividad.

De hecho y en los siguientes días, El Sur publicará una entrevista con el especialista en marketing cultural Javier Reyes Martínez, quien dio a conocer formalmente la primera parte de un estudio relacionado con las condiciones de precariedad con las que laboran los artistas en el puerto, permitidas por ellos mismos.

De lamentar, que pocos son quienes exigen sus derechos, como ocurrió con las artistas Ana Barreto y Arely Eunice a quienes el municipio de Acapulco les adeudaba salarios caídos por impartir clases en el Estudio de Artes Plásticas de Acapulco (El Sur, edición del 29 de agosto, 2019).

Por otro lado, destacar el trabajo independiente realizado en espacios en Acapulco como La Quebrada Espacio de Arte de Luis Arturo Aguirre, Pinzona 109 de Abraham Chavelas o la Galería Raya y Línea de la propia Ana Barreto.

De la misma manera, el del centro cultural El Tecolote en Tierra Caliente o el de De la Mancha Foro Escénico en Chilpancingo.

Mención aparte merece el artista visual y plástico Antonio Lozano, quien con un apoyo de la Fundación Jumex Arte Contemporáneo trajo al puerto de Acapulco por primera vez un verdadero Programa Educativo de Arte Contemporáneo, que inició en noviembre y durará buena parte del próximo 2020.

Igualmente habría que reconocerse el trabajo del actor, director y promotor cultural Yolohtli Vázquez Castañeda que contra viento y marea este año realizó su sexta edición del Festival Internacional de Títeres La Nave Espacial.

Así, y en todos los casos se trata de actividades llevadas a cabo con recursos propios, tomando en cuenta a su comunidad y abanderando el hecho de que la cultura es un derecho y que como tal tiene que ver, entre otras cosas, con el combate a las causas estructurales de la pobreza, el combate de las desigualdades y la generación de oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Carlos Alberto Carbajal-Archivo

Entérate más

https://devtest.suracapulco.mx/2019/12/26/marca-la-incertidumbre-por-el-cambio-de-gobierno-las-actividades-culturales-en-el-estado-y-municipios/
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