Chilpancingo, Guerrero, 28 de noviembre de 2018. El luchador social Eloy Cisneros Guillén fue galardonado con la presea Eduardo Neri Reynoso por el pleno del Congreso local en sesión solemne, donde exigió la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y castigo ejemplar a los autores materiales e intelectuales; y señaló que las agencias de seguridad del Estado tuvieron parte en los hechos.
En su discurso en la tribuna del Congreso, Eloy Cisneros dijo que acudió a nombre de “los derechos humanos, de la memoria de los compañeros que nos han dejado en el camino de la lucha por un país mejor”, y recordó a luchadores sociales y políticos asesinados.
Expresó que la presea que recibió no es a su persona si no a la lucha social por democratizar el país, a los que lucharon y siguen luchando.
Cuando Eloy Cisneros entró al pleno del Congreso, los integrantes de organizaciones sociales que lo acompañaron a la sesión solemne lo recibieron con porras y consignas para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, detenidos y desparecidos desde septiembre de 2014 en Iguala.
Unos 150 asistentes a la sesión que acompañaron a Cisneros Guillén contaron hasta el número 43 con el puño alzado, y al finalizar corearon “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, y al final de la sesión cantaron el himno Venceremos.
“El eterno rebelde, guerrerense distinguido, luchador incansable y exponente del pensamiento critico”, así lo calificó el coordinador de los diputados del PRD en el Congreso local, Celestino Cesáreo Guzmán; en tribuna el perredista recordó que Eloy Cisneros fue “huésped de cárceles clandestinas” cuando fue encarcelado durante dos años, y torturado con golpes y descargas eléctricas por ser simpatizante del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
La sesión se realizó sin la presencia de los titulares de los poderes Ejecutivo y Judicial, Héctor Astudillo Flores y Alberto López Celis, respectivamente; en su representación asistieron el secretario de Cultura, Mauricio Leyva Castrejón, y el magistrado Julio Lorenzo Jáuregui.
Texto: Rosalba Ramírez García / Fotos: Jesús Guerrero