Exigen cumplir la sentencia de la Coidh en el aniversario de la desaparición de Rosendo Radilla

En una homilía que ofició el párroco Miguel Ángel Sánchez Quevedo organizada por la Afadem, se oró por la paz, las familias y la presentación con vida de...

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25 agosto,2019 12:47 pm
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En una homilía que ofició el párroco Miguel Ángel Sánchez Quevedo organizada por la Afadem, se oró por la paz, las familias y la presentación con vida de las personas.
Atoyac, Guerrero, 25 de agosto de 2019. Con una misa en la iglesia de Santa María de la Asunción, familiares de desaparecidos recordaron el 45 aniversario de la desaparición forzada del líder campesino Rosendo Radilla Pacheco, y pidieron también la presentación de siete habitantes de la ciudad de Atoyac desaparecidos ese mismo mes.
En la homilía que ofició el párroco Miguel Ángel Sánchez Quevedo y fue organizada por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem), se oró por la paz, las familias y la presentación con vida de las personas, por un regreso a clases en paz para este nuevo ciclo escolar, y que se pueda mitigar el incendio en el pulmón de Brasil.
Al concluir la misa se colocó una ofrenda floral en la placa de los desaparecidos en el Zócalo de Atoyac, y de ahí partió una caminata de los familiares, con flores blancas, danzas prehispánicas y la danza infantil de El Cortés.
En la conmemoración, los participantes piden la presentación con vida de sus familiares y a 45 años del caso de Rosendo Radilla exigen que se respete y cumpla totalmente la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos al gobierno mexicano en el gobierno de Felipe Calderón.
Los familiares recorrieron la avenida principal rumbo a la Ciudad de los Servicios donde se realiza un rito náhuatl de los cuatro puntos cardinales. En las actividades programadas para este domingo se dará a conocer la plataforma para el concurso de corridos en honor a la desaparición de Radilla Pacheco, y después habrá una conferencia en el lugar que ocupó el cuartel militar.
Texto y fotos: Francisco Magaña

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