La obra está inspirada en la novela Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar
Toronto, Canadá, 15 de octubre de 2018. Amor prohibido, sexo, traición y asesinato: Hadrian, la segunda ópera compuesta por el músico canadiense-estadunidense Rufus Wainwright, tiene todo lo que el canon clásico le pide al género, pero también novedades como mucha piel desnuda y escenas de amor homosexual.
Con emotivos monólogos y mucha libertad expresiva, Hadrian, centrada en la figura del emperador romano Adriano, trata un tema poco común en la ópera, la homosexualidad. El estreno mundial de la obra con libreto de Daniel MacIvor tuvo lugar en la noche del sábado en Toronto, Canadá, en el Four Seasons Center for Performing Arts.
La obra trata del amor entre uno de los hombres más poderosos del mundo, Adriano (Thomas Hampson) y su joven amante griego Antinoo (Isaiah Bell). Tras la súbita muerte de su amado por ahogamiento, Adriano, que gobernó el Imperio Romano del año 117 al 138, trata de encontrar sentido a su pérdida mientras mezcla realidad y visiones en medio de su desesperación.
La ópera, que se canta en inglés y latín, es innovadora en muchos sentidos, dijo a DPA el director de la Compañía de la Ópera de Canadá (COC), Alexander Neef. Se trata de la primera obra por encargo de la propia compañía desde 1999.
“Es una historia de amor entre dos hombres. Solamente eso es poco común. También el hecho de que el libreto y la música fueron creados por dos hombres que asumen públicamente su homosexualidad. Pero es 2018 y es nuestra tarea contar estas historias”, dijo Neef, que dirige la COC en Toronto desde hace 10 años.
Los espectadores, a los que se les avisó insistentemente sobre la presencia de escenas de amor homoerótico en el momento de comprar las entradas, parecían a la salida más impactados por las profundas emociones que por los temas sexuales. A nivel musical la composición de Wainwright subraya la relación entre los protagonistas, pero a nivel estilístico salta de un género a otro. Además de ópera clásica el músico incorpora elementos del jazz y de baladas románticas, algo que suena muy innovador en teoría pero que en la práctica rompe un poco el equilibrio del conjunto.
Hampson y Bell resultaron muy convincentes en la ópera de dos horas y media, pero las favoritas del público fueron en sus papeles secundarios Karita Mattila como Plotina y Ambur Braid como Sabina, la esposa de Adriano. Las arias de Sabina –una expresión profunda y multifacética de los sentimientos heridos de una mujer engañada que pese a ello ama a Adriano– constituyen uno de los mejores momentos de la obra de Wainwright.
Para el propio Wainwright se trata de su segunda ópera después de Prima Donna, estrenada en 2009 en el Festival Internacional de Manchester. Inspirada en la novela Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, el músico pop lleva 20 años trabajando en el proyecto de convertirla en una ópera, que finalmente concretó por las presiones de Neef. Para darle forma estuvo trabajando durante unos cinco años, una tarea nada fácil, reconoció.
Texto: DPA / Foto: Internet