Esa música es para simios, eso dicen del reguetón

Según músicos e intelectuales, el reguetón promueve el sexo a temprana edad, los movimientos corporales vulgares, incita al consumo de drogas y pornografía; sin embargo, nadie ha podido...

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25 agosto,2018 5:05 am
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Texto: DPA / Foto: Fotograma de YouTube de “Bonita”, J. Balvin fata. Jowell & Randy.

“De reguetón nada de nada”: la frase es del director de una de las principales radios musicales de España, pero la comparten muchos DJ cuando alguien osa pedir una canción del género. E Ilustra el desprecio que sufre uno de los estilos que, paradójicamente, es uno de los más populares y comerciales del momento.
Atacado desde la política, la sociedad o la música, el reguetón ha sufrido censuras e intentos de prohibición desde su misma cuna, Puerto Rico. Y podría ser ya el género “más vapuleado de la historia”, como sostiene el periodista musical español Víctor Lenore, que habla de una “guerra global contra el reguetón“.
El reguetón “hace apología de la violencia” contra las mujeres, “no tiene ningún valor musical”, “raya las buenas costumbres”, “viene de los simios”… así de lapidarias son algunas de las opiniones que resumen los principales argumentos en su contra: su presunta mala calidad musical y las letras machistas que sexualizan a la mujer. Sin olvidar el “perreo”, ese baile de alto voltaje que muchos ven como un acto sexual en plena pista, sólo que con ropa.
Pero, ¿están fundadas y sobre todo, qué hay detrás de esas críticas? “Un poco de clasismo intelectual, un poco de clasismo a secas y también de puritanismo”, dice a DPA el periodista cultural español Guillermo Arenas.
El ataque más recurrente se dirige contra su letras y baile. Una petición lanzada en España en 2016 en la plataforma “change.org” que pedía la retirada de la canción “Cuatro Babys”, del artista colombiano Maluma, aseguraba que su contenido era “absolutamente denigrante para el género femenino” e incluso constituía “apología a la violencia directa hacia las mujeres”.
“Ni qué decir tiene que este comportamiento –creer que las mujeres sólo existen para complacerte– fuera de la pantalla debería ser causa de cárcel”, añadía la autora de la petición, Laura Pérez Sánchez, que recabó algo más de 92 mil firmas.
La sexualización de la mujer en los videoclips, en los que aparecen desnudas y como mero objeto para complacer a los hombres, es otro de los argumentos más recurrentes.
No todos, sin embargo, ven un machismo tan explícito. “Se trata más de promiscuidad sexual, de liberación del cuerpo”, sostiene Lenore en entrevista con DPA. Pero hasta ahora han sido los hombres quienes han dominado el género, por lo que ha predominado una visión masculina del deseo sexual expresado sin ningún tipo de tapujos.
“Tendrían que atreverse más chicas”, considera Lenore. “Pero no es fácil salir a hablar abiertamente de tus deseos en una sociedad patriarcal”, como sí hacen los hombres, reconoce.
“¿Apología de la violencia? Hay artistas y canciones mucho más violentas, como ‘Brown sugar’ de los Rolling Stones, que hablan de la violación de esclavas”, argumenta.
El reguetonero colombiano J. Balvin manifestaba, sin embargo, recientemente su rechazo a una función educativa de la música, al señalar que la responsabilidad de educar a los niños es de los padres de familia y no de los artistas de reguetón.
Y algunas mujeres se han levantado también contra una visión meramente machista del género, como la feminista June Fernández, directora de la revista Pikara Magazine, que defendía su derecho a disfrutar del género sin renunciar a sus valores en el artículo “Si no puedo perrear no es mi revolución”.
De él se hizo eco la conocida activista y feminista española Leticia Dolera en Twitter: “El patriarcado te dice, baila, pero no como una puta. Yo bailo como me da la gana”, alegaba.
Precisamente el reguetón nació casi como una revolución antipuritana. “En Panamá y Puerto Rico, los prejuicios empiezan por las emisoras de radio conservadoras vinculadas a la iglesia que odiaban las letras promiscuas”, cuenta Lenore.
“Pero la única fuente de disfrute que tenía la gente pobre era su cuerpo, que usa como fuente de placer. Es lo único que te deja el capitalismo”, defiende. El reguetón tiene su origen en la calle, en la música callejera de barrios y países desfavorecidos. “Detrás de las críticas está el prejuicio clasista de que divertirse es de clase baja”.
Además, en España “el desprecio tiene que ver con un sentimiento de superioridad colonial” que en las últimas décadas ha mirado por encima del hombro todo lo que venía de América Latina y privilegiado lo anglosajón”, defiende Lenore. De ahí el calificativo algo despectivo de “pachanga”, para meter en un mismo saco todo lo latino.
Clasismo del que deriva también una especie de elitismo cultural, especialmente en los entornos musicales que se jactan de ser más intelectuales y a quienes Lenore lanza una atroz crítica en su libro Indies, hipsters y gafapastas: Crónica de una dominación cultural. La consecuencia de ese elitismo ha sido un veto en los principales festivales y los medios españoles de una música muy instalada en la realidad social.
También Arenas cree que el reguetón ha sido especialmente vapuleado en España. “Es un prejuicio latino que tenemos pese a ser latinos”, que no tienen en otros lugares del mundo, asegura. Así, el género es mejor recibido en Estados Unidos, Europa e incluso en Asia, donde se está empezando a demandar con fuerza.
Otra de las críticas lanzadas contra el género se refieren a su calidad musical. “El reguetón me parece asqueroso. No tiene ningún valor musical ni poético ni orquestal, ni nada”, llegó a decir el artista cubano Pablo Milanés. El mexicano Aleks Syntek fue más allá al señalar que venía “de los simios”, mientras el español Dani Martín tuiteó que preferiría morir antes que hacer una canción de reguetón.
Para Arenas, cada género nuevo que surgía ha sufrido el rechazo de las generaciones anteriores. “Se decía que el jazz no era música, que el rock era ruido y que la electrónica era para gente que se drogaba y ahora son géneros aceptados”, dice.”Los prejuicios se van repitiendo con los géneros populares”, coincide Lenore.

“Vulgar” y “sexista”: los intentos de censurar el reguetón 

La polémica por el alto voltaje sexual de sus letras y bailes y las críticas por la imagen que ofrecen de la mujer han acompañado al reguetón desde su nacimiento hasta su explosión comercial en 2017 con “Despacito”, de Luis Fonsi y Daddy Yankee. Un repaso de las prohibiciones e intentos de censura de todo un género.
Puerto Rico: El reguetón fue objeto de censura precisamente en su cuna, Puerto Rico, en sus primeros años de recorrido. En la década de 1990 había redadas en discotecas en busca de la “música clandestina” y se requisaban incluso casetes y CD de las tiendas de música, alegando que las letras eran obscenas y promovían el abuso de drogas y violencia, cuenta la investigadora local Raquel Z. Rivera en su libro coral Reggaeton (2009).
Las autoridades de educación también prohibieron la entonces conocida como música underground en las escuelas. En 2002, la congresista Velda González intentó regular sus letras e incluso los movimientos de su baile, “el perreo”, pero terminó tarareándolo en campaña electoral un año después.
Cuba: En 2013 muchos medios internaciones informaron que Cuba prohibió el reguetón en los espacios públicos. Expertos en el tema aseguran que no existe ninguna ley que prohíba el género como tal, aunque admiten que hay una campaña contra temas cuyos valores denigran a la mujer o incitan a la violencia.
El Ministerio de Cultura intentó limitar ese contenido en espacios públicos dependientes de la institución, pero no se dirigió contra un género concreto, sino contra temas “sexistas, violentos y vulgares”, confirmó a DPA Joaquín Borges-Triana, doctor en estudios culturales. El Instituto Cubano de Radio y Televisión sí censuró la transmisión de la canción “Felices los 4” del colombiano Maluma por considerar que “incitaba al sexo en grupo”. Pero el tema sigue escuchándose en calles y playas.
Venezuela: Aquí también hubo intentos de censurar el género. En 2007, el entonces presidente Hugo Chávez lo prohibió en las escuelas al considerar que incitaba “a movimientos vulgares y sexuales no acordes con la edad e higiene mental de los niños”. Chávez, ya fallecido, consideraba que el reguetón rayaba “la ética, la moral y las buenas costumbres”, era de “muy baja calidad” y decía preferir estilos que promovieran la cultura nacional.
España: En España, una petición en la plataforma Change.org que pedír retirar el videoclip y la canción “Cuatro Babys” de Maluma reunió algo más de 92 mil firmas en 2016, al considerar el tema “absolutamente denigrante para el género femenino”, e incluso una “apología a la violencia directa hacia las mujeres”.
Este año sigue en marcha otra petición para cancelar un concierto del artista colombiano en Palencia (norte). En 2017, en las fiestas del País Vasco (norte) y de otros pueblos, no sonaron canciones de una lista de temas considerados “machistas”, entre ellos el tema del año, “Despacito”.
México: El mexicano Gabriel Qadri, quien fuera el candidato presidencial de Nueva Alianza en el 2012, sorprendió este año al pedir en Twitter que el ganador de las elecciones de julio prohibiera el reguetón al llegar a la presidencia. Consideraba el género como “la máxima expresión de la vulgaridad […] la degradación máxima de la persona humana […] algo que se pretende llamar música”, dijo después al diario El Universal. La iniciativa sorprendió porque no se trata de un político conservador, sino un ambientalista liberal. Todo quedó ahí.
Ecuador: En 2013, la organización civil Avaaz presentó una iniciativa para recolectar firmas y erradicar el reguetón del país. Apenas tuvo repercusión, pero llamaba la atención su argumento: la razón por la que hay mujeres de 12 años embarazadas es “la incursión de un género musical que incita el sexo a temprana edad”, señalaba. De mayor calado fue el intento de las autoridades en 2017 de prohibir la difusión en los medios de canciones de reguetón y otros urbanos en horario familiar.
República Dominicana: En 2007, la Dirección Nacional de Control de Drogas pidió que se prohibiera el reguetón al considerar que incitaba al consumo de drogas. “Yo creo que los que están llamados a evitar esto [la difusión del reguetón] son los jefes de emisoras y los programadores que deben cooperar con uno [las autoridades] y no tocar esas canciones de reguetón“, dijo su presidente, Rafael Ramírez, a periodistas en un acto público.

Viene de los simios”: las críticas en citas 

Las críticas al reguetón no han cesado desde su nacimiento hasta su explosión mundial el año pasado con el “Despacito”. Algunas de las más destacadas, en citas:
– “El reguetón me parece asqueroso. No tiene ningún valor musical, ni poético, ni orquestal, ni nada”: el artista cubano Pablo Milanés.
– “Viene de los simios”: el músico mexicano Aleks Syntek.
– “El reguetón es contenido sexual explícito, para un caballero es difícil entenderlo”//”A Maluma le gusta el trap. Eso es música pornográfica”: el artista colombiano Carlos Vives.
– Incita “a movimientos vulgares […] “raya la ética, la moral y las buenas costumbres” y es de “muy baja calidad”: fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
– La letra “hace apología a la violencia directa hacia las mujeres”: petición en la plataforma Change.org contra Maluma y su tema “Cuatro Babys”.
– “Haría una hoguera con todos los discos de reguetón“: cantante español Mikel Erentxun, ex vocalista de Duncan Dhu, al diario El Comercio de Gijón.
– “Si la vida me diera sólo dos últimas opciones y esas fueran hacer una canción reguetonera de estas de moda de ahora, o morir, elegiría MORIR‬”: cantante español Dani Martín, ex de El Canto del Loco, en Twitter.
– El reguetón es “la máxima expresión de la vulgaridad […] la degradación máxima de la persona humana”: el ex candidato presidencial mexicano Gabriel Qadri.
– El reguetón es “un género musical que incita el sexo a temprana edad”: Avaaz, organización civil ecuatoriana que intentó prohibirlo en 2013.
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