Los expertos observan que justamente los movimientos de ultraderecha son una de las razones que explican la mayor hostilidad hacia los judíos.
Estrasburgo, Francia, 19 de marzo de 2019. Esvásticas hasta donde alcance la vista. Esvásticas azules y otras amarillas rociadas sobre las lápidas de un viejo cementerio judío en Alsacia. Aquí, en Quatzenheim, cerca de Estrasburgo, desconocidos profanaron a mediados de febrero más de 80 tumbas.
El hecho, que parece simbolizar un nuevo estallido de antisemitismo en el país, despertó indignación y espanto por toda Francia. El número de incidentes antisemitas en Francia aumentó en casi tres cuartas partes el año pasado, a 541, anunció recientemente el ministerio del Interior galo.
Sin interrupción, nuevos titulares conmueven a los ciudadanos franceses: el intelectual Alain Finkielkraut es insultado y llamado “sucio sionista” en una manifestación de “chalecos amarillos” .
Desconocidos pintarrajean en París retratos de la política y sobreviviente del Holocausto, Simone Veil, mientras que participantes de las protestas de los “chalecos amarillos” muestran en la capital francesa el saludo hitleriano. Y luego se produce la profanación del cementerio judío en Alsacia.
En el pequeño pueblo de Quatzenheim, con sus 800 almas y sus bonitas casas de entramado de madera, el desconcierto sigue reinando la semana siguiente. “Es una vergüenza y una pena”, comenta una habitante de 83 años que pasea en un día soleado por la localidad.
Aquí cristianos y judíos siempre convivieron en paz, manifiesta, y agrega que ahora solamente queda una única familia judía. “Los muertos que yacen aquí no hicieron nada que justifique que se destruyan sus tumbas”, se indigna la anciana. En el pueblo la pregunta resuena unánime: ¿de dónde proviene el odio?
También el Gobierno de Francia busca respuestas y soluciones a esta interrogante. El presidente Emmanuel Macron anunció recientemente medidas y señaló que su administración prepara una legislación que apuntará a combatir el odio en internet, tomando como ejemplo una regulación alemana. Además, Macron adelantó que tres agrupaciones de extrema derecha en Francia deberán ser disueltas.
Una de ellas es Bastion Social, que se basa en las ideas del Movimiento Identitario. La agrupación alerta del fin de la cultura occidental. Originaria de Lyon, tiene una fuerte base en Alsacia.
El presidente del grupo, Valentin Linder, no se muestra impresionado por la amenaza de prohibición que pesa sobre su movimiento. Porque, en definitiva, el Gobierno no puede impedir las ideas, asegura el hombre de 24 años.
“Solamente debemos cambiar la bandera”, sostiene Linder. Seguidores de Bastion Social ocuparon durante casi dos semanas dos viejas viviendas en Entzheim. En una de ellas se proponían alojar a “franceses en la miseria”, mientras que la otra debía ser protegida de la supuesta amenaza de demolición.
La bandera de la agrupación, una torre de la que emergen rayos, estuvo flameando hasta último momento desde el tejadillo de una de las casas. Los edificios fueron desalojados días más tarde, comunicó la prefectura.
Linder considera que es un error asociar a su movimiento con el incremento del odio hacia los judíos. Aclara que su grupo no es antisemita, sino “nacional-revolucionario” y antisionista. Macron posiblemente se encuentra en busca de un chivo expiatorio, argumenta.
Sin embargo, los expertos observan que justamente los movimientos de ultraderecha son una de las razones que explican la mayor hostilidad hacia los judíos.
Por un lado está el antisemitismo islámico ya establecido, considera Frédéric Potier, encargado para el antisemitismo del Gobierno galo, en una entrevista con la agencia de noticias francesa AFP.
Pero el aumento registrado durante 2018 fue alimentado por el resurgimiento de una extrema derecha que se presenta extraordinariamente segura de sí misma, agrega. Y recuerda que no solamente Francia se encuentra afectada por este fenómeno, sino también otros países como Italia y Estados Unidos.
“Asistimos al nuevo fortalecimiento de un antisemitismo tradicional”, declara también el historiador Marc Knobel en diálogo con el diario “Libération”. En este contexto se habla nuevamente de la presunta vinculación entre los judíos y el dinero, al igual que en los años de 1930, indica.
Knobel también hace mención a los rumores en torno al hecho de que Macron trabajo en el banco Rothschild antes de emprender su carrera política. Los Rothschild son una conocida familia de banqueros judíos.
Al mismo tiempo, las encuestas demuestran que más de uno de cada cinco franceses cree en la existencia de una conspiración mundial judía. Estas teorías se encuentran ampliamente difundidas entre los seguidores de los “chalecos amarillos”.
Pero Quatzenheim no es el primer cementerio judío en ser profanado en Francia y el fenómeno del antisemitismo en ese país dista mucho de ser nuevo. Según el historiador Knobel, en las últimas décadas los incrementos de incidentes antisemitas tenían mayormente conexión con escaladas de violencia en el conflicto palestino-israelí.
La ira contra el Gobierno de Israel se descargaba entonces contra los judíos en Francia. Las tensiones en Cercano Oriente continúan, aunque en 2018 fueron menos extremas que en los años anteriores, resumió “Libération”. Y de todas maneras hubo un gran incremento de hechos antisemitas.
Entretanto en Quatzenheim ya fueron borradas las esvásticas de las lápidas, pero lo que bien podría permanecer intacto en el ambiente es el desconcierto.
Texto: Violetta Heise, DPA / Foto: DPA
http://devtest.suracapulco.mx/2019/02/17/investiga-fiscalia-insultos-racistas-de-chalecos-amarillos-contra-intelectual-judio-video/
Estrasburgo, Francia, 19 de marzo de 2019. Esvásticas hasta donde alcance la vista. Esvásticas azules y otras amarillas rociadas sobre las lápidas de un viejo cementerio judío en Alsacia. Aquí, en Quatzenheim, cerca de Estrasburgo, desconocidos profanaron a mediados de febrero más de 80 tumbas.
El hecho, que parece simbolizar un nuevo estallido de antisemitismo en el país, despertó indignación y espanto por toda Francia. El número de incidentes antisemitas en Francia aumentó en casi tres cuartas partes el año pasado, a 541, anunció recientemente el ministerio del Interior galo.
Sin interrupción, nuevos titulares conmueven a los ciudadanos franceses: el intelectual Alain Finkielkraut es insultado y llamado “sucio sionista” en una manifestación de “chalecos amarillos” .
Desconocidos pintarrajean en París retratos de la política y sobreviviente del Holocausto, Simone Veil, mientras que participantes de las protestas de los “chalecos amarillos” muestran en la capital francesa el saludo hitleriano. Y luego se produce la profanación del cementerio judío en Alsacia.
En el pequeño pueblo de Quatzenheim, con sus 800 almas y sus bonitas casas de entramado de madera, el desconcierto sigue reinando la semana siguiente. “Es una vergüenza y una pena”, comenta una habitante de 83 años que pasea en un día soleado por la localidad.
Aquí cristianos y judíos siempre convivieron en paz, manifiesta, y agrega que ahora solamente queda una única familia judía. “Los muertos que yacen aquí no hicieron nada que justifique que se destruyan sus tumbas”, se indigna la anciana. En el pueblo la pregunta resuena unánime: ¿de dónde proviene el odio?
También el Gobierno de Francia busca respuestas y soluciones a esta interrogante. El presidente Emmanuel Macron anunció recientemente medidas y señaló que su administración prepara una legislación que apuntará a combatir el odio en internet, tomando como ejemplo una regulación alemana. Además, Macron adelantó que tres agrupaciones de extrema derecha en Francia deberán ser disueltas.
Una de ellas es Bastion Social, que se basa en las ideas del Movimiento Identitario. La agrupación alerta del fin de la cultura occidental. Originaria de Lyon, tiene una fuerte base en Alsacia.
El presidente del grupo, Valentin Linder, no se muestra impresionado por la amenaza de prohibición que pesa sobre su movimiento. Porque, en definitiva, el Gobierno no puede impedir las ideas, asegura el hombre de 24 años.
“Solamente debemos cambiar la bandera”, sostiene Linder. Seguidores de Bastion Social ocuparon durante casi dos semanas dos viejas viviendas en Entzheim. En una de ellas se proponían alojar a “franceses en la miseria”, mientras que la otra debía ser protegida de la supuesta amenaza de demolición.
La bandera de la agrupación, una torre de la que emergen rayos, estuvo flameando hasta último momento desde el tejadillo de una de las casas. Los edificios fueron desalojados días más tarde, comunicó la prefectura.
Linder considera que es un error asociar a su movimiento con el incremento del odio hacia los judíos. Aclara que su grupo no es antisemita, sino “nacional-revolucionario” y antisionista. Macron posiblemente se encuentra en busca de un chivo expiatorio, argumenta.
Sin embargo, los expertos observan que justamente los movimientos de ultraderecha son una de las razones que explican la mayor hostilidad hacia los judíos.
Por un lado está el antisemitismo islámico ya establecido, considera Frédéric Potier, encargado para el antisemitismo del Gobierno galo, en una entrevista con la agencia de noticias francesa AFP.
Pero el aumento registrado durante 2018 fue alimentado por el resurgimiento de una extrema derecha que se presenta extraordinariamente segura de sí misma, agrega. Y recuerda que no solamente Francia se encuentra afectada por este fenómeno, sino también otros países como Italia y Estados Unidos.
“Asistimos al nuevo fortalecimiento de un antisemitismo tradicional”, declara también el historiador Marc Knobel en diálogo con el diario “Libération”. En este contexto se habla nuevamente de la presunta vinculación entre los judíos y el dinero, al igual que en los años de 1930, indica.
Knobel también hace mención a los rumores en torno al hecho de que Macron trabajo en el banco Rothschild antes de emprender su carrera política. Los Rothschild son una conocida familia de banqueros judíos.
Al mismo tiempo, las encuestas demuestran que más de uno de cada cinco franceses cree en la existencia de una conspiración mundial judía. Estas teorías se encuentran ampliamente difundidas entre los seguidores de los “chalecos amarillos”.
Pero Quatzenheim no es el primer cementerio judío en ser profanado en Francia y el fenómeno del antisemitismo en ese país dista mucho de ser nuevo. Según el historiador Knobel, en las últimas décadas los incrementos de incidentes antisemitas tenían mayormente conexión con escaladas de violencia en el conflicto palestino-israelí.
La ira contra el Gobierno de Israel se descargaba entonces contra los judíos en Francia. Las tensiones en Cercano Oriente continúan, aunque en 2018 fueron menos extremas que en los años anteriores, resumió “Libération”. Y de todas maneras hubo un gran incremento de hechos antisemitas.
Entretanto en Quatzenheim ya fueron borradas las esvásticas de las lápidas, pero lo que bien podría permanecer intacto en el ambiente es el desconcierto.
Texto: Violetta Heise, DPA / Foto: DPA
http://devtest.suracapulco.mx/2019/02/17/investiga-fiscalia-insultos-racistas-de-chalecos-amarillos-contra-intelectual-judio-video/
