El delantero de Pumas de 22 años oriundo de La Sabana, es la nueva promesa del futbol guerrerense que brilla con los universitarios, equipo que le dio su primera oportunidad a los dos más grandes jugadores de la entidad: Manuel Negrete y Jorge Campos.
Ciudad de México, 28 de septiembre de 2019. Guerrero vio nacer a Manuel Negrete y Jorge Campos, los últimos dos grandes jugadores que ha dado la entidad, leyendas de la historia del futbol mexicano. El primero brilló en la década de los 80 y el segundo en los 90. El mejor momento de ambos fue vistiendo la selección mexicana y tuvieron una coincidencia: iniciaron su carrera profesional en Pumas.
Hoy, 15 años después del último partido de El Brody en el futbol profesional y a 23 años que el calentano Negrete pisó por última vez una cancha de primera división, nace una nueva promesa del deporte guerrerense: Bryan Mendoza Cruz. Por lo pronto, su historia que recién inicia tiene algo en común con Campos y Negrete, pues debutó con el club Universidad y también tiene grandes condiciones ofensivas.
Hay que recordar que el oriundo de El Plan de los Amates brilló como portero, pero en sus inicios fue delantero. Y qué decir del nacido en Ciudad Altamirano, quien tenía una zurda privilegiada, con clase, precisión en el pase y con la que marcó grandes goles.
Con apenas cuatro partidos en el máximo circuito, dos partidos como titular y dos goles clave en el presente torneo, ante Toluca marcó el tanto de la victoria en la jornada 8 de último minuto y la fecha siguiente hizo la anotación del empate ante el América, también en la agonía del partido, ambos en escenarios emblemáticos: el estadio Olímpico Universitario y el mítico estadio Azteca, donde tanto Campos como Negrete vivieron tardes inolvidables, Bryan Mendoza, de 22 años, atiende sus primeras entrevistas con medios de comunicación, con orgullo recibe en el entrenamiento a El Sur para compartir sus inicios.
Apodado El Cobra por todos los jugadores durante la práctica de los felinos en las instalaciones de La Cantera, señala de manera categórica que los futbolistas guerrerenses son de lo mejor del país, que podrían brillar en cualquier club de México, pero desgraciadamente no quieren desprenderse de su tierra. Bryan está dispuesto a hacerlo y empezó a escribir su historia cuando salió de su humilde casa hace tres años con el firme objetivo de triunfar.
“Soy de La Sabana que está a 15 minutos del centro (de Acapulco) y a 15 minutos de Diamante”, dice Bryan.
“Yo empecé desde chiquito, me iba con mi papá a donde él iba a jugar y como desde los 5 años empecé en una escuelita ahí en el llano, ahí en el pueblo a jugar con un señor y así empecé, después ya fui jugando en Tercera (División), después Segunda ahí mismo en Acapulco y después ya llegue acá gracias a Dios, aquí a Pumas”, añade.
–¿Cómo llegaste a Pumas?
“Había una Segunda (División) en Acapulco, estábamos jugando y se acabó el torneo, pero ahí me vio un señor que es de Plan de Los Amates, me habló por teléfono y me dijo que había unas pruebas acá en Pumas y me habló en la noche y yo me tenía que presentar a las 7 de la mañana aquí a hacer las asesorías, yo dije que sí y me vine a probar aquí y gracias a Dios, pues quedé… Hace ya casi tres años”.
–¿Fue difícil tu adaptación a la Ciudad de México?
“Al principio sí, por la altura, me cansaba, porque vengo del calor y llegué en fechas de frío, me costó un poco adaptarme, pero después todo bien, gracias a Dios… Aquí llegué a la Casa Club (de Pumas), me dan todo y aún sigo en Casa Club”.
–¿Qué significa para ti ser guerrerense?
“Me motiva representar a Guerrero, representar a Acapulco y a mi pueblo más que nada, que ando sobresaliendo y dando motivos de que sí se puede, que los sueños se cumplen y a seguir adelante”.
–¿En qué sector de la cancha te sientes más cómodo?
“Llegué aquí de delantero, me gusta jugar de delantero o abajito del delantero. Donde me acomoden yo trato de hacer las cosas lo mejor posible”.
–¿Cuáles son tus principales virtudes?
“La potencia, disparo fuera del área, fuerte, ser aguerrido”.
–¿Cómo defines al futbolista de Guerrero?
“En Guerrero hay demasiados jugadores buenísimos, pero a veces uno no quiere sufrir o no quiere salir adelante, quieren quedarse como se le dice ahí en el ‘barril’, jugar nada más por dinero y todo eso, pero en sí hay buenos jugadores, yo conozco varios de mi pueblo que son maravillas, pero no quieren salir de ahí”.
“En Guerrero nos hace falta hambre de sobresalir, no quieren sufrir, no quieren salir adelante, como te digo, hay jugadores demasiados buenos y si sufres y le dedicas el cien por ciento a esto, en cualquier equipo pueden caber todos los de Guerrero, en cualquier equipo”.
–¿Cuál fue tu mayor sacrificio para llegar hasta aquí?
“Dejar a la familia, más que nada, te pierdes de momentos bonitos de estar con la familia, andas acá a veces días festivos, no estás con ellos, son los sacrificios que a veces los de Guerrero no queremos dejar para salir adelante”.
Bryan Mendoza está convencido en hacer una larga carrera en el futbol profesional, como siempre lo quiso su madre (QEPD), vestir la camiseta de la selección mexicana, y así honrar a su familia, su principal motivación.
“Siempre cuando platicaba con mi mamá, estando acá, ella me decía: ‘mijo, yo quiero que llegues a Primera, que entregues lo mejor siempre de ti y que te vaya bien’. Yo por eso siempre en donde juegue, sea Segunda, sea Primera, yo siempre llevo a mi mamá, siempre la llevo conmigo y a mi familia”.
“Todavía vivía mi mamá cuando yo me vine (a Pumas); de hecho, fue un día que nos dieron el fin de semana, fui a Acapulco y en ese momento pasó todo y pues también agradezco el apoyo de mi familia, porque, soy sincero, a veces dije: ‘no pues ya no quiero estar acá, quiero quedarme aquí con ustedes, los quiero disfrutar y ya no me quiero ir’, y pues ahí entraron mis hermanos, mi abuelita, mi papá, con los que vivo. Yo me fui solo a un cuarto y me puse a pensar las cosas bien y mi papá me dijo: ‘no mijo, tienes que salir adelante, es lo que más quería tu mamá’, y pues sí, le di vuelta a la página”.
“Siempre tengo a mi mamá en mi corazón y todo lo que hago es por ella y por mi familia… Mi motivación fue mi familia y mi mamá, todo eso fue mi motivación para salir adelante y cumplir mis sueños, cumplirle lo que le prometí a mi mamá y se lo estoy cumpliendo”.
–¿Te gustaría inspirar a los guerrerenses?
“Sí, están viendo a un paisano que está triunfando y quiero que ellos también lo quieran hacer, sí se puede hacer, con trabajo y esfuerzo… que le echen ganas en la cancha y en los entrenamientos, que salgan adelante, hay que sacrificarse, porque sí cuesta dejar a la familia, pero hay recompensas luego”.
Texto: Pablo Macedo / Foto: Alejandro Rivera
