El ganador como Mejor Director del pasado Festival de Cannes expresa en sus películas emoción y belleza y tienen “una perspectiva universal”, dice Hugo Villa, director general de Actividades Cinematográficas de la UNAM. Proyectan las películas Olimpia y la versión restaurada de El grito, sobre el movimiento estudiantil del 68.
Morelia, Michoacán, 27 de octubre de 208. El director polaco Pawel Pawlikowski, invitado de honor del decimosexto Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) recibió, antes de la segunda proyección de su más reciente filme Cold war (2018), la Medalla Filmoteca UNAM. Hugo Villa, director general de Actividades Cinematográficas de la UNAM, entregó el reconocimiento acompañado por Daniela Michel, fundadora y directora general del festival, que .
Daniela Michel se refirió al ganador del premio a Mejor Director en la más reciente edición del Festival de Cannes como “uno de los cineastas más extraordinariamente lúcidos y precisos que trabajan actualmente, su obra es realmente brillante, realmente es un lujo tenerlo aquí”.
Pawel Pawlikowski recibió de Hugo Villa la medalla hecha en un 99.9 por ciento con plata pura extraída durante el proceso de revelado, restauración y rescate de películas dentro de los laboratorios de la Filmoteca; así como un reconocimiento “por expresar en sus películas de una clara y concisa manera, con emoción y belleza, pero también con valor y con una perspectiva universal, esas cosas en las escenas que nos iluminan a todos”.
El realizador polaco se refirió al premio como “un detalle hermoso, muy considerado y amoroso, creo que esto hace correspondencia a la naturaleza de este festival que también está hecho con gran amor y cuidado. Es verdaderamente grato estar aquí, México nunca deja de sorprenderme”.
Respecto a Cold war, dijo estar contento de presentarla durante el festival: “es una película hecha a mano, resulta muy bueno poderla presentar en estos festivales de los que quedan muy pocos, que están hechos con gran cuidado y atención a los detalles. Sin duda Morelia está a la vanguardia, se refleja el gran amor que se siente por el cine”, concluyó Pawel.
Cold war es una historia de amor entre un hombre y una mujer que se encuentran en las ruinas de la Polonia de la posguerra. La política, sus temperamentos y los desafortunados giros del destino separan a esta pareja en una historia de amor imposible situada en Polonia, Berlín, Yugoslavia y París en medio de la Guerra Fría de los 50.
Lo importante de la rotoscopia
Por su parte, el cineasta J. M. Cravioto presentó ante la prensa su película Olimpia (2018).
Con metraje de El grito (1968), de Leobardo López Arretche, y una composición en rotoscopia, Olimpia narra cómo Raquel, Rodolfo y Hernán, miembros de una brigada en la UNAM durante el movimiento estudiantil de México en 1968, documentan mediante fotografías, filmaciones y escritos cuando el Ejército tomó la universidad, los días anteriores al 2 de octubre.
“Pensé que la rotoscopia era lo más adecuado porque recrear 1968 en un proyecto como este hubiera costado millones de pesos; y la rotoscopia permite, mediante un camino creativo, dejar de lado quiénes son los actores, los decorados y simplemente permite meterte en la historia y escuchar el mensaje”, dijo Cravioto.
“Yo quería que la película tuviera esa energía y esa fuerza, entonces, las historias reales fueron tomadas e insertadas en esta realidad cinematográfica de El grito para que tuviera esa dosis de verdad”.
La película fue concebida a inicios de 2017 y la postproducción estuvo a cargo de estudiantes de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM “cuadro a cuadro” durante ocho meses de trabajo, “que fue lo que se tardaron estas decenas de jóvenes artistas porque queríamos que fuera una experiencia colectiva, una ofrenda a la gente que salió a tomar fotografías a las calles hace 50 años”.
Una nueva experiencia visual
El grito (1968), la película dirigida por Leobardo López Arretche, de la que se usó metraje para hacer Olimpia, tuvo su propia proyección, en una versión restaurada.
La función fue posible gracias a la disposición de la Filmoteca UNAM y Hugo Villa Smythe, director general de Actividades Cinematográficas, quien estuvo presente en la proyección, además de la directora del FICM, Daniela Michel.
Hugo Villa expresó que el proyecto generado por alumnos del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) durante el movimiento estudiantil de 1968 en México, tiene gran valor por la manera en la que se filmó. Además agregó que la restauración de la cinta logra una nueva experiencia visual: “es una obra que retrata el recorrido de alumnos del CUEC, quienes salieron a las calles con cámaras y equipo que utilizaban en sus ejercicios escolares para grabar el movimiento. Además hay un bonito libro que editamos y que pueden conseguir junto con el DVD de esta versión que ya está restaurada.
“La experiencia de ver esta película en pantalla de este tamaño y con las luces apagadas, es algo que las generaciones anteriores no tuvimos la oportunidad de ver”, agregó.
Por su parte, Daniela Michel reafirmó el comentario de Hugo Villa e indicó que el documental “estuvo prohibido durante muchos años”.
La versión restaurada de El grito es un trabajo documental que incluye imágenes recopiladas que sumaron un total de ocho horas de filmación; el material fue editado bajo la dirección de Leobardo López Arretche para dar como resultado uno de los testimonios más importantes de este evento histórico.
Texto: Redacción / Foto: Epecial
